Especificaciones y análisis del Renault Laguna
Potencia
107CV
Par
250Nm
Consumo
5.9l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.3s
Vel. Máx.
187km/h
Peso
1380kg
Precio
21,910€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
520 L
66 L
79 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Renault Laguna Break 1.9 dCi RXE · 107 CV (2000-2001)
Descripción general
El Renault Laguna Break 1.9 dCi RXE de 1998 es un vehículo que, a pesar de los años, evoca una época donde la funcionalidad y la comodidad familiar eran primordiales. Con su motor diésel de 107 CV, prometía ser un compañero fiel para los viajes largos y el día a día, ofreciendo un equilibrio entre rendimiento y economía.
Experiencia de conducción
Al volante de este Laguna Break, la sensación es de solidez y confort. El motor 1.9 dCi, con sus 107 CV y un par motor de 250 Nm a 1750 rpm, ofrece una respuesta adecuada para su peso y tamaño, permitiendo una conducción relajada y eficiente. La aceleración de 0 a 100 km/h en 12.3 segundos no es fulgurante, pero sí suficiente para incorporaciones y adelantamientos con seguridad. La velocidad máxima de 187 km/h es más que respetable para un familiar de su época. La suspensión, de tipo McPherson delante y rueda tirada con elemento torsional detrás, filtra bien las irregularidades del terreno, proporcionando un viaje suave para todos los ocupantes. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, ofrece una conexión decente con la carretera, y el diámetro de giro de 10.8 metros facilita las maniobras en ciudad. El consumo combinado de 5.9 l/100km es un punto fuerte, haciendo de este Laguna una opción económica en el uso diario.
Diseño y estética
El diseño del Renault Laguna Break de 1998 es un reflejo de la estética automotriz de finales de los 90. Sus líneas son suaves y funcionales, priorizando el espacio y la aerodinámica. La carrocería familiar, o 'Break', se integra armoniosamente, ofreciendo una silueta elegante y práctica. Con 4628 mm de largo, 1752 mm de ancho y 1470 mm de alto, sus proporciones son equilibradas. El maletero de 520 litros es generoso, ideal para familias o para quienes necesitan gran capacidad de carga. Las llantas de 16 pulgadas con neumáticos 205/55 R16 le otorgan una presencia robusta y un buen agarre. Aunque no es un diseño que busque la espectacularidad, su funcionalidad y la atemporalidad de sus formas le confieren un encanto particular.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Laguna Break 1.9 dCi RXE de 1998 incorporaba soluciones avanzadas para su tiempo. El motor diésel de inyección directa por conducto común y turbo era una muestra de la ingeniería de Renault para ofrecer eficiencia y rendimiento. La transmisión manual de 5 velocidades, aunque estándar, era robusta y fiable. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y tambor traseros, una configuración común en la época. La suspensión independiente en ambos ejes y las barras estabilizadoras contribuían a una buena dinámica de conducción. Aunque carecía de las ayudas electrónicas a la conducción modernas, su equipamiento RXE solía incluir elementos de confort como elevalunas eléctricos, cierre centralizado y aire acondicionado, que mejoraban la experiencia a bordo.
Competencia
En su segmento, el Renault Laguna Break 1.9 dCi RXE competía con otros familiares diésel de la época, como el Peugeot 406 Break, el Ford Mondeo Wagon, el Opel Vectra Caravan o el Volkswagen Passat Variant. Cada uno ofrecía sus propias virtudes, pero el Laguna destacaba por su confort de marcha, su motor diésel eficiente y su amplio espacio interior, posicionándose como una opción muy atractiva para las familias que buscaban un coche práctico y económico.
Conclusión
El Renault Laguna Break 1.9 dCi RXE de 1998 es un coche que, a pesar de su edad, sigue siendo un testimonio de la ingeniería y el diseño de Renault en una época dorada. Ofrece un equilibrio notable entre confort, espacio y eficiencia, lo que lo convierte en una opción interesante para quienes buscan un vehículo familiar con un toque de nostalgia y una fiabilidad contrastada. Su motor diésel es un compañero incansable, y su diseño funcional sigue siendo práctico hoy en día. Es un coche que invita a disfrutar del viaje, sin prisas, pero con la seguridad de llegar a destino.