Especificaciones y análisis del Nissan Serena
Potencia
75CV
Par
145Nm
Consumo
9.3l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
26.5s
Vel. Máx.
135km/h
Peso
1565kg
Precio
18,193€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
RWD
9 / 5 puertas
750 L
58 L
55 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Nissan Serena 2.3 D SLX 5p · 75 CV (1999-2002)
Descripción general
El Nissan Serena de 1998, en su versión 2.3 D SLX de 5 puertas, se presenta como un monovolumen diseñado para la funcionalidad y el espacio. Con un motor diésel de 75 CV y tracción trasera, este vehículo buscaba ofrecer una solución práctica para familias numerosas o para quienes necesitaban un amplio espacio de carga. Su diseño, aunque modesto, priorizaba la habitabilidad y la versatilidad, características muy valoradas en su segmento.
Experiencia de conducción
Al volante del Serena, la sensación predominante es la de un vehículo robusto y enfocado en la utilidad. Sus 75 CV diésel, aunque no prometen una aceleración fulgurante (26.5 segundos de 0 a 100 km/h), son suficientes para mover sus 1565 kg con solvencia en el día a día, especialmente en entornos urbanos y carreteras secundarias. La velocidad máxima de 135 km/h sugiere que los viajes largos por autopista requerirán paciencia. La suspensión McPherson delantera y el eje rígido trasero, junto con los frenos de disco ventilado delanteros y tambor traseros, ofrecen una conducción estable y segura, aunque sin pretensiones deportivas. El consumo combinado de 9.3 l/100km es razonable para un vehículo de su tamaño y época, destacando su eficiencia en carretera con 7.8 l/100km. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, proporciona un control adecuado, y su diámetro de giro de 10.8 metros facilita las maniobras en espacios reducidos.
Diseño y estética
El diseño exterior del Nissan Serena de 1998 es eminentemente funcional, con líneas que priorizan el espacio interior. Sus 4320 mm de largo, 1695 mm de ancho y 1855 mm de alto le otorgan una presencia imponente, característica de los monovolúmenes de la época. Las 5 puertas facilitan el acceso a un habitáculo que puede albergar hasta 9 ocupantes, una cifra notable para su segmento. La capacidad del maletero, de 750 litros, es generosa y subraya su vocación familiar y de carga. Las llantas de 14 pulgadas con neumáticos 195/70 R14 son acordes a su enfoque práctico y de confort. En resumen, un diseño que, sin buscar la espectacularidad, cumple con creces su objetivo de ofrecer un espacio interior maximizado.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Nissan Serena de 1998 se mantiene fiel a la simplicidad y la fiabilidad de la época. Su motor diésel de 2.3 litros y 4 cilindros, con inyección indirecta y 2 válvulas por cilindro, es un propulsor probado y robusto. La transmisión manual de 5 velocidades, combinada con la tracción trasera, ofrece una experiencia de conducción directa y sin complicaciones. Aunque carece de las sofisticaciones electrónicas de los vehículos modernos, como el Stop&Start o sistemas de asistencia a la conducción, su tecnología se centra en la durabilidad y el mantenimiento sencillo. La construcción del motor, con bloque de hierro y culata de aluminio, es un testimonio de su ingeniería orientada a la longevidad.
Competencia
En su época, el Nissan Serena competía en un segmento de monovolúmenes donde la versatilidad y el espacio eran clave. Sus principales rivales incluían modelos como el Volkswagen Sharan, el Ford Galaxy, el Renault Espace o el Chrysler Voyager. Frente a ellos, el Serena destacaba por su capacidad para hasta 9 pasajeros y su robustez mecánica, ofreciendo una alternativa más económica y funcional, aunque quizás menos refinada en acabados o prestaciones que algunos de sus competidores europeos.
Conclusión
El Nissan Serena 2.3 D SLX de 1998 es un vehículo que, a pesar de su antigüedad, sigue siendo un testimonio de la ingeniería práctica y funcional. Su enfoque en el espacio, la capacidad de carga y la fiabilidad mecánica lo convierten en una opción interesante para quienes buscan un vehículo espacioso y económico de mantener. Aunque sus prestaciones no son su punto fuerte, su robustez y versatilidad lo hacen un compañero ideal para el trabajo o para familias numerosas que valoran la funcionalidad por encima de todo. Es un coche que cumple lo que promete: transportar personas y carga de forma eficiente y sin grandes alardes.




