Especificaciones y análisis del Subaru Legacy
Potencia
165CV
Par
187Nm
Consumo
8.8l/100
Emisiones
209g/km
0-100 km/h
9.5s
Vel. Máx.
214km/h
Peso
1460kg
Precio
25,840€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
AWD
5 / 4 puertas
433 L
64 L
121 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Subaru Legacy Sedan 2.0R · 165 CV (2005-2008)
Descripción general
El Subaru Legacy Sedán 2.0R de 2004 es una berlina que, a primera vista, puede parecer discreta, pero esconde un corazón y una ingeniería que la hacen destacar. Con un precio de 25.840 €, este modelo ofrecía una propuesta de valor interesante para quienes buscaban algo más que un simple medio de transporte. Su motor bóxer de gasolina de 165 CV y la tracción integral permanente son la carta de presentación de un coche diseñado para ofrecer una experiencia de conducción segura y gratificante, lejos de las modas pasajeras.
Experiencia de conducción
Al volante del Legacy 2.0R, la sensación de control es inmediata. La tracción integral AWD, una seña de identidad de Subaru, proporciona una adherencia excepcional en cualquier condición, transmitiendo una gran confianza al conductor. El motor de 1994 cc, con sus 165 CV a 5800 rpm, ofrece una respuesta lineal y progresiva, aunque no explosiva. Acelera de 0 a 100 km/h en 9.5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 214 km/h, cifras respetables para su época. La caja de cambios manual de 5 velocidades es precisa y contribuye a una experiencia de conducción más conectada. La suspensión, tipo McPherson en ambos ejes, filtra bien las irregularidades del terreno sin sacrificar la estabilidad, haciendo que los viajes largos sean cómodos y placenteros. El consumo combinado de 8.8 l/100km es razonable para un coche de estas características y con tracción total.
Diseño y estética
El diseño del Subaru Legacy Sedán de 2004 es elegante y funcional, sin estridencias. Sus líneas son limpias y atemporales, con una estética que prioriza la aerodinámica y la habitabilidad. Con 4665 mm de largo, 1730 mm de ancho y 1425 mm de alto, ofrece una presencia sólida en la carretera. El interior, con capacidad para cinco ocupantes, es espacioso y está bien rematado, con materiales que, aunque no lujosos, transmiten durabilidad. El maletero de 433 litros es suficiente para el equipaje de una familia. Las llantas de 17 pulgadas con neumáticos 215/45 R17 le otorgan un toque deportivo sin caer en excesos.
Tecnología y características
En el corazón tecnológico del Legacy 2.0R encontramos su motor bóxer de cuatro cilindros, una configuración que reduce las vibraciones y baja el centro de gravedad, mejorando la estabilidad. La inyección indirecta y la culata de aluminio son detalles que hablan de una ingeniería robusta y fiable. La tracción integral permanente (AWD) es, sin duda, su característica tecnológica más distintiva, garantizando una motricidad superior en superficies deslizantes. Los frenos de disco ventilados delanteros de 277 mm y los traseros de 274 mm aseguran una frenada eficaz. La dirección de cremallera contribuye a una sensación de control directo y preciso. Aunque no contaba con las últimas ayudas a la conducción de hoy en día, su enfoque en la mecánica y la seguridad activa lo hacían un coche muy competente.
Competencia
En su segmento, el Subaru Legacy Sedán 2.0R competía con berlinas de marcas generalistas y algunas premium. Sus principales rivales podrían ser el Honda Accord, el Mazda 6, el Toyota Avensis, el Volkswagen Passat o incluso el Audi A4 con tracción quattro. Frente a ellos, el Legacy ofrecía la ventaja de su tracción integral de serie y la singularidad de su motor bóxer, lo que le confería un carácter distintivo y una mayor capacidad en condiciones adversas, aunque quizás con un menor atractivo de marca en algunos mercados.
Conclusión
El Subaru Legacy Sedán 2.0R de 2004 es un coche para aquellos que valoran la ingeniería, la seguridad y la fiabilidad por encima de las apariencias. Es una berlina honesta, con un comportamiento dinámico excelente gracias a su tracción integral y su motor bóxer. Su diseño sobrio y su interior funcional lo convierten en un compañero ideal para el día a día y los viajes largos. Aunque su consumo de 8.8 l/100km y sus emisiones de 209 g/km de CO2 son cifras de otra época, su durabilidad y su capacidad para afrontar cualquier tipo de carretera lo hacen un clásico moderno muy recomendable para quienes buscan un coche con carácter y sin pretensiones.




