Especificaciones y análisis del Opel Signum
Potencia
122CV
Par
167Nm
Consumo
-l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
-s
Vel. Máx.
-km/h
Peso
-kg
Precio
32,030€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 1v
FWD
5 / 5 puertas
365 L
60 L
90 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Opel Signum Cosmo 1.8 16V Aut. · 122 CV (2004-2005)
Descripción general
El Opel Signum de 2003, en su versión Cosmo 1.8 16V Automático, se presentaba como una propuesta audaz y diferente en el segmento de las berlinas medias. Con una longitud de 4636 mm y una distancia entre ejes de 2830 mm, buscaba ofrecer un espacio interior superior y una versatilidad que lo diferenciara de sus competidores más tradicionales. Su diseño, aunque basado en la plataforma del Vectra, intentaba proyectar una imagen más sofisticada y práctica, ideal para aquellos que buscaban algo más que una simple berlina.
Experiencia de conducción
Al volante del Signum 1.8 16V Automático, la sensación general es de confort y suavidad. El motor de 122 CV, aunque no es un derroche de potencia, cumple con creces para una conducción tranquila y relajada. La transmisión automática, con sus transiciones fluidas, contribuye a una experiencia de viaje sin sobresaltos, ideal para largos trayectos. La suspensión, de tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, filtra bien las irregularidades del asfalto, proporcionando un buen equilibrio entre comodidad y estabilidad. La dirección, sensible a la velocidad, ofrece una asistencia adecuada, facilitando las maniobras en ciudad y aportando confianza en carretera. No es un coche para emociones fuertes, sino para disfrutar del viaje con serenidad.
Diseño y estética
El diseño del Opel Signum de 2003 es, sin duda, uno de sus puntos más distintivos. Con una silueta que se sitúa a medio camino entre una berlina y un monovolumen, el Signum buscaba maximizar el espacio interior y la funcionalidad. Su frontal, con los faros alargados y la parrilla característica de Opel de la época, le otorgaba una presencia robusta. La línea de techo ligeramente elevada y la zaga con un portón de gran tamaño enfatizaban su vocación práctica. Las llantas de 16 pulgadas con neumáticos 215/55 R16 H complementaban su estética, aportando un toque de elegancia. En el interior, el diseño se centraba en la ergonomía y la habitabilidad, con un salpicadero bien organizado y materiales que, sin ser lujosos, transmitían solidez.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Opel Signum 1.8 16V Automático de 2003 incorporaba soluciones que buscaban mejorar la experiencia de conducción y el confort. El motor de gasolina de 1.8 litros y 122 CV, con inyección indirecta y admisión variable, ofrecía una respuesta suave y un consumo contenido para la época. La transmisión automática, aunque de una sola marcha en su descripción, se refiere a un sistema de convertidor de par que priorizaba la suavidad. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados de 285 mm delante y discos de 278 mm detrás, garantizando una buena capacidad de frenado. La dirección asistida sensible a la velocidad era un detalle que mejoraba la maniobrabilidad. Aunque no disponía de las últimas innovaciones de hoy, para su tiempo, ofrecía un equipamiento tecnológico competente.
Competencia
El Opel Signum se enfrentaba a rivales como el Volkswagen Passat, el Ford Mondeo o el Renault Laguna, aunque su enfoque de berlina con tintes de monovolumen lo situaba en un nicho particular. Su principal argumento frente a ellos era la versatilidad y el espacio interior, especialmente en las plazas traseras, que ofrecían una modularidad poco común en el segmento. Sin embargo, su diseño poco convencional y su posicionamiento entre segmentos pudieron dificultar su aceptación masiva frente a las berlinas más tradicionales y asentadas en el mercado.
Conclusión
El Opel Signum 1.8 16V Automático de 2003 fue un coche que apostó por la originalidad y la funcionalidad. Su diseño distintivo, su amplio espacio interior y su confort de marcha lo convertían en una opción interesante para familias o para aquellos que valoraban la versatilidad por encima de todo. Aunque no fue un superventas, dejó una huella como un vehículo que se atrevió a ser diferente, ofreciendo una experiencia de conducción relajada y un habitáculo pensado para el bienestar de sus ocupantes. Un coche que, a pesar de los años, sigue transmitiendo una sensación de solidez y practicidad.




