Especificaciones y análisis del Rover 25
Potencia
117CV
Par
160Nm
Consumo
8.3l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
10.5s
Vel. Máx.
174km/h
Peso
-kg
Precio
16,781€
Resumen técnico
Gasolina
Automático Múltiplesv
FWD
5 / 3 puertas
304 L
50 L
86 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Rover Streetwise 1.8 CVT S 3p (117 CV) · 117 CV (2004-2006)
Descripción general
El Rover 25 Streetwise 1.8 CVT S de 2000 es un vehículo que, a pesar de su tamaño compacto, prometía una experiencia de conducción distintiva. Con su motor de gasolina de 117 CV y una transmisión automática, se presentaba como una opción interesante para quienes buscaban un coche urbano con un toque diferente y cierto aire aventurero, aunque sin llegar a ser un SUV. Su precio de 16.781 € en su momento lo situaba en un segmento competitivo, buscando atraer a un público que valoraba la comodidad y un estilo particular.
Experiencia de conducción
Al volante del Rover 25 Streetwise, la sensación predominante es la de un coche ágil y fácil de manejar en el entorno urbano. La transmisión automática CVT, aunque no es la más deportiva, ofrece una suavidad notable en la entrega de potencia, haciendo que la conducción sea relajada. Los 117 CV del motor de 1.8 litros son suficientes para moverse con soltura, aunque no esperes aceleraciones fulgurantes (0 a 100 km/h en 10.5 segundos). La suspensión, con un tarado que busca el equilibrio, absorbe bien las irregularidades del asfalto, contribuyendo a un viaje confortable. Sin embargo, en carreteras más exigentes, su comportamiento puede sentirse menos preciso que el de algunos de sus rivales más dinámicos. El consumo combinado de 8.3 l/100km es razonable para la época y el tipo de motor.
Diseño y estética
El diseño del Rover 25 Streetwise es, sin duda, uno de sus puntos más característicos. Se desmarcaba del Rover 25 convencional con una estética más robusta y aventurera, inspirada en los SUV, aunque manteniendo las dimensiones de un compacto de 3 puertas. Los paragolpes más prominentes, las molduras laterales y una mayor altura libre al suelo le conferían una imagen distintiva y algo 'off-road' que lo hacía destacar en el tráfico. En el interior, la funcionalidad primaba, con un diseño sobrio pero bien resuelto, y una habitabilidad correcta para su segmento, aunque las plazas traseras en la versión de 3 puertas eran más adecuadas para trayectos cortos o para niños. El maletero de 304 litros ofrecía una capacidad adecuada para el uso diario.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Rover 25 Streetwise de 2000 se situaba en la media de su época. Contaba con un motor de gasolina de 1.8 litros con inyección indirecta, un sistema probado y fiable. La transmisión automática de tipo CVT era una característica destacada, ofreciendo una experiencia de conducción suave y sin tirones, aunque a veces podía generar una sensación de 'resbalamiento' típica de este tipo de cajas. En cuanto a la seguridad, disponía de los elementos básicos de la época, como frenos de disco delanteros y tambor traseros, y una suspensión McPherson en el eje delantero. No era un coche que destacara por innovaciones tecnológicas punteras, sino por ofrecer un conjunto equilibrado y funcional.
Competencia
En el mercado de compactos de principios de los 2000, el Rover 25 Streetwise se enfrentaba a una competencia feroz. Sus rivales directos incluían modelos como el Ford Fiesta, el Opel Corsa, el Volkswagen Polo o el Renault Clio. Sin embargo, su enfoque 'crossover' lo diferenciaba ligeramente, compitiendo también con versiones más robustas o con cierto aire campero de otros compactos, aunque sin llegar a ser un SUV puro. Su principal baza frente a ellos era su diseño distintivo y la comodidad de su transmisión automática, buscando un nicho de mercado que valorara la estética y la facilidad de conducción por encima de las prestaciones puras o la tecnología de vanguardia.
Conclusión
El Rover 25 Streetwise 1.8 CVT S de 2000 fue un intento valiente de Rover por ofrecer algo diferente en el segmento de los compactos. Su diseño 'crossover' le otorgaba una personalidad única, y su motor de 117 CV junto a la transmisión automática CVT lo convertían en un coche cómodo y agradable para el día a día, especialmente en la ciudad. No era el más rápido ni el más tecnológico, pero ofrecía un equilibrio interesante entre estilo, confort y funcionalidad. Para aquellos que buscaban un compacto con un toque distintivo y una conducción relajada, el Streetwise era una opción a considerar, un coche que, a pesar de sus limitaciones, dejaba una huella emocional por su singularidad.




