Nissan Maxima QX 2.0 SE · 140 CV (1994-2000)

1995
Gasolina
FWD
Manual 5v
Nissan Maxima QX - Vista 1
Nissan Maxima QX - Vista 2
Nissan Maxima QX - Vista 3
Nissan Maxima QX - Vista 4

Especificaciones y análisis del Nissan Maxima QX

Potencia

140CV

Par

177Nm

Consumo

9.9l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

11.3s

Vel. Máx.

201km/h

Peso

1400kg

Precio

29,257

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

440 L

Depósito

70 L

Potencia

103 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima140 CV / 103 kW
Par máximo177 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito70 L
Maletero440 L

Análisis detallado del Nissan Maxima QX 2.0 SE · 140 CV (1994-2000)

Descripción general

El Nissan Maxima QX de 1995, en su versión 2.0 SE, se presenta como una berlina que, a pesar de su discreción, ofrecía un equilibrio interesante entre confort y prestaciones para su época. Con un motor V6 de 2.0 litros y 140 CV, buscaba conquistar a aquellos que valoraban la suavidad y la fiabilidad en un paquete elegante y funcional.

Experiencia de conducción

Al volante, el Maxima QX 2.0 SE prometía una experiencia de conducción serena y refinada. Su motor V6, aunque no era un derroche de potencia, entregaba sus 140 CV de forma lineal y con una suavidad característica, ideal para viajes largos o para el día a día en la ciudad. La aceleración de 0 a 100 km/h en 11.3 segundos y una velocidad máxima de 201 km/h lo situaban en un punto intermedio, sin pretensiones deportivas pero con la capacidad de desenvolverse con soltura. El consumo combinado de 9.9 l/100km era razonable para un coche de su tamaño y motorización en aquel entonces, aunque en ciudad se elevaba a 13.2 l/100km. La suspensión, con un eje trasero de rueda tirada con elemento torsional, estaba orientada al confort, absorbiendo las irregularidades del camino con aplomo y ofreciendo una sensación de viaje placentero.

Diseño y estética

El diseño del Nissan Maxima QX de 1995 era un reflejo de la sobriedad y la elegancia de la época. Con unas dimensiones generosas (4770 mm de largo, 1770 mm de ancho y 1425 mm de alto), ofrecía una presencia imponente pero sin estridencias. Sus líneas fluidas y su silueta clásica de berlina de cuatro puertas transmitían una imagen de coche serio y funcional. El interior, aunque no se detalla, se esperaba que siguiera la misma línea, con un enfoque en la ergonomía y la comodidad para sus cinco ocupantes, complementado por un maletero de 440 litros, muy práctico para el equipaje familiar.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Maxima QX 2.0 SE de 1995 incorporaba elementos que eran estándar o deseables en su segmento. Su motor V6 de 1995 cc, con 4 válvulas por cilindro e inyección indirecta, representaba una ingeniería sólida y probada. La transmisión manual de 5 velocidades ofrecía un control directo sobre la potencia. En cuanto a la seguridad y el confort, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros, y barras estabilizadoras en ambos ejes, lo que contribuía a una conducción segura y estable. Aunque no se mencionan sistemas de asistencia a la conducción avanzados, su equipamiento estaba en línea con lo que se esperaba de una berlina de su categoría en la mitad de los años 90.

Competencia

En el mercado de 1995, el Nissan Maxima QX 2.0 SE se enfrentaba a una competencia robusta en el segmento de las berlinas medias-grandes. Sus principales rivales incluían modelos como el Toyota Camry, el Honda Accord, el Opel Vectra o el Ford Mondeo, entre otros. Cada uno de ellos ofrecía sus propias virtudes, ya fuera en términos de diseño, equipamiento o dinámica de conducción, lo que hacía que el Maxima QX tuviera que destacar por su equilibrio general y su reputación de fiabilidad.

Conclusión

El Nissan Maxima QX 2.0 SE de 1995 fue una berlina que, sin ser un superventas, supo ganarse un lugar en el corazón de quienes buscaban un coche fiable, cómodo y con un toque de distinción. Su motor V6 suave, su diseño atemporal y su enfoque en el confort lo convertían en una opción sensata para la familia o para el profesional que valoraba la discreción y la funcionalidad. Aunque sus prestaciones no eran de infarto, supo ofrecer una experiencia de conducción agradable y sin sobresaltos, consolidando la imagen de Nissan como fabricante de vehículos duraderos y bien construidos.