Saab 9-5 2.3t Aut. · 185 CV (2000-2001)

2000
Gasolina
FWD
Automático 4v
Saab 9-5 - Vista 1
Saab 9-5 - Vista 2
Saab 9-5 - Vista 3
Saab 9-5 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Saab 9-5

Potencia

185CV

Par

280Nm

Consumo

10.4l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

9.5s

Vel. Máx.

225km/h

Peso

-kg

Precio

33,588

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 4v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

500 L

Depósito

75 L

Potencia

136 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima185 CV / 136 kW
Par máximo280 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 4v

Capacidades

Depósito75 L
Maletero500 L

Análisis detallado del Saab 9-5 2.3t Aut. · 185 CV (2000-2001)

Descripción general

El Saab 9-5 de 2000, en su versión 2.3t Aut., es un sedán que encarna la esencia de la marca sueca: seguridad, innovación y un toque de distinción. Con su motor de gasolina de 185 CV y transmisión automática de 4 velocidades, este vehículo prometía una experiencia de conducción suave y potente, ideal para quienes buscaban algo más que un simple medio de transporte.

Experiencia de conducción

Conducir el Saab 9-5 2.3t Aut. es sumergirse en una experiencia de confort y aplomo. Su motor turbo de 185 CV entrega una respuesta contundente, especialmente a bajas revoluciones, lo que se traduce en adelantamientos seguros y una sensación de control en carretera. La transmisión automática, aunque de solo cuatro marchas, gestiona la potencia con suavidad, priorizando el confort en los viajes largos. La suspensión, tipo McPherson en el eje delantero, filtra eficazmente las irregularidades del asfalto, ofreciendo un equilibrio notable entre comodidad y estabilidad. Es un coche que invita a devorar kilómetros con una sonrisa, sintiendo la carretera pero sin sufrir sus imperfecciones.

Diseño y estética

El diseño del Saab 9-5 de 2000 es un reflejo de la filosofía escandinava: funcional, elegante y atemporal. Sus líneas fluidas y su silueta aerodinámica no solo le otorgan una presencia distinguida, sino que también contribuyen a su eficiencia. El frontal, con la característica parrilla de Saab y sus faros alargados, le confiere una mirada penetrante. La zaga, con sus pilotos envolventes, completa un conjunto armonioso y reconocible. En el interior, la ergonomía es clave, con un salpicadero orientado al conductor y materiales de calidad que transmiten una sensación de robustez y buen gusto. Es un diseño que, incluso hoy, mantiene su atractivo y personalidad.

Tecnología y características

En el año 2000, el Saab 9-5 2.3t Aut. incorporaba tecnología avanzada para su época. Su motor de gasolina de 2.290 cc con turbo e intercooler, junto con la inyección indirecta, optimizaba el rendimiento y la eficiencia. La transmisión automática de 4 velocidades, aunque hoy pueda parecer limitada, ofrecía una conducción relajada y sin sobresaltos. En cuanto a seguridad, Saab siempre fue pionera, y este modelo no era una excepción, con sistemas de frenado de disco ventilado en el eje delantero y disco en el trasero, y una estructura de carrocería diseñada para absorber impactos. La dirección asistida y la suspensión independiente contribuían a una dinámica de conducción segura y predecible.

Competencia

En su segmento, el Saab 9-5 2.3t Aut. competía con berlinas premium como el BMW Serie 5, el Mercedes-Benz Clase E y el Audi A6. Frente a ellos, el Saab ofrecía una alternativa con un enfoque más distintivo, priorizando la seguridad, la ergonomía y un diseño menos convencional. Aunque quizás no alcanzaba la deportividad de un BMW o el lujo de un Mercedes, el Saab se desmarcaba con su personalidad única y su reputación de fiabilidad y durabilidad.

Conclusión

El Saab 9-5 2.3t Aut. de 2000 es un coche que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo una opción interesante para aquellos que valoran la comodidad, la seguridad y un toque de exclusividad. Su motor potente y su conducción suave lo hacen ideal para viajes largos, mientras que su diseño atemporal y su interior bien construido ofrecen una experiencia de propiedad gratificante. Es un coche que representa la ingeniería sueca en su máxima expresión, un verdadero clásico moderno que aún tiene mucho que ofrecer.