Especificaciones y análisis del Suzuki Samurai
Potencia
69CV
Par
103Nm
Consumo
8.5l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
-s
Vel. Máx.
130km/h
Peso
975kg
Precio
10,624€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
AWD
4 / 3 puertas
- L
40 L
51 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Suzuki Samurai Gasolina T. Metal. Lujo · 69 CV (1998-2001)
Descripción general
El Suzuki Samurai de 1998, en su versión de gasolina con techo de metal y acabado Lujo, es un vehículo que evoca una época de aventura y simplicidad. Con su motor de 1.3 litros y 69 CV, este todoterreno compacto se presentaba como una opción robusta y accesible para quienes buscaban escapar del asfalto. Su diseño funcional y su tracción integral lo convertían en un compañero ideal para explorar caminos difíciles, aunque su precio de 10.624 € en el año 2000 lo situaba en un segmento muy competitivo.
Experiencia de conducción
Conducir el Suzuki Samurai es una experiencia que te conecta directamente con la carretera y el terreno. Su dirección de recirculación de bolas, aunque precisa, carece de la asistencia moderna, lo que exige un mayor esfuerzo al volante, especialmente en maniobras a baja velocidad. La suspensión de eje rígido en ambos trenes, sin barras estabilizadoras, transmite fielmente las irregularidades del camino, ofreciendo una sensación de robustez y control en off-road, pero sacrificando el confort en carretera. El motor de 69 CV, con su bloque de hierro y culata de aluminio, entrega su potencia de forma lineal, alcanzando una velocidad máxima de 130 km/h. La caja de cambios manual de cinco velocidades es directa y permite exprimir al máximo el par de 103 Nm a 3500 rpm. En definitiva, el Samurai ofrece una experiencia de conducción auténtica y sin filtros, ideal para los amantes de la aventura.
Diseño y estética
El diseño del Suzuki Samurai es un reflejo de su propósito: funcionalidad y resistencia. Sus líneas cuadradas y compactas, con una longitud de 3470 mm y una anchura de 1530 mm, le otorgan una presencia inconfundible. La carrocería de 3 puertas y el techo de metal le confieren una imagen robusta y duradera. Las ruedas de 205/70 R15 Q, con llantas de 6x15, no solo contribuyen a su estética todoterreno, sino que también mejoran su capacidad de agarre en terrenos difíciles. El interior, aunque sencillo, está diseñado para ser práctico y resistente, con espacio para cuatro ocupantes. Cada elemento del diseño del Samurai está pensado para la aventura, desde su altura de 1665 mm hasta su distancia entre ejes de 2030 mm, que le otorgan una excelente capacidad para superar obstáculos.
Tecnología y características
En 1998, el Suzuki Samurai se mantenía fiel a una tecnología probada y fiable. Su motor de gasolina de 1299 cc, con inyección indirecta y 2 válvulas por cilindro, es un ejemplo de ingeniería sencilla y efectiva. La tracción integral (AWD) es una de sus características más destacadas, permitiéndole afrontar terrenos complicados con confianza. La transmisión manual de 5 velocidades, sin embrague ni actuación automática, ofrece un control total al conductor. Los frenos de disco delanteros y de tambor traseros, junto con la dirección de recirculación de bolas, completan un conjunto mecánico que prioriza la durabilidad y la capacidad off-road sobre las sofisticaciones electrónicas. Aunque carece de las ayudas a la conducción modernas, su tecnología es robusta y fácil de mantener.
Competencia
En su época, el Suzuki Samurai se enfrentaba a rivales como el Lada Niva, otro todoterreno rústico y económico, o el Daihatsu Feroza, que ofrecía un enfoque similar pero con un diseño algo más moderno. También competía indirectamente con versiones más básicas de todoterrenos como el Jeep Wrangler o el Land Rover Defender, aunque estos se situaban en un escalón superior en cuanto a precio y prestaciones. El Samurai se distinguía por su tamaño compacto, su agilidad en terrenos difíciles y su precio competitivo, lo que lo convertía en una opción atractiva para quienes buscaban un vehículo de aventura sin grandes lujos.
Conclusión
El Suzuki Samurai de 1998 es más que un simple coche; es un icono de la aventura y la libertad. Su diseño atemporal, su mecánica robusta y su innegable capacidad todoterreno lo convierten en un vehículo con un encanto especial. Aunque no es el más rápido ni el más cómodo en carretera, su espíritu indomable y su fiabilidad lo hacen un compañero perfecto para explorar los caminos menos transitados. Es un coche para aquellos que valoran la autenticidad y la conexión con la naturaleza, un verdadero clásico que sigue conquistando corazones.




