Especificaciones y análisis del Volkswagen Passat
Potencia
150CV
Par
310Nm
Consumo
8.8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
11.1s
Vel. Máx.
206km/h
Peso
-kg
Precio
32,797€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 5v
AWD
5 / 5 puertas
450 L
62 L
110 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Volkswagen Passat Variant Highline 2.5 TDI tiptronic 4Motion · 150 CV (1999-2000)
Descripción general
El Volkswagen Passat Variant Highline 2.5 TDI tiptronic 4Motion de 1996 es un vehículo que, a pesar de los años, sigue evocando una sensación de robustez y fiabilidad. Este modelo, con su carrocería familiar, fue diseñado para aquellos que buscaban espacio, confort y un rendimiento diésel potente, todo ello envuelto en la sobriedad y calidad que Volkswagen siempre ha prometido. Su motor 2.5 TDI, combinado con la tracción integral 4Motion y la transmisión Tiptronic, lo convertía en una opción muy atractiva para viajes largos y condiciones climáticas adversas, ofreciendo una experiencia de conducción segura y placentera.
Experiencia de conducción
Al volante de este Passat, la sensación predominante es de solidez y aplomo. El motor 2.5 TDI de 150 CV entrega su potencia de manera lineal y contundente, con un par motor de 310 Nm disponible desde bajas revoluciones, lo que facilita los adelantamientos y la conducción en carretera. La transmisión automática Tiptronic de 5 velocidades, aunque no es la más rápida de su tiempo, ofrece cambios suaves y predecibles, contribuyendo a una experiencia de conducción relajada. La tracción 4Motion proporciona una adherencia excepcional, infundiendo confianza en curvas y superficies deslizantes. La suspensión, con paralelogramo deformable en el eje delantero, filtra bien las irregularidades del terreno, aunque el confort no llega a ser el de una berlina de lujo. En general, es un coche que invita a devorar kilómetros con tranquilidad y seguridad.
Diseño y estética
El diseño del Volkswagen Passat Variant de 1996 es un claro ejemplo de la filosofía de Volkswagen de la época: funcional, sobrio y atemporal. Sus líneas son limpias y sin estridencias, con una silueta que prioriza el espacio interior y la capacidad de carga. La versión Highline añade detalles que realzan su presencia, como las llantas de 16 pulgadas y los acabados interiores de mayor calidad. A pesar de su edad, su estética sigue siendo reconocible y, para muchos, elegante. El interior, aunque no deslumbrante, es ergonómico y está bien construido, con materiales que resisten bien el paso del tiempo. La amplitud es una de sus mayores virtudes, especialmente en las plazas traseras y en el generoso maletero de 450 litros.
Tecnología y características
En su momento, el Passat Variant Highline 2.5 TDI tiptronic 4Motion incorporaba tecnología avanzada para su segmento. El motor 2.5 TDI con inyección directa, turbo de geometría variable e intercooler era un referente en eficiencia y rendimiento diésel. La transmisión Tiptronic ofrecía la comodidad de un automático con la posibilidad de un control manual secuencial. La tracción integral 4Motion, basada en un sistema Haldex, garantizaba una tracción óptima en diversas situaciones. En cuanto a seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros, y es de esperar que incluyera sistemas como ABS. Aunque hoy en día estas tecnologías puedan parecer básicas, en 1996 representaban un nivel de sofisticación considerable para un familiar.
Competencia
En el mercado de los familiares diésel de gama media-alta de finales de los 90, el Volkswagen Passat Variant Highline 2.5 TDI tiptronic 4Motion se enfrentaba a duros competidores. Entre ellos destacaban el Audi A4 Avant, con el que compartía plataforma y algunos componentes mecánicos, ofreciendo un enfoque más premium. También rivalizaba con el BMW Serie 3 Touring, que priorizaba una conducción más deportiva, y el Mercedes-Benz Clase C Estate, conocido por su confort y calidad de rodadura. Otros contendientes incluían el Opel Vectra Caravan y el Ford Mondeo Wagon, que ofrecían una relación calidad-precio muy competitiva, aunque quizás con un menor refinamiento mecánico y de acabados que el Passat.
Conclusión
El Volkswagen Passat Variant Highline 2.5 TDI tiptronic 4Motion de 1996 es un coche que representa la esencia de la ingeniería alemana de la época: robustez, funcionalidad y un rendimiento diésel muy capaz. Es un vehículo ideal para quienes valoran el espacio, la seguridad de la tracción integral y la comodidad de una transmisión automática, todo ello con la fiabilidad que se espera de Volkswagen. Aunque sus consumos urbanos pueden ser elevados para los estándares actuales, su capacidad para devorar kilómetros en carretera y su durabilidad lo convierten en una opción interesante para el mercado de segunda mano, siempre que se encuentre una unidad bien mantenida. Un clásico moderno que sigue ofreciendo mucho por poco.




