Suzuki Vitara 3p HDI Superlujo T. Metal. Serie Esp. · 87 CV (2004-2005)

1999
Gasóleo
AWD
Manual 5v
Suzuki Vitara - Vista 1
Suzuki Vitara - Vista 2
Suzuki Vitara - Vista 3
Suzuki Vitara - Vista 4

Especificaciones y análisis del Suzuki Vitara

Potencia

87CV

Par

160Nm

Consumo

6.1l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

-s

Vel. Máx.

160km/h

Peso

1304kg

Precio

17,949

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

AWD

Plazas

4 / 3 puertas

Maletero

- L

Depósito

42 L

Potencia

64 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima87 CV / 64 kW
Par máximo160 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito42 L
Maletero0 L

Análisis detallado del Suzuki Vitara 3p HDI Superlujo T. Metal. Serie Esp. · 87 CV (2004-2005)

Descripción general

El Suzuki Vitara 3p HDI Superlujo T. Metal. Serie Esp. de 1999, con su motor diésel de 87 CV, se presenta como un todoterreno compacto y robusto, ideal para quienes buscan aventura sin renunciar a la practicidad. Su diseño de tres puertas lo hace ágil en la ciudad y capaz en terrenos difíciles, manteniendo la esencia de un vehículo pensado para la exploración.

Experiencia de conducción

Conducir este Vitara es una experiencia auténtica. Su motor diésel, aunque no es un derroche de potencia, ofrece un par motor de 160 Nm a 1700 rpm que se siente en cada aceleración, proporcionando una respuesta contundente para superar obstáculos. La transmisión manual de 5 velocidades permite un control total, y su tracción AWD inspira confianza fuera del asfalto. La suspensión, con McPherson delante y eje rígido detrás, filtra las irregularidades del terreno, aunque en carretera puede resultar algo más firme. Alcanza una velocidad máxima de 160 km/h, lo que lo hace apto para viajes, pero su verdadero espíritu se revela en caminos menos transitados.

Diseño y estética

El diseño del Suzuki Vitara 3p es un clásico atemporal. Sus líneas cuadradas y compactas, con una longitud de 3630 mm y una anchura de 1630 mm, le otorgan una presencia robusta y funcional. Las tres puertas enfatizan su carácter deportivo y aventurero. Aunque no destaca por lujos, su estética es honesta y práctica, pensada para resistir el paso del tiempo y las exigencias del uso todoterreno. Las llantas de 15 pulgadas con neumáticos 195/ R15 complementan su imagen de vehículo preparado para cualquier desafío.

Tecnología y características

En el ámbito tecnológico, el Vitara de 1999 se enfoca en la fiabilidad mecánica. Su motor diésel de 1997 cc con inyección directa por conducto común y turbo, junto con un bloque de hierro y culata de aluminio, es una muestra de ingeniería robusta. La tracción a las cuatro ruedas (AWD) es su principal baza tecnológica para el off-road. La dirección de recirculación de bolas, aunque no es la más moderna, ofrece una respuesta predecible. En cuanto a confort, se mantiene en lo esencial, priorizando la durabilidad y la capacidad de afrontar terrenos difíciles sobre las últimas innovaciones en conectividad o asistencia a la conducción.

Competencia

En su segmento y época, el Suzuki Vitara 3p HDI se enfrentaba a competidores como el Toyota RAV4 de primera generación, el Honda CR-V o el Land Rover Freelander. Sin embargo, el Vitara se distinguía por su enfoque más purista hacia el todoterreno, con una construcción más robusta y una mayor capacidad off-road en comparación con algunos de sus rivales más orientados al asfalto. Su tamaño compacto y su precio competitivo lo hacían una opción atractiva para quienes buscaban un vehículo versátil y capaz.

Conclusión

El Suzuki Vitara 3p HDI Superlujo T. Metal. Serie Esp. de 1999 es un vehículo que, a pesar de los años, sigue siendo una opción interesante para los amantes de la aventura y la conducción todoterreno. Su combinación de un motor diésel eficiente, tracción AWD y un diseño compacto lo convierten en un compañero fiable para explorar. No es el más rápido ni el más lujoso, pero su autenticidad y capacidad fuera del asfalto lo hacen especial. Es un coche que invita a la libertad y a disfrutar de cada trayecto, ya sea en la ciudad o en la montaña.