Renault Laguna 1.9 dTi RT · 98 CV (2000-2001)

1998
Gasóleo
FWD
Manual 5v
Renault Laguna - Vista 1
Renault Laguna - Vista 2
Renault Laguna - Vista 3
Renault Laguna - Vista 4

Especificaciones y análisis del Renault Laguna

Potencia

98CV

Par

190Nm

Consumo

5.5l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

12.5s

Vel. Máx.

185km/h

Peso

1310kg

Precio

18,350

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

452 L

Depósito

66 L

Potencia

72 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima98 CV / 72 kW
Par máximo190 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito66 L
Maletero452 L

Análisis detallado del Renault Laguna 1.9 dTi RT · 98 CV (2000-2001)

Descripción general

El Renault Laguna 1.9 dTi RT de 1998 es un vehículo que, a pesar de los años, sigue evocando una sensación de familiaridad y confort. Con su motor diésel de 98 CV y una transmisión manual de 5 velocidades, se presentaba como una opción equilibrada para quienes buscaban eficiencia y espacio en la época. Su diseño de cinco puertas lo hacía práctico para el día a día, y su precio de 18.350 € lo posicionaba como una alternativa atractiva en el segmento.

Experiencia de conducción

Al volante del Laguna 1.9 dTi RT, la sensación predominante es de suavidad y estabilidad. El motor diésel, aunque no es un derroche de potencia, entrega sus 98 CV de forma progresiva, permitiendo una conducción relajada tanto en ciudad como en carretera. La aceleración de 0 a 100 km/h en 12.5 segundos y una velocidad máxima de 185 km/h no lo convierten en un deportivo, pero sí en un compañero fiable para viajes largos. El consumo combinado de 5.5 l/100km es un punto a favor, invitando a disfrutar de cada kilómetro sin preocuparse excesivamente por el repostaje. La suspensión, tipo McPherson delante y de rueda tirada con elemento torsional detrás, filtra bien las irregularidades del terreno, ofreciendo un viaje confortable para todos los ocupantes.

Diseño y estética

El diseño del Renault Laguna de 1998 es un reflejo de la estética automotriz de finales de los 90: líneas suaves y redondeadas, sin estridencias, buscando la funcionalidad y la elegancia discreta. Sus 4508 mm de largo, 1752 mm de ancho y 1433 mm de alto le otorgan una presencia sólida en la carretera. Las cinco puertas y el maletero de 452 litros subrayan su vocación familiar y práctica. Aunque no es un coche que busque llamar la atención por su audacia, su diseño atemporal le permite envejecer con dignidad, manteniendo un aire de coche bien resuelto y pensado para el uso diario.

Tecnología y características

En el corazón tecnológico de este Laguna encontramos un motor diésel de 1.9 litros con inyección directa y turbo, una configuración que en su momento representaba un buen equilibrio entre rendimiento y eficiencia. Sus 98 CV y 190 Nm de par a 2000 rpm aseguran una respuesta adecuada para la mayoría de situaciones. La transmisión manual de 5 velocidades, aunque sencilla, es robusta y eficaz. En cuanto a la seguridad y el confort, el Laguna incorporaba elementos que eran estándar o deseables en su época, como la dirección asistida y los frenos de disco ventilados delanteros, que garantizaban una conducción segura y predecible. Aunque carece de las sofisticaciones electrónicas de los coches modernos, su tecnología se centra en la fiabilidad y la funcionalidad.

Competencia

En su segmento, el Renault Laguna 1.9 dTi RT de 1998 se enfrentaba a competidores de peso como el Ford Mondeo, el Opel Vectra o el Peugeot 406. Todos ellos ofrecían propuestas similares en cuanto a espacio, confort y motorizaciones diésel. El Laguna se distinguía por su enfoque en la comodidad y una estética que, si bien no era la más atrevida, sí resultaba muy agradable y funcional para el público familiar. Su relación calidad-precio y la reputación de Renault en el mercado europeo lo convertían en una opción muy a tener en cuenta frente a sus rivales directos.

Conclusión

El Renault Laguna 1.9 dTi RT de 1998 es un coche que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo un ejemplo de lo que un buen familiar diésel podía ofrecer. Su equilibrio entre confort, eficiencia y espacio lo hacía ideal para la vida cotidiana y los viajes. Aunque no es un vehículo que destaque por su deportividad o por una tecnología de vanguardia para los estándares actuales, su fiabilidad mecánica y su diseño funcional lo convierten en un clásico práctico. Es un coche que invita a la nostalgia, a recordar una época donde la sencillez y la robustez eran valores fundamentales en la automoción.