Saab 9-5 SW 3.0 V6 TiD (176CV) Vector · 175 CV (2001-2003)

2002
Gasóleo
FWD
Manual 5v
Saab 9-5 - Vista 1
Saab 9-5 - Vista 2
Saab 9-5 - Vista 3
Saab 9-5 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Saab 9-5

Potencia

175CV

Par

350Nm

Consumo

7.6l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

9.8s

Vel. Máx.

210km/h

Peso

1760kg

Precio

38,600

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

416 L

Depósito

75 L

Potencia

129 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima175 CV / 129 kW
Par máximo350 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito75 L
Maletero416 L

Análisis detallado del Saab 9-5 SW 3.0 V6 TiD (176CV) Vector · 175 CV (2001-2003)

Descripción general

El Saab 9-5 SW 3.0 V6 TiD de 2002 es un vehículo que encarna la esencia de la marca sueca: una combinación de diseño distintivo, seguridad y un toque de excentricidad. Este familiar, con su motor diésel de 175 CV, se presentaba como una opción interesante para quienes buscaban algo diferente en el segmento de las berlinas medias-grandes, ofreciendo un equilibrio entre prestaciones y eficiencia para la época.

Experiencia de conducción

Al volante del Saab 9-5 SW, la sensación es de solidez y confort. El motor V6 TiD, aunque no es un derroche de potencia bruta, entrega sus 175 CV de forma lineal y con un par motor de 350 Nm a 1800 rpm que permite recuperaciones ágiles. La aceleración de 0 a 100 km/h en 9.8 segundos y una velocidad máxima de 210 km/h son cifras respetables para un familiar diésel de su tiempo. La suspensión, tipo McPherson en el eje delantero, filtra bien las irregularidades del terreno, proporcionando un viaje suave. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, ofrece una buena conexión con la carretera. El consumo combinado de 7.6 l/100km era competitivo, haciendo de este Saab un compañero de viaje agradable y relativamente económico para largas distancias.

Diseño y estética

El diseño del Saab 9-5 SW es inconfundiblemente Saab. Su carrocería familiar, con 4828 mm de longitud, 1792 mm de anchura y 1501 mm de altura, destaca por sus líneas fluidas y su característica zaga. Los faros delanteros, con su forma distintiva, y la parrilla frontal le otorgan una personalidad única. El interior, con capacidad para cinco ocupantes, se caracteriza por su ergonomía y la calidad de sus materiales. El maletero, con 416 litros, ofrece una buena capacidad de carga, ampliable al abatir los asientos. La estética general es elegante y funcional, sin caer en estridencias, reflejando la filosofía de diseño escandinava.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Saab 9-5 SW incorporaba soluciones avanzadas para su época. El motor 3.0 V6 TiD, con inyección directa por conducto común, turbo de geometría variable e intercooler, era un ejemplo de ingeniería diésel. La construcción del motor con bloque y culata de aluminio contribuía a la ligereza y eficiencia. Aunque no disponía de Start/Stop, su gestión electrónica optimizaba el rendimiento. En el interior, la instrumentación y los controles estaban orientados al conductor, con una disposición lógica y fácil de usar. La seguridad era una prioridad para Saab, y este modelo no era una excepción, incorporando elementos que lo hacían un coche seguro para la familia.

Competencia

En el mercado de 2002, el Saab 9-5 SW competía con berlinas familiares premium como el Audi A6 Avant, el BMW Serie 5 Touring y el Mercedes-Benz Clase E Estate. También se enfrentaba a modelos como el Volvo V70, con el que compartía una filosofía similar de seguridad y confort. Frente a ellos, el Saab ofrecía una alternativa con un carácter más distintivo y una propuesta de valor centrada en la individualidad y la innovación sueca, aunque quizás con una red de servicio y un valor de reventa menos extendidos que sus rivales alemanes.

Conclusión

El Saab 9-5 SW 3.0 V6 TiD de 2002 es un coche que, a pesar de los años, sigue manteniendo su atractivo para aquellos que valoran la originalidad, la seguridad y un cierto aire de exclusividad. Su motor diésel ofrece un buen compromiso entre prestaciones y consumo, y su diseño atemporal lo convierte en un clásico moderno. Es un vehículo ideal para viajes largos, con un confort de marcha notable y un espacio interior generoso. Un Saab es siempre una elección con personalidad, y este 9-5 SW no es una excepción, representando una era dorada de la ingeniería automotriz sueca.