Renault Gran Espace 2.0 + Expression Aut. · 140 CV (2000-2002)

1997
Gasolina
FWD
Automático 4v
Renault Grand Espace - Vista 1
Renault Grand Espace - Vista 2
Renault Grand Espace - Vista 3
Renault Grand Espace - Vista 4

Especificaciones y análisis del Renault Grand Espace

Potencia

140CV

Par

188Nm

Consumo

9.4l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

12.4s

Vel. Máx.

180km/h

Peso

1560kg

Precio

31,260

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 4v

Tracción

FWD

Plazas

7 / 5 puertas

Maletero

275 L

Depósito

78 L

Potencia

103 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima140 CV / 103 kW
Par máximo188 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 4v

Capacidades

Depósito78 L
Maletero275 L

Análisis detallado del Renault Gran Espace 2.0 + Expression Aut. · 140 CV (2000-2002)

Descripción general

El Renault Grand Espace de 1997, en su versión 2.0 Expression Automático, es un monovolumen que marcó una época. Con su diseño espacioso y su enfoque en la comodidad familiar, este vehículo se presentaba como una solución ideal para aquellos que buscaban amplitud y funcionalidad en sus viajes. Su motor de gasolina de 140 CV, combinado con una transmisión automática de 4 velocidades, prometía una conducción suave y relajada, perfecta para el día a día y las escapadas de fin de semana. Era un coche que invitaba a la aventura familiar, a los viajes largos sin preocupaciones y a disfrutar del camino con todos los seres queridos a bordo.

Experiencia de conducción

Al volante del Grand Espace, la sensación predominante es de confort y amplitud. La posición de conducción elevada ofrece una excelente visibilidad, mientras que la suspensión, aunque no deportiva, filtra eficazmente las irregularidades del terreno, proporcionando un viaje placentero para todos los ocupantes. El motor de 2.0 litros y 140 CV, aunque no es un derroche de potencia, mueve con soltura el conjunto, especialmente en un uso tranquilo. La transmisión automática contribuye a una experiencia de conducción relajada, ideal para la ciudad y los trayectos largos por autopista. No es un coche para emociones fuertes, sino para disfrutar de la tranquilidad y el espacio que ofrece.

Diseño y estética

El diseño del Renault Grand Espace de 1997 es un claro reflejo de su propósito: maximizar el espacio interior y la funcionalidad. Sus líneas son suaves y redondeadas, con una silueta que prioriza la habitabilidad. La gran superficie acristalada no solo aporta luminosidad al interior, sino que también contribuye a una sensación de amplitud. Aunque no es un coche que busque la deportividad, su estética es agradable y atemporal, con una presencia robusta y familiar. El interior, con sus siete plazas, es versátil y permite múltiples configuraciones, adaptándose a las necesidades de cada momento. Es un diseño que, sin ser revolucionario, cumple a la perfección con su cometido.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Grand Espace de 1997 incorporaba elementos que, para su época, eran bastante avanzados y orientados al confort y la seguridad. Contaba con un motor de inyección indirecta, una transmisión automática de cuatro velocidades que facilitaba la conducción, y frenos de disco en ambos ejes, ventilados en la parte delantera, para una frenada eficaz. La dirección de cremallera ofrecía una buena respuesta, y la suspensión tipo McPherson en el eje delantero contribuía a un buen comportamiento en carretera. Aunque no disponía de las ayudas a la conducción modernas, su equipamiento estaba pensado para hacer la vida a bordo más cómoda y segura para toda la familia.

Competencia

En su segmento, el Renault Grand Espace de 1997 se enfrentaba a competidores como el Chrysler Voyager, el Ford Galaxy o el Volkswagen Sharan. Todos ellos buscaban ofrecer el máximo espacio y versatilidad para las familias, pero el Grand Espace se distinguía por su enfoque en el confort y su diseño interior modular. Mientras algunos rivales podían ofrecer motores más potentes o un tacto de conducción más dinámico, el Grand Espace apostaba por la suavidad, la amplitud y una experiencia de viaje relajada, lo que lo convertía en una opción muy atractiva para aquellos que valoraban estas cualidades por encima de todo.

Conclusión

El Renault Grand Espace 2.0 Expression Automático de 1997 es un vehículo que, a pesar de los años, sigue siendo un referente en el segmento de los monovolúmenes. Su combinación de espacio, confort y una mecánica fiable lo convierten en una opción interesante para quienes buscan un coche familiar práctico y versátil. No es el más rápido ni el más deportivo, pero cumple con creces su función de transportar a la familia con comodidad y seguridad. Es un coche que evoca recuerdos de viajes en familia, de aventuras y de la libertad que solo un vehículo tan espacioso puede ofrecer. Un clásico que sigue teniendo su encanto.