Especificaciones y análisis del Renault Fluence
Potencia
95CV
Par
226Nm
Consumo
-l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
13s
Vel. Máx.
135km/h
Peso
1680kg
Precio
19,960€
Resumen técnico
Eléctrico
Automático 1v
FWD
5 / 4 puertas
317 L
- L
70 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Renault Fluence Z.E. Prime Time · 95 CV (2011)
Descripción general
El Renault Fluence Z.E. Prime Time de 2011 nos introduce en una era donde la movilidad eléctrica comenzaba a tomar forma. Este sedán, con su propuesta de cero emisiones, buscaba ofrecer una alternativa ecológica y eficiente para el día a día, marcando un hito en la estrategia de electrificación de Renault. Su llegada al mercado representó un paso audaz hacia un futuro más sostenible, aunque con las limitaciones propias de la tecnología de su tiempo.
Experiencia de conducción
Al volante del Fluence Z.E., la experiencia es de una suavidad y silencio notables. La ausencia de ruido del motor de combustión y las vibraciones se traduce en un confort de marcha superior, ideal para la conducción urbana y periurbana. La aceleración, aunque no fulgurante (13 segundos de 0 a 100 km/h), es lineal y suficiente para moverse con agilidad en el tráfico. La velocidad máxima de 135 km/h lo limita en vías rápidas, pero su enfoque principal es la eficiencia y la tranquilidad. La dirección asistida eléctrica contribuye a una conducción relajada, mientras que la suspensión, tipo McPherson delante y de rueda tirada con elemento torsional detrás, filtra bien las irregularidades del asfalto, ofreciendo un equilibrio entre comodidad y estabilidad.
Diseño y estética
Estéticamente, el Fluence Z.E. mantiene la línea sobria y elegante del Fluence de combustión, pero incorpora detalles distintivos que lo identifican como un vehículo eléctrico. Sus dimensiones, con 4748 mm de largo, 1813 mm de ancho y 1458 mm de alto, le otorgan una presencia imponente. El diseño de la carrocería de cuatro puertas busca maximizar la aerodinámica para optimizar la autonomía. Aunque no es un coche que busque la espectacularidad visual, su diseño funcional y proporcionado lo convierte en un sedán atractivo y discreto, con un interior que prioriza la habitabilidad y la ergonomía.
Tecnología y características
La tecnología del Fluence Z.E. se centra en su propulsión eléctrica. Equipa un motor de 95 CV (70 kW) alimentado por una batería de iones de litio de 25.87 kWh de capacidad bruta (22 kWh útiles), ubicada en la parte trasera. Esta configuración le otorga una autonomía que, si bien no es comparable con los estándares actuales, era competitiva en su momento. La recarga completa en corriente alterna (AC) requería unas 10 horas, un tiempo considerable que demandaba una planificación cuidadosa. La transmisión automática de una sola velocidad simplifica la conducción, eliminando la necesidad de cambios de marcha y contribuyendo a la suavidad general del vehículo. A pesar de su enfoque eléctrico, carecía de algunas de las características de conectividad y asistentes a la conducción que hoy consideramos estándar.
Competencia
En su época, el Renault Fluence Z.E. se enfrentaba a un mercado incipiente de vehículos eléctricos. Sus principales rivales eran modelos como el Nissan Leaf, que ofrecía una propuesta similar en cuanto a movilidad eléctrica, aunque con un formato de hatchback. Otros competidores indirectos podrían ser vehículos híbridos enchufables que comenzaban a aparecer, o incluso sedanes compactos de combustión que ofrecían un precio similar, pero con la desventaja de las emisiones y el mayor coste de combustible. Su propuesta de sedán eléctrico lo posicionaba en un nicho específico, buscando atraer a aquellos que valoraban el espacio y la comodidad de un tres volúmenes con la ventaja de la propulsión eléctrica.
Conclusión
El Renault Fluence Z.E. Prime Time fue un pionero, un coche que se atrevió a soñar con un futuro eléctrico cuando pocos lo hacían. Si bien sus prestaciones y autonomía pueden parecer modestas hoy en día, en su momento representó un paso significativo hacia la electrificación del transporte. Ofrecía una experiencia de conducción tranquila y eficiente, ideal para el uso diario, y su diseño sobrio lo hacía apto para un público amplio. Fue un vehículo que, a pesar de sus limitaciones, sentó las bases para la evolución de los vehículos eléctricos de Renault y contribuyó a la concienciación sobre la importancia de la movilidad sostenible. Un coche con alma de pionero, que merece ser recordado por su valentía y su visión de futuro.