Especificaciones y análisis del Volkswagen Passat
Potencia
150CV
Par
210Nm
Consumo
-l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
-s
Vel. Máx.
-km/h
Peso
-kg
Precio
46,518€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 5v
FWD
5 / 5 puertas
495 L
62 L
110 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Volkswagen Passat Variant Highline 150 T Tiptronic · 150 CV (1997-2000)
Descripción general
El Volkswagen Passat Variant Highline de 1996, con su motor 1.8 Gasolina de 150 CV y transmisión automática Tiptronic, representa una era dorada para los familiares. Un coche que, a pesar de los años, sigue evocando una sensación de solidez y fiabilidad, características intrínsecas de la marca alemana. Su diseño atemporal y su enfoque en la comodidad lo convirtieron en una opción muy atractiva para las familias de la época, buscando un compañero de viaje robusto y versátil.
Experiencia de conducción
Al volante de este Passat, la sensación es de aplomo y seguridad. El motor de 150 CV, aunque no es un derroche de potencia para los estándares actuales, ofrecía un rendimiento más que suficiente para la mayoría de las situaciones, con una entrega de potencia suave gracias a su turbo e intercooler. La transmisión Tiptronic de 5 velocidades, una novedad en su momento, proporcionaba cambios de marcha fluidos y la posibilidad de un control más manual, añadiendo un toque de dinamismo a la experiencia. La suspensión, con paralelogramo deformable delante y rueda tirada con elemento torsional detrás, junto con barras estabilizadoras en ambos ejes, garantizaba un buen equilibrio entre confort y estabilidad, absorbiendo las irregularidades del camino con nobleza. La dirección, aunque no se especifica su tipo, se esperaba que fuera precisa y comunicativa, como era habitual en Volkswagen. En resumen, un coche que invitaba a devorar kilómetros con tranquilidad y confianza.
Diseño y estética
El diseño del Passat Variant de 1996 es un claro ejemplo de la filosofía de Volkswagen: funcional, elegante y sin estridencias. Sus líneas son limpias y proporcionadas, con una silueta que prioriza el espacio interior y la capacidad de carga. La versión Highline, aunque no se detallan sus elementos específicos, solía incluir detalles que realzaban su aspecto, como llantas de aleación de 16 pulgadas (con neumáticos 205/55 R16) y acabados interiores de mayor calidad. La carrocería familiar, con sus 4669 mm de largo, 1740 mm de ancho y 1496 mm de alto, ofrecía una presencia imponente pero equilibrada, sin caer en excesos. Un diseño que, incluso hoy, mantiene una dignidad y una atemporalidad que muchos vehículos modernos envidiarían.
Tecnología y características
En 1996, este Passat incorporaba tecnología avanzada para su segmento. El motor 1.8 de 150 CV con inyección indirecta, turbo e intercooler era un propulsor sofisticado que ofrecía un buen equilibrio entre rendimiento y eficiencia. La transmisión automática Tiptronic de 5 velocidades era una característica destacada, permitiendo al conductor elegir entre un modo completamente automático o un control secuencial de las marchas. Aunque no se especifican detalles sobre el sistema de frenos, la presencia de discos ventilados delanteros y discos traseros garantizaba una capacidad de frenado adecuada. La suspensión, con su diseño independiente en el eje delantero y semi-independiente en el trasero, junto con las barras estabilizadoras, contribuía a una dinámica de conducción segura y confortable. El chasis, con un bloque de motor de hierro y culata de aluminio, reflejaba una ingeniería robusta y duradera.
Competencia
En su época, el Volkswagen Passat Variant Highline se enfrentaba a una dura competencia en el segmento de los familiares medios-grandes. Sus principales rivales incluían modelos como el Opel Vectra Caravan, el Ford Mondeo Wagon, el Peugeot 406 Break y el Renault Laguna Grandtour. Cada uno de ellos ofrecía sus propias virtudes, pero el Passat se distinguía por su reputación de calidad de construcción, fiabilidad y un diseño más sobrio y atemporal, que a menudo se percibía como más premium. Su motorización y su transmisión Tiptronic también lo posicionaban favorablemente frente a algunos de sus competidores.
Conclusión
El Volkswagen Passat Variant Highline de 1996 es un testimonio de la ingeniería alemana de finales del siglo XX. Un coche que combinaba a la perfección la funcionalidad de un familiar con la calidad y el confort esperados de Volkswagen. Su motorización, su transmisión automática y su diseño atemporal lo convirtieron en una opción muy valorada en su momento y, aún hoy, sigue siendo un vehículo que evoca nostalgia y respeto por su durabilidad y su carácter. Un clásico moderno que representa una época en la que los coches se construían para durar y para ofrecer una experiencia de conducción sólida y sin complicaciones.




