Especificaciones y análisis del SEAT Ibiza
Potencia
101CV
Par
145Nm
Consumo
7.8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
10.7s
Vel. Máx.
188km/h
Peso
1039kg
Precio
12,910€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 3 puertas
250 L
45 L
74 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del SEAT Ibiza 3p 1.6 Signa · 101 CV (1999-2002)
Descripción general
El SEAT Ibiza 3p 1.6 Signa de 1999 es un coche que evoca la esencia de una época. Con su motor de gasolina de 101 CV y una caja de cambios manual de 5 velocidades, este Ibiza se presentaba como una opción vibrante y accesible para quienes buscaban un compacto con carácter. Su diseño de tres puertas le otorgaba una silueta juvenil y deportiva, ideal para la ciudad y escapadas cortas. Era un coche que prometía diversión al volante sin grandes pretensiones, un fiel compañero para el día a día.
Experiencia de conducción
Al volante del Ibiza 1.6 Signa, la sensación es de agilidad y respuesta. Sus 101 CV, aunque modestos para los estándares actuales, ofrecían una aceleración de 0 a 100 km/h en 10.7 segundos, lo que era más que suficiente para moverse con soltura en el tráfico urbano y mantener un ritmo digno en carretera. La dirección, de cremallera, transmitía una conexión directa con el asfalto, y la suspensión, tipo McPherson delante y de rueda tirada con elemento torsional detrás, proporcionaba un equilibrio entre confort y dinamismo. Era un coche que invitaba a disfrutar de la conducción, con un tacto mecánico que hoy en día se echa de menos. El consumo combinado de 7.8 l/100km era razonable para la época, permitiendo una autonomía adecuada para la mayoría de los trayectos.
Diseño y estética
El diseño del SEAT Ibiza de 1999, en su versión de 3 puertas, era un reflejo de la estética de finales de los 90. Sus líneas eran redondeadas pero con un toque de deportividad, especialmente en la parte frontal con sus faros característicos. Las dimensiones compactas, con 3876 mm de largo y 1640 mm de ancho, lo hacían muy manejable en entornos urbanos. El interior, aunque funcional y sin grandes lujos, estaba bien resuelto y ofrecía un espacio suficiente para cinco ocupantes, aunque las plazas traseras en la versión de tres puertas eran más adecuadas para trayectos cortos. El maletero de 250 litros era práctico para el uso diario. Era un diseño que, sin ser revolucionario, resultaba atractivo y atemporal para su segmento.
Tecnología y características
En el ámbito tecnológico, el Ibiza 1.6 Signa de 1999 se mantenía fiel a las soluciones probadas de la época. Su motor de gasolina de 1595 cc con inyección indirecta y 2 válvulas por cilindro era un propulsor fiable y de buen rendimiento. La transmisión manual de 5 velocidades era la norma, ofreciendo un control total sobre la entrega de potencia. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y tambores traseros, una configuración estándar que ofrecía una frenada adecuada. Aunque carecía de las ayudas a la conducción modernas, su simplicidad mecánica era una ventaja en términos de mantenimiento y durabilidad. Era un coche que priorizaba la funcionalidad y la robustez sobre la sofisticación tecnológica.
Competencia
En su momento, el SEAT Ibiza 3p 1.6 Signa competía en un segmento muy reñido, enfrentándose a modelos como el Volkswagen Polo, el Ford Fiesta, el Opel Corsa o el Renault Clio. Frente a ellos, el Ibiza ofrecía una propuesta equilibrada, con un buen compromiso entre prestaciones, equipamiento y precio. Su motor de 101 CV lo situaba en una posición ventajosa frente a algunas versiones de sus rivales, ofreciendo un toque extra de dinamismo. Además, su diseño juvenil y su origen español le daban un atractivo particular en el mercado local. Era una opción sólida para quienes buscaban un coche compacto, fiable y con un cierto espíritu deportivo.
Conclusión
El SEAT Ibiza 3p 1.6 Signa de 1999 es más que un simple coche; es un pedazo de historia automotriz que representa una época. Su combinación de un motor enérgico, un diseño funcional y una conducción ágil lo convertían en un compañero ideal para la vida urbana y las escapadas de fin de semana. Aunque los años han pasado y la tecnología ha avanzado, este Ibiza sigue siendo un testimonio de la ingeniería de su tiempo, un coche que ofrecía una experiencia de conducción pura y sin filtros. Es un vehículo que, con el cuidado adecuado, aún puede ofrecer muchas alegrías a quienes aprecian la simplicidad y la autenticidad de los coches de antaño.




