Especificaciones y análisis del Opel Vectra
Potencia
116CV
Par
170Nm
Consumo
7.4l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
11s
Vel. Máx.
203km/h
Peso
1378kg
Precio
19,004€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
480 L
60 L
85 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Opel Vectra 5p Edition 2000 1.8 16v · 116 CV (1999-2000)
Descripción general
El Opel Vectra 5p Edition 2000 1.8 16v, un vehículo que marcó una época entre 1999 y 2000, se presenta como una berlina de cinco puertas que combinaba la funcionalidad con un toque de distinción. Con su motor de gasolina de 1.8 litros y 116 CV, ofrecía una propuesta equilibrada para aquellos que buscaban un coche fiable y capaz para el día a día, sin renunciar a ciertas prestaciones. Su diseño, aunque sobrio, prometía durabilidad y un confort adecuado para viajes largos, consolidando la reputación de Opel en el segmento de las berlinas medias.
Experiencia de conducción
Al volante del Vectra, la sensación predominante era de solidez y control. El motor de 116 CV, aunque no era un derroche de potencia, respondía con suficiencia en la mayoría de las situaciones, permitiendo una conducción fluida tanto en ciudad como en carretera. La caja de cambios manual de cinco velocidades se sentía precisa, y la dirección, aunque carecía de la inmediatez de modelos más deportivos, transmitía confianza. La suspensión, tipo McPherson en el eje delantero, absorbía bien las irregularidades del terreno, ofreciendo un confort de marcha notable para la época. Era un coche que invitaba a la calma, a disfrutar del trayecto sin sobresaltos, con una estabilidad que inspiraba seguridad en cada curva.
Diseño y estética
El diseño del Opel Vectra 5p Edition 2000 era un reflejo de la filosofía de Opel de finales de los 90: líneas limpias, funcionales y atemporales. Su carrocería berlina de cinco puertas, con una longitud de 4495 mm, una anchura de 1707 mm y una altura de 1425 mm, ofrecía una presencia discreta pero elegante. Los faros delanteros, de formas suaves, se integraban armoniosamente con la parrilla, mientras que la zaga, con un portón práctico, completaba un conjunto equilibrado. El interior, aunque no destacaba por lujos, era ergonómico y espacioso, con un maletero de 480 litros que lo hacía muy versátil para familias o para quienes necesitaban espacio de carga. Era un diseño que priorizaba la utilidad y la durabilidad sobre las modas pasajeras.
Tecnología y características
En su momento, el Opel Vectra 5p Edition 2000 incorporaba una tecnología que, si bien no era revolucionaria, sí era efectiva y fiable. Su motor de gasolina de 1.8 litros y 16 válvulas, con inyección indirecta, ofrecía un buen equilibrio entre rendimiento y consumo, con una cifra combinada de 7.4 l/100km. La transmisión manual de cinco velocidades era un estándar en la época, y su tracción delantera garantizaba un comportamiento predecible. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados en el eje delantero y discos sólidos en el trasero, complementados por una dirección de cremallera que aseguraba un buen control. Aunque carecía de las ayudas electrónicas modernas, su ingeniería mecánica estaba pensada para ofrecer una experiencia de conducción segura y sin complicaciones.
Competencia
En el competitivo segmento de las berlinas medias, el Opel Vectra 5p Edition 2000 se enfrentaba a duros rivales como el Ford Mondeo, el Volkswagen Passat o el Renault Laguna. Cada uno de ellos ofrecía sus propias virtudes, pero el Vectra se distinguía por su equilibrio general, su fiabilidad mecánica y su relación calidad-precio. Si bien otros podían ofrecer un diseño más atrevido o un interior más lujoso, el Vectra se mantenía firme como una opción sensata y duradera, ideal para aquellos que buscaban un coche para el día a día sin grandes pretensiones, pero con la garantía de una marca consolidada.
Conclusión
El Opel Vectra 5p Edition 2000 1.8 16v fue un coche que, sin ser un icono de la deportividad o el lujo, se ganó un lugar en el corazón de muchos conductores por su honestidad y su buen hacer. Era un compañero fiel, un vehículo que cumplía con creces su cometido de transportar a sus ocupantes de forma cómoda y segura. Su fiabilidad mecánica, su espacio interior y su consumo contenido lo convertían en una opción muy atractiva para familias y profesionales. Hoy en día, sigue siendo un testimonio de una época en la que los coches se construían para durar, ofreciendo una experiencia de conducción sencilla pero gratificante.




