Especificaciones y análisis del Nissan Primera
Potencia
140CV
Par
192Nm
Consumo
8.7l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
9.6s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
1415kg
Precio
22,965€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
FWD
5 / 4 puertas
450 L
62 L
103 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Nissan Primera 2.0 Acenta 4p · 140 CV (2002-2004)
Descripción general
El Nissan Primera de 2002, en su versión 2.0 Acenta de 4 puertas, se presentaba como una berlina media con aspiraciones de confort y funcionalidad. Con un motor de gasolina de 140 CV y una caja de cambios manual de 6 velocidades, prometía un equilibrio entre rendimiento y eficiencia para la época. Su diseño, aunque no rompedor, buscaba la elegancia y la practicidad, ofreciendo un espacio interior generoso y un maletero de 450 litros, ideal para las familias o aquellos que necesitaban un coche versátil para el día a día y los viajes largos.
Experiencia de conducción
Al volante del Nissan Primera 2.0 Acenta, la sensación predominante era de solidez y confort. El motor de 140 CV, aunque no deportivo, ofrecía una respuesta adecuada para la mayoría de las situaciones, permitiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 9.6 segundos y una velocidad máxima de 200 km/h. La caja de cambios manual de 6 velocidades contribuía a un manejo suave y a un consumo contenido en carretera. La suspensión, con McPherson delante y eje rígido detrás, estaba orientada al confort, absorbiendo bien las irregularidades del terreno. La dirección, de cremallera y sensible a la velocidad, proporcionaba una buena conexión con la carretera, aunque sin la agilidad de modelos más deportivos. En general, era un coche que invitaba a la conducción relajada y a disfrutar de los viajes sin prisas.
Diseño y estética
El diseño del Nissan Primera de 2002 se caracterizaba por sus líneas suaves y fluidas, buscando una estética atemporal y elegante. La carrocería de 4 puertas ofrecía una silueta clásica de berlina, con un frontal que integraba faros de buen tamaño y una parrilla discreta. La parte trasera mantenía la coherencia con el resto del conjunto, con pilotos que se integraban armoniosamente. En el interior, la disposición de los elementos era funcional y ergonómica, con materiales que, sin ser lujosos, transmitían una sensación de durabilidad. El espacio era uno de sus puntos fuertes, tanto para los ocupantes como para el equipaje, con un maletero de 450 litros que lo hacía muy práctico.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Nissan Primera 2.0 Acenta de 2002 incorporaba elementos que eran comunes en su segmento en aquel momento. El motor de gasolina de 1998 cc con inyección indirecta y 4 válvulas por cilindro ofrecía una potencia de 140 CV y un par motor de 192 Nm, cifras respetables para la época. La transmisión manual de 6 velocidades era un punto a favor para optimizar el consumo y el rendimiento. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delante y discos macizos detrás, complementados con sistemas de asistencia a la frenada. La dirección asistida sensible a la velocidad mejoraba la maniobrabilidad. Aunque no destacaba por innovaciones disruptivas, ofrecía un conjunto tecnológico fiable y probado.
Competencia
En el mercado de las berlinas medias de 2002, el Nissan Primera 2.0 Acenta se enfrentaba a una dura competencia. Sus principales rivales incluían modelos como el Ford Mondeo, el Opel Vectra, el Volkswagen Passat, el Peugeot 406 y el Toyota Avensis. Cada uno de ellos ofrecía sus propias fortalezas, ya fuera en diseño, equipamiento, prestaciones o fiabilidad. El Primera se posicionaba como una opción equilibrada, con un buen nivel de confort, un motor solvente y un diseño discreto pero elegante, buscando atraer a un público que valoraba la practicidad y la durabilidad por encima de la deportividad extrema o el lujo ostentoso.
Conclusión
El Nissan Primera 2.0 Acenta de 2002 fue una berlina que cumplió con creces su cometido: ofrecer un transporte cómodo, fiable y espacioso para el día a día y los viajes. Su motor de 140 CV, combinado con la caja de cambios de 6 velocidades, proporcionaba un rendimiento adecuado y un consumo razonable. Su diseño, aunque no arriesgado, era funcional y atemporal, y su interior destacaba por la amplitud y la ergonomía. Si bien no era el coche más emocionante de su segmento, su fiabilidad y su enfoque práctico lo convertían en una opción muy sensata para aquellos que buscaban un compañero de viaje duradero y sin complicaciones. Un coche que, con el paso del tiempo, ha demostrado ser un buen ejemplo de la ingeniería japonesa orientada a la durabilidad.




