Especificaciones y análisis del Rover 75
Potencia
131CV
Par
300Nm
Consumo
5.8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
11.3s
Vel. Máx.
185km/h
Peso
1635kg
Precio
28,977€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
400 L
65 L
96 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Rover 75 Tourer 2.0 CDTi Classic · 131 CV (2004-2005)
Descripción general
El Rover 75 Tourer 2.0 CDTi Classic de 2004 es un vehículo que evoca una época de elegancia británica y confort. Con su motor diésel de 131 CV, este familiar ofrecía una propuesta interesante para quienes buscaban distinción y practicidad en un mismo paquete. Su diseño clásico y su enfoque en la comodidad lo diferenciaban en el mercado, prometiendo viajes placenteros y un estilo inconfundible.
Experiencia de conducción
Al volante del Rover 75 Tourer, la sensación predominante es de suavidad y refinamiento. El motor diésel, aunque no es un derroche de potencia, entrega sus 131 CV de manera progresiva, con un par motor de 300 Nm disponible desde las 1900 rpm que facilita los adelantamientos y la conducción en carretera. La suspensión, de tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, está claramente orientada al confort, absorbiendo las irregularidades del asfalto con notable eficacia. La dirección, de cremallera, ofrece una asistencia adecuada para un manejo relajado, aunque no es la más comunicativa. En general, es un coche para disfrutar de los viajes largos con tranquilidad, sin prisas, apreciando la calidad de rodadura y el aislamiento acústico. No es un coche para buscar sensaciones deportivas, sino para deleitarse con un viaje sereno y confortable.
Diseño y estética
El diseño del Rover 75 Tourer es, sin duda, uno de sus puntos más fuertes y distintivos. Inspirado en la estética clásica británica, sus líneas son elegantes y atemporales, con una parrilla frontal prominente, faros redondos y una silueta que irradia sofisticación. La versión familiar, el Tourer, integra la parte trasera de forma armoniosa, manteniendo la elegancia del sedán y añadiendo una dosis extra de funcionalidad. Los detalles cromados, las llantas de 16 pulgadas con neumáticos 215/55 R16 y la cuidada elección de los materiales en el interior, con un salpicadero que combina madera y cuero, refuerzan esa atmósfera de lujo discreto. Es un coche que, incluso hoy, sigue atrayendo miradas por su singular belleza y su alejamiento de las tendencias más modernas y agresivas.
Tecnología y características
En 2004, el Rover 75 Tourer 2.0 CDTi Classic incorporaba una tecnología sólida y funcional para su época. Su motor diésel de 1951 cc, con inyección directa por conducto común, turbo e intercooler, era un propulsor eficiente y fiable, capaz de ofrecer un consumo combinado de 5.8 l/100km. La transmisión manual de 5 velocidades, aunque no es la más moderna, cumplía su función con suavidad. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados de 284 mm delante y discos de 280 mm detrás, garantizando una frenada efectiva. La suspensión, con estabilizadoras en ambos ejes, contribuía a una buena estabilidad en carretera. Si bien no destacaba por innovaciones tecnológicas disruptivas, ofrecía un conjunto bien equilibrado y probado, enfocado en la durabilidad y el confort de marcha.
Competencia
En su segmento, el Rover 75 Tourer 2.0 CDTi Classic se enfrentaba a rivales de peso como el Volkswagen Passat Variant, el Audi A4 Avant, el BMW Serie 3 Touring o el Mercedes-Benz Clase C Estate. Frente a ellos, el Rover ofrecía un enfoque más clásico y distintivo en el diseño, priorizando el confort y la elegancia sobre la deportividad o la tecnología de vanguardia. Su precio de 28.977 € lo situaba en una posición competitiva, ofreciendo un nivel de equipamiento y acabados que, para muchos, justificaba su elección frente a las opciones alemanas, a menudo más caras y con un diseño más sobrio. Era una alternativa para aquellos que buscaban algo diferente, con carácter y un toque de exclusividad británica.
Conclusión
El Rover 75 Tourer 2.0 CDTi Classic de 2004 es un coche que, a pesar del paso del tiempo, conserva un encanto especial. Es un vehículo para quienes valoran la elegancia, el confort y un estilo distintivo. Su motor diésel ofrece un rendimiento adecuado para el día a día y los viajes largos, con un consumo contenido. Si bien no es el coche más dinámico o tecnológicamente avanzado de su época, su diseño atemporal y su enfoque en la calidad de vida a bordo lo convierten en una opción interesante para los amantes de los clásicos modernos. Es un coche que invita a disfrutar del camino, a saborear cada kilómetro con una sensación de distinción y tranquilidad.