Especificaciones y análisis del SEAT Toledo
Potencia
125CV
Par
170Nm
Consumo
8.5l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
10.5s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
1257kg
Precio
20,270€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 4 puertas
500 L
55 L
92 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del SEAT Toledo 1.8 20V Signa · 125 CV (1998-2004)
Descripción general
El SEAT Toledo de 1999, en su versión 1.8 20V Signa, se presentaba como una berlina de cuatro puertas que buscaba conquistar el segmento medio con una propuesta equilibrada entre funcionalidad y un toque de deportividad. Con un motor de gasolina de 125 CV y una caja de cambios manual de cinco velocidades, prometía una experiencia de conducción ágil y eficiente para el día a día y los viajes por carretera. Su diseño, aunque sobrio, no pasaba desapercibido en las calles de finales de los noventa, ofreciendo un amplio espacio interior y un maletero generoso, características muy valoradas por las familias y profesionales de la época.
Experiencia de conducción
Al volante del Toledo 1.8 20V Signa, la sensación general era de solidez y control. El motor de 125 CV, con sus 170 Nm de par a 3500 rpm, ofrecía una respuesta adecuada para la mayoría de las situaciones, permitiendo aceleraciones de 0 a 100 km/h en 10.5 segundos y una velocidad máxima de 200 km/h. La suspensión, tipo McPherson delante y de rueda tirada con elemento torsional detrás, proporcionaba un buen equilibrio entre confort y estabilidad, absorbiendo las irregularidades del camino sin sacrificar la confianza en curvas. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, transmitía una conexión directa con la carretera, haciendo que cada trayecto fuera predecible y agradable. El consumo combinado de 8.5 l/100km era razonable para la época, aunque en ciudad podía elevarse hasta los 11.9 l/100km.
Diseño y estética
El diseño del SEAT Toledo de 1999 era una muestra de la estética automovilística de finales de los noventa: líneas limpias, formas funcionales y una silueta que priorizaba la habitabilidad. Sus 4439 mm de longitud, 1742 mm de anchura y 1436 mm de altura le conferían una presencia imponente pero elegante. La versión Signa, en particular, solía incluir detalles que realzaban su atractivo, como llantas de aleación de 16 pulgadas con neumáticos 205/55 R16, que no solo mejoraban la estética sino también el agarre. El interior, aunque no destacaba por lujos excesivos, ofrecía un habitáculo espacioso y bien organizado, con capacidad para cinco ocupantes y un maletero de 500 litros, ideal para viajes largos o para el transporte de equipaje voluminoso.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el SEAT Toledo 1.8 20V Signa de 1999 incorporaba soluciones mecánicas probadas y eficientes. Su motor de gasolina de 1.8 litros y 20 válvulas (5 por cilindro) con inyección indirecta, era un propulsor robusto y fiable. La transmisión manual de 5 velocidades, con embrague monodisco en seco, garantizaba cambios de marcha suaves y precisos. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados de 288 mm en el eje delantero y discos de 232 mm en el trasero, asegurando una capacidad de frenado adecuada. La suspensión, con barras estabilizadoras tanto delante como detrás, contribuía a una mayor estabilidad en carretera. Aunque no disponía de las avanzadas ayudas a la conducción de los vehículos actuales, ofrecía lo esencial para una conducción segura y confortable en su tiempo.
Competencia
En el competitivo mercado de las berlinas medias de finales de los noventa, el SEAT Toledo 1.8 20V Signa se enfrentaba a duros rivales. Modelos como el Opel Vectra, el Ford Mondeo, el Renault Laguna o el Peugeot 406 eran sus principales competidores. Cada uno ofrecía sus propias virtudes, ya fuera en diseño, equipamiento o prestaciones. El Toledo se posicionaba como una opción atractiva por su equilibrio general, su motorización eficiente y su buen espacio interior, a menudo con una relación calidad-precio muy competitiva que lo hacía destacar en el segmento.
Conclusión
El SEAT Toledo 1.8 20V Signa de 1999 fue un coche que supo combinar la funcionalidad de una berlina familiar con un toque de dinamismo. Su motor de 125 CV ofrecía un rendimiento suficiente para la mayoría de los conductores, mientras que su diseño sobrio y su amplio interior lo convertían en una opción práctica y cómoda. Aunque no era el más lujoso ni el más deportivo de su categoría, su fiabilidad mecánica y su buen comportamiento en carretera lo hicieron un vehículo muy apreciado en su momento. Representaba una elección inteligente para aquellos que buscaban un coche versátil y bien construido, con un precio de 20.270 euros que lo hacía accesible a un amplio público.