Especificaciones y análisis del Toyota GT86
Potencia
200CV
Par
205Nm
Consumo
7.1l/100
Emisiones
164g/km
0-100 km/h
8.2s
Vel. Máx.
210km/h
Peso
1337kg
Precio
33,490€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 6v
RWD
4 / 2 puertas
243 L
50 L
147 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Toyota GT86 Aut. · 200 CV (2012)
Descripción general
El Toyota GT86 de 2012 es un coupé deportivo que marcó el regreso de Toyota a sus raíces de coches divertidos y accesibles. Con un diseño puro y una filosofía centrada en el conductor, este modelo se presentó como una opción emocionante para aquellos que buscan sensaciones al volante sin un precio desorbitado. Su configuración de motor delantero y tracción trasera, junto con un peso contenido, prometía una experiencia de conducción inigualable.
Experiencia de conducción
Conducir el GT86 es una experiencia visceral. Su motor bóxer de 200 CV, aunque no es el más potente, se siente vivo y dispuesto a subir de revoluciones, entregando su par de 205 Nm de forma lineal. La caja de cambios automática de 6 velocidades, aunque no tan purista como la manual, permite una conducción ágil y divertida. La dirección es precisa y comunicativa, transmitiendo cada detalle del asfalto. La suspensión, tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, ofrece un equilibrio perfecto entre confort y deportividad, permitiendo que el coche se inscriba en las curvas con una agilidad sorprendente. Es un coche que invita a jugar, a explorar los límites de la tracción trasera y a disfrutar de cada kilómetro. La aceleración de 0 a 100 km/h en 8.2 segundos y una velocidad máxima de 210 km/h no son cifras de infarto, pero la verdadera magia reside en la forma en que el coche se comporta en las curvas, ofreciendo un control y una diversión que pocos coches de su precio pueden igualar.
Diseño y estética
El diseño del Toyota GT86 es una declaración de intenciones. Sus líneas fluidas y su silueta baja y ancha evocan la deportividad clásica. Con una longitud de 4240 mm, una anchura de 1775 mm y una altura de 1285 mm, sus proporciones son perfectas para un coupé deportivo. El frontal agresivo, con sus faros afilados y su parrilla prominente, le confiere una personalidad única. La parte trasera, con sus dobles salidas de escape y sus pilotos LED, refuerza su carácter deportivo. El interior, aunque funcional, está diseñado para el conductor, con asientos deportivos que ofrecen un excelente agarre y un volante de pequeño diámetro que invita a la acción. A pesar de ser un 2+2, las plazas traseras son más bien testimoniales, pero el maletero de 243 litros es suficiente para el equipaje de dos personas.
Tecnología y características
El GT86 de 2012, aunque no es un escaparate de la última tecnología, incorpora lo esencial para una conducción deportiva. Su motor bóxer de 1998 cc, con inyección mixta directa/indirecta, es una joya de la ingeniería, ofreciendo una respuesta instantánea y un sonido embriagador. La transmisión automática de 6 velocidades con convertidor de par es suave y eficiente, aunque algunos puristas preferirán la manual. La dirección asistida eléctrica es precisa y ofrece una buena retroalimentación. En cuanto a la seguridad, cuenta con frenos de disco ventilados en ambos ejes, de 294 mm delante y 290 mm detrás, garantizando una frenada potente y segura. El consumo combinado de 7.1 l/100km y unas emisiones de CO2 de 164 g/km lo sitúan en la categoría Euro 5, con etiqueta C de la DGT.
Competencia
En su lanzamiento, el Toyota GT86 se enfrentó a rivales como el Mazda MX-5, aunque este último era un roadster biplaza. Otros competidores indirectos podrían ser el Hyundai Genesis Coupé o incluso versiones más deportivas de compactos como el Volkswagen Scirocco. Sin embargo, el GT86 se desmarcaba por su filosofía de coche deportivo puro, ligero y con tracción trasera, ofreciendo una experiencia de conducción más enfocada en la diversión que en la potencia bruta.
Conclusión
El Toyota GT86 de 2012 es un coche que enamora a los amantes de la conducción. No es el más rápido, ni el más lujoso, pero su equilibrio, su agilidad y su capacidad para transmitir sensaciones lo convierten en una opción irresistible. Es un coche para disfrutar en cada curva, para sentir la carretera y para recordar que la diversión al volante no siempre está ligada a cifras de potencia estratosféricas. Su precio de 33.490 euros lo hacía accesible para muchos, convirtiéndolo en un verdadero "coche de conductor" para el día a día y para escapadas de fin de semana.