Nissan Almera Sedán 2.2dCi (112 CV) Visia · 111 CV (2004-2005)

2003
Gasóleo
FWD
Manual 5v
Nissan Almera - Vista 1
Nissan Almera - Vista 2
Nissan Almera - Vista 3
Nissan Almera - Vista 4

Especificaciones y análisis del Nissan Almera

Potencia

111CV

Par

248Nm

Consumo

5.9l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

11.4s

Vel. Máx.

187km/h

Peso

1377kg

Precio

15,450

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

393 L

Depósito

60 L

Potencia

82 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima111 CV / 82 kW
Par máximo248 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito60 L
Maletero393 L

Análisis detallado del Nissan Almera Sedán 2.2dCi (112 CV) Visia · 111 CV (2004-2005)

Descripción general

El Nissan Almera Sedán 2.2dCi de 2003, en su versión Visia, se presenta como una opción sensata y funcional dentro del segmento de las berlinas compactas. Con un motor diésel de 111 CV, este vehículo buscaba ofrecer un equilibrio entre rendimiento y eficiencia para el día a día, sin grandes alardes pero con la fiabilidad característica de la marca japonesa. Su diseño, aunque discreto, prometía una habitabilidad adecuada para la familia.

Experiencia de conducción

Al volante del Almera Sedán 2.2dCi, la sensación predominante es de solidez y previsibilidad. El motor diésel, con sus 111 CV y 248 Nm de par, ofrece una respuesta adecuada para la mayoría de situaciones, permitiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 11.4 segundos y una velocidad máxima de 187 km/h. La caja de cambios manual de 5 velocidades es precisa, aunque no especialmente deportiva. La suspensión, tipo McPherson delante y eje rígido detrás, está orientada al confort, absorbiendo bien las irregularidades del terreno, aunque sin ofrecer una dinámica de conducción emocionante. La dirección, de cremallera y sensible a la velocidad, facilita las maniobras en ciudad. En general, es un coche que cumple con su cometido de transporte de forma eficiente y sin sobresaltos.

Diseño y estética

El diseño del Nissan Almera Sedán de 2003 es funcional y discreto, sin grandes pretensiones estéticas. Sus líneas son limpias y conservadoras, buscando la atemporalidad más que la vanguardia. Con una longitud de 4436 mm, una anchura de 1695 mm y una altura de 1445 mm, ofrece una silueta clásica de berlina de cuatro puertas. El interior, aunque sobrio, está bien organizado y los materiales, sin ser lujosos, transmiten una sensación de durabilidad. El maletero, con 393 litros, es suficiente para el equipaje de una familia. Es un coche que no busca llamar la atención, sino ser un compañero fiel y práctico.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Nissan Almera Sedán 2.2dCi de 2003 se sitúa en la media de su época. Incorpora un motor diésel de inyección directa por conducto común con turbo, lo que le permite alcanzar una buena eficiencia de combustible, con un consumo combinado de 5.9 l/100km. Los frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros aseguran una frenada eficaz. En cuanto a equipamiento, la versión Visia ofrecía lo esencial para la comodidad y seguridad, sin grandes lujos. La dirección asistida y los neumáticos 185/65 R15 contribuyen a una conducción segura y predecible. No esperemos grandes pantallas táctiles o sistemas de asistencia a la conducción avanzados, ya que su enfoque era la funcionalidad y la robustez.

Competencia

En el competitivo segmento de las berlinas compactas de la época, el Nissan Almera Sedán 2.2dCi se enfrentaba a duros rivales como el Ford Focus Sedán, el Opel Astra Sedán, el Renault Mégane Sedán o el Toyota Corolla Sedán. Cada uno ofrecía sus propias virtudes, ya fuera en diseño, equipamiento o dinámica de conducción. El Almera se posicionaba como una opción fiable y económica, destacando por su motor diésel eficiente y su reputación de durabilidad, aunque quizás carecía del atractivo estético o la deportividad de algunos de sus competidores europeos.

Conclusión

El Nissan Almera Sedán 2.2dCi (111 CV) Visia de 2003 es un coche que, sin ser un prodigio de diseño o tecnología, cumple con creces su función como vehículo familiar y de uso diario. Su motor diésel ofrece un buen equilibrio entre prestaciones y consumo, y su fiabilidad es un punto fuerte. Es una opción sensata para aquellos que buscan un coche práctico, duradero y con un coste de mantenimiento contenido, sin grandes pretensiones emocionales. Un compañero de viaje honesto y sin sorpresas.