Especificaciones y análisis del Santana 300
Potencia
96CV
Par
132Nm
Consumo
8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
-s
Vel. Máx.
150km/h
Peso
1135kg
Precio
15,194€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
AWD
4 / 3 puertas
- L
42 L
70.6 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Santana 300 Gasolina Metal Top Lujo · 96 CV (2005-2006)
Descripción general
El Santana 300 de 2005, en su versión Gasolina Metal Top Lujo, es un vehículo que evoca una sensación de robustez y aventura. Con su motor de 1.6 litros y 96 CV, este todoterreno de tres puertas se presenta como una opción para quienes buscan un coche con carácter y capacidad para afrontar terrenos difíciles, sin renunciar a un cierto nivel de confort. Su precio de 15.194 € lo posicionaba como una alternativa interesante en su segmento.
Experiencia de conducción
Al volante del Santana 300, la sensación predominante es la de conducir un vehículo auténtico, sin grandes artificios. La dirección de recirculación de bolas y la suspensión, con McPherson delante y eje rígido detrás, transmiten fielmente las irregularidades del terreno, lo que puede resultar emocionante para los amantes de la conducción off-road. El motor de gasolina, aunque no es un derroche de potencia, cumple su función con una entrega de par de 132 Nm a 4000 rpm, suficiente para mover sus 1135 kg. La velocidad máxima de 150 km/h y un consumo combinado de 8 l/100km reflejan su naturaleza más orientada a la funcionalidad que a las prestaciones puras. Es un coche que invita a la aventura, a explorar caminos menos transitados, y que recompensa con una experiencia de conducción directa y sin filtros.
Diseño y estética
El diseño del Santana 300 es inconfundiblemente el de un todoterreno clásico. Sus líneas son sencillas y funcionales, con una estética que prioriza la resistencia y la capacidad sobre el estilo. La carrocería de tres puertas le confiere un aspecto compacto y ágil, ideal para maniobrar en espacios reducidos o en terrenos complicados. Las dimensiones de 3660 mm de largo, 1630 mm de ancho y 1665 mm de alto, junto con una distancia entre ejes de 2200 mm, le otorgan una presencia sólida y equilibrada. Las ruedas con neumáticos 205/70 R15 refuerzan su imagen de vehículo preparado para cualquier desafío. Es un diseño que, aunque no busca la sofisticación, transmite confianza y durabilidad.
Tecnología y características
En el Santana 300 de 2005, la tecnología se centra en la funcionalidad y la fiabilidad mecánica. No esperes grandes pantallas táctiles o sistemas de asistencia a la conducción avanzados. Su motor de gasolina de 1.6 litros con inyección indirecta y culata de aluminio es un ejemplo de ingeniería probada y robusta. La tracción integral (AWD) y la caja de cambios manual de 5 velocidades son los pilares de su capacidad todoterreno, permitiendo al conductor un control total sobre el vehículo. Los frenos de disco delanteros y tambor traseros, junto con la suspensión McPherson y el eje rígido, son soluciones técnicas que priorizan la durabilidad y la eficacia en condiciones exigentes. Es una tecnología pensada para durar y para cumplir su propósito sin complicaciones.
Competencia
En su momento, el Santana 300 competía con otros todoterrenos compactos y robustos, como el Suzuki Jimny o el Lada Niva. Estos vehículos compartían una filosofía similar: ofrecer capacidades off-road a un precio accesible, con un enfoque en la durabilidad y la sencillez mecánica. Frente a ellos, el Santana 300 destacaba por su origen español y su reputación de robustez, aunque quizás con un menor refinamiento en algunos aspectos. Era una opción para aquellos que buscaban una alternativa a los todoterrenos más mainstream, con un toque de autenticidad y una conexión más directa con la conducción.
Conclusión
El Santana 300 Gasolina Metal Top Lujo de 2005 es un vehículo que, a pesar de su sencillez, tiene un encanto especial. Es un coche para quienes valoran la aventura, la robustez y la capacidad todoterreno por encima de las comodidades modernas. Su diseño funcional, su mecánica probada y su precio accesible lo convertían en una opción atractiva para un público específico. Aunque no es el coche más rápido ni el más lujoso, ofrece una experiencia de conducción auténtica y la promesa de llevarte a lugares donde otros vehículos no se atreven. Es un pedazo de historia automotriz española, un compañero fiel para explorar el mundo más allá del asfalto.




