SEAT Altea XL Sport-up 2.0 TDI 170 CV DPF (2007-2008)

2007
Gasóleo
FWD
Manual 6v
SEAT Altea XL - Vista 1
SEAT Altea XL - Vista 2
SEAT Altea XL - Vista 3
SEAT Altea XL - Vista 4

Especificaciones y análisis del SEAT Altea XL

Potencia

170CV

Par

350Nm

Consumo

6.3l/100

Emisiones

168g/km

0-100 km/h

8.7s

Vel. Máx.

211km/h

Peso

1544kg

Precio

25,560

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 6v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

532 L

Depósito

55 L

Potencia

125 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima170 CV / 125 kW
Par máximo350 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito55 L
Maletero532 L

Análisis detallado del SEAT Altea XL Sport-up 2.0 TDI 170 CV DPF (2007-2008)

Descripción general

El SEAT Altea XL Sport-up 2.0 TDI 170 CV DPF de 2007 es una propuesta familiar que no renuncia a la deportividad. Con su motor diésel de 170 CV, prometía un equilibrio entre espacio, prestaciones y un consumo contenido para la época. Era la opción ideal para quienes buscaban la versatilidad de un monovolumen compacto con un toque dinámico.

Experiencia de conducción

Al volante, el Altea XL Sport-up ofrecía una experiencia de conducción sorprendentemente ágil para su tamaño. El motor 2.0 TDI de 170 CV empujaba con contundencia desde bajas revoluciones, proporcionando una respuesta enérgica que invitaba a disfrutar de la carretera. La suspensión, con un tarado más firme en esta versión Sport-up, contenía bien los balanceos de la carrocería, transmitiendo una sensación de control y estabilidad. La dirección asistida eléctrica, aunque no era la más comunicativa, cumplía su función con precisión. En resumen, era un coche que se sentía más dinámico de lo que su silueta familiar podría sugerir, capaz de ofrecer momentos de disfrute sin sacrificar la comodidad en viajes largos.

Diseño y estética

El diseño del SEAT Altea XL Sport-up mantenía la esencia del Altea original, pero con una longitud extra que le otorgaba una silueta más estilizada y funcional. Las líneas fluidas y los faros rasgados le daban un aire moderno y distintivo. La versión Sport-up añadía detalles que realzaban su carácter deportivo, como llantas de aleación de 17 pulgadas y una suspensión ligeramente rebajada, que le conferían una presencia más atlética y robusta en la carretera. El interior, aunque sobrio, destacaba por su funcionalidad y la calidad de los materiales, con un salpicadero bien organizado y asientos cómodos que invitaban a largos trayectos.

Tecnología y características

En 2007, el Altea XL Sport-up incorporaba una tecnología sólida para su segmento. El motor 2.0 TDI de 170 CV con inyección directa por bomba inyector, turbo de geometría variable e intercooler, era un referente en eficiencia y rendimiento. Contaba con un filtro de partículas DPF para reducir las emisiones. La transmisión manual de 6 velocidades permitía aprovechar al máximo el par motor. En cuanto a seguridad, disponía de frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros, y una dirección asistida eléctrica que facilitaba las maniobras. Aunque no contaba con las últimas ayudas a la conducción actuales, ofrecía un equipamiento completo para la época, centrado en la seguridad activa y pasiva.

Competencia

En su momento, el SEAT Altea XL Sport-up competía en un segmento con opciones como el Renault Scénic, el Citroën C4 Picasso o el Ford C-Max. Sin embargo, el Altea XL se diferenciaba por ofrecer un enfoque más dinámico y un diseño con un toque más pasional, especialmente en esta versión Sport-up. Mientras que sus rivales a menudo priorizaban la modularidad y el confort puro, el Altea XL buscaba un equilibrio entre la funcionalidad familiar y una experiencia de conducción más gratificante, con un motor diésel potente que lo desmarcaba de muchas alternativas.

Conclusión

El SEAT Altea XL Sport-up 2.0 TDI 170 CV DPF de 2007 fue un coche que supo combinar con acierto la practicidad de un monovolumen con el dinamismo de un compacto deportivo. Su potente motor diésel, su diseño distintivo y su comportamiento en carretera lo convertían en una opción muy atractiva para familias que no querían renunciar a las sensaciones al volante. Era un vehículo versátil, capaz de afrontar el día a día con comodidad y ofrecer un extra de emoción en los viajes. Un coche que, sin duda, dejó una huella en su segmento por su carácter y equilibrio.