Toyota iQ 1.0 VVT-i MultiDrive · 68 CV (2010-2012)

2009
Gasolina
FWD
Automático Múltiplesv
Toyota iQ - Vista 1
Toyota iQ - Vista 2
Toyota iQ - Vista 3
Toyota iQ - Vista 4

Especificaciones y análisis del Toyota iQ

Potencia

68CV

Par

91Nm

Consumo

4.8l/100

Emisiones

110g/km

0-100 km/h

15.3s

Vel. Máx.

150km/h

Peso

935kg

Precio

13,170

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático Múltiplesv

Tracción

FWD

Plazas

4 / 3 puertas

Maletero

26 L

Depósito

32 L

Potencia

50 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima68 CV / 50 kW
Par máximo91 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático Múltiplesv

Capacidades

Depósito32 L
Maletero26 L

Análisis detallado del Toyota iQ 1.0 VVT-i MultiDrive · 68 CV (2010-2012)

Descripción general

El Toyota iQ de 2009 es una propuesta audaz y compacta, diseñada para conquistar la jungla urbana con estilo y eficiencia. Con su tamaño diminuto y su ingenioso diseño, este coche se presenta como una alternativa fresca y práctica para aquellos que buscan agilidad en la ciudad sin renunciar a la calidad y la fiabilidad de Toyota.

Experiencia de conducción

Conducir el iQ es una experiencia sorprendentemente ágil y divertida. Su motor 1.0 VVT-i de 68 CV, combinado con la transmisión automática MultiDrive, ofrece una respuesta suave y suficiente para el tráfico urbano. La dirección asistida eléctrica es precisa y ligera, facilitando las maniobras en espacios reducidos. Aunque no es un coche de altas prestaciones, su ligereza y su tamaño lo hacen sentir muy dinámico y fácil de aparcar, convirtiendo cada trayecto en una pequeña aventura urbana. La suspensión, aunque firme, absorbe bien las irregularidades, proporcionando un confort adecuado para su segmento.

Diseño y estética

El diseño del Toyota iQ es, sin duda, su carta de presentación más llamativa. Sus apenas 3 metros de longitud esconden un interior sorprendentemente espacioso para sus ocupantes delanteros, gracias a una ingeniosa distribución. Las líneas son modernas y juveniles, con un frontal distintivo y una zaga compacta que enfatiza su carácter urbano. A pesar de su tamaño, el iQ proyecta una imagen de solidez y calidad, con detalles bien cuidados que lo diferencian de otros microcoches. Es un coche que no pasa desapercibido y que, a pesar de los años, sigue manteniendo un atractivo visual.

Tecnología y características

A pesar de su enfoque en la simplicidad y la eficiencia, el Toyota iQ de 2009 incorpora tecnología pensada para mejorar la experiencia de conducción y la seguridad. Su motor 1.0 VVT-i es un ejemplo de ingeniería eficiente, ofreciendo un buen equilibrio entre rendimiento y consumo. La transmisión automática MultiDrive, aunque no es la más rápida, contribuye a una conducción relajada en ciudad. En cuanto a seguridad, el iQ fue pionero en su segmento al ofrecer un alto nivel de equipamiento, incluyendo múltiples airbags y sistemas de asistencia a la frenada, lo que le valió una excelente calificación en las pruebas de choque de la época. Su radio de giro de solo 7.8 metros es una maravilla tecnológica para la movilidad urbana.

Competencia

En su momento, el Toyota iQ se enfrentó a rivales como el Smart Fortwo, ofreciendo una alternativa más espaciosa y versátil, con capacidad para cuatro ocupantes (aunque los traseros con limitaciones). Otros competidores indirectos podrían ser el Fiat 500 o el Renault Twingo, aunque el iQ se distinguía por su enfoque más radical en la compacidad y la eficiencia. Su propuesta de valor residía en combinar la agilidad de un microcoche con la calidad y la seguridad de un vehículo más grande, algo que pocos de sus contemporáneos podían igualar.

Conclusión

El Toyota iQ de 2009 es un coche que, a pesar de su tamaño, deja una gran impresión. Es una solución inteligente y con estilo para la movilidad urbana, ofreciendo una combinación única de compacidad, eficiencia y seguridad. Su diseño innovador y su comportamiento ágil lo convierten en una opción atractiva para aquellos que buscan un vehículo práctico y divertido para el día a día en la ciudad. Aunque su maletero es mínimo y las plazas traseras son justas, el iQ cumple con creces su promesa de ser un coche urbano excepcional, demostrando que lo pequeño también puede ser premium y funcional.