Peugeot 206 SW X-Line 2.0 HDi 90 · 90 CV (2002-2005)

2002
Gasóleo
FWD
Manual 5v
Peugeot 206 - Vista 1
Peugeot 206 - Vista 2
Peugeot 206 - Vista 3
Peugeot 206 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Peugeot 206

Potencia

90CV

Par

205Nm

Consumo

5.1l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

12.8s

Vel. Máx.

183km/h

Peso

1116kg

Precio

13,880

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

313 L

Depósito

50 L

Potencia

66 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima90 CV / 66 kW
Par máximo205 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito50 L
Maletero313 L

Análisis detallado del Peugeot 206 SW X-Line 2.0 HDi 90 · 90 CV (2002-2005)

Descripción general

El Peugeot 206 SW X-Line 2.0 HDi 90 de 2002 es un familiar compacto que, a pesar de sus años, sigue evocando una sensación de practicidad y encanto. Con su motor diésel de 90 CV, prometía una combinación de eficiencia y un rendimiento adecuado para el día a día, convirtiéndose en una opción interesante para quienes buscaban un coche versátil sin grandes pretensiones.

Experiencia de conducción

Al volante, el 206 SW X-Line 2.0 HDi 90 ofrecía una experiencia de conducción honesta. Sus 90 CV, entregados por un motor diésel de 2.0 litros, proporcionaban una respuesta suficiente para moverse con soltura en ciudad y afrontar viajes por carretera sin agobios. La aceleración de 0 a 100 km/h en 12.8 segundos no era fulgurante, pero sí adecuada para su segmento y propósito. La velocidad máxima de 183 km/h permitía mantener cruceros estables. El consumo combinado de 5.1 l/100km era uno de sus puntos fuertes, haciendo de él un compañero económico. La suspensión, tipo McPherson delante, ofrecía un buen equilibrio entre confort y estabilidad, absorbiendo las irregularidades del asfalto sin sacrificar demasiado la sensación de control. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, transmitía una conexión decente con la carretera. En general, era un coche que se sentía predecible y fácil de manejar, ideal para el uso familiar.

Diseño y estética

El diseño del Peugeot 206 SW X-Line mantenía la esencia del 206 original, pero con una extensión en la parte trasera que le otorgaba una silueta más funcional y espaciosa. Sus líneas eran suaves y redondeadas, características de la época, con un frontal amigable y unos faros que le daban personalidad. La versión familiar lograba integrar el volumen extra de forma armoniosa, sin que pareciera un añadido forzado. El interior, aunque sencillo en su acabado X-Line, era funcional y estaba bien organizado, con una estética que priorizaba la ergonomía y la facilidad de uso. Los 4.028 mm de longitud, 1.652 mm de ancho y 1.460 mm de alto, junto con una distancia entre ejes de 2.442 mm, le conferían unas proporciones compactas pero con un maletero de 313 litros que lo hacía muy práctico para su tamaño.

Tecnología y características

En 2002, la tecnología del Peugeot 206 SW X-Line 2.0 HDi 90 se centraba en la fiabilidad y la eficiencia. Su motor diésel de inyección directa por conducto común con turbo era un avance significativo para la época, ofreciendo un buen rendimiento y un consumo contenido. La transmisión manual de 5 velocidades era la norma, y su embrague monodisco en seco garantizaba un funcionamiento suave. Aunque no contaba con las sofisticaciones electrónicas de los coches actuales, su tecnología estaba orientada a la durabilidad y a ofrecer una experiencia de conducción sin complicaciones. Los frenos de disco ventilados delanteros y tambor traseros eran adecuados para su peso y prestaciones, y la dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, cumplía su función con precisión.

Competencia

En su momento, el Peugeot 206 SW X-Line 2.0 HDi 90 competía en el segmento de los familiares compactos con modelos como el Renault Clio Grandtour, el Skoda Fabia Combi o el SEAT Ibiza ST. Frente a ellos, el 206 SW destacaba por su diseño distintivo, su motor diésel eficiente y su equilibrio entre confort y agilidad. Aunque otros rivales podían ofrecer más espacio interior o un equipamiento más completo en versiones superiores, el 206 SW X-Line se posicionaba como una opción atractiva por su relación calidad-precio y su practicidad para el día a día.

Conclusión

El Peugeot 206 SW X-Line 2.0 HDi 90 de 2002 fue un coche que supo combinar la versatilidad de un familiar con la agilidad de un compacto. Su motor diésel, eficiente y con un rendimiento adecuado, lo convertía en una opción económica y fiable para familias o para quienes necesitaban un espacio extra sin renunciar a la facilidad de manejo. Aunque los años han pasado, su encanto perdura, recordándonos una época donde la sencillez y la funcionalidad eran valores primordiales en el diseño automotriz. Un coche que, sin grandes alardes, cumplía con creces su cometido y dejaba una huella de satisfacción en sus propietarios.