Especificaciones y análisis del Nissan Almera
Potencia
116CV
Par
163Nm
Consumo
7.8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.5s
Vel. Máx.
176km/h
Peso
1273kg
Precio
18,768€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
5 / 4 puertas
393 L
60 L
85 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Nissan Almera Sedán 1.8 Acenta Aut. · 116 CV (2002-2004)
Descripción general
El Nissan Almera Sedán 1.8 Acenta Aut. de 2003 se presenta como una opción sensata y fiable para quienes buscan un vehículo práctico y sin grandes pretensiones. Con su carrocería sedán, ofrece un espacio interior adecuado para la familia y un maletero de 393 litros, ideal para el día a día. Su motor de gasolina de 1.8 litros y 116 CV, asociado a una transmisión automática de 4 velocidades, promete una conducción suave y cómoda, aunque sin grandes alardes de deportividad. Es un coche que cumple con lo que promete, un compañero fiel para la rutina.
Experiencia de conducción
Al volante del Almera Sedán, la sensación predominante es la de confort y facilidad de manejo. La dirección de cremallera, aunque no es la más comunicativa, cumple su función con precisión. La suspensión, con McPherson delante y eje rígido detrás, filtra bien las irregularidades del terreno, ofreciendo un viaje placentero. El motor de 116 CV, con su inyección indirecta y admisión variable, responde con suavidad, aunque la aceleración de 0 a 100 km/h en 12.5 segundos y una velocidad máxima de 176 km/h nos recuerdan que no es un coche diseñado para emociones fuertes. Su consumo combinado de 7.8 l/100km es razonable para la época, y los frenos de disco en ambos ejes (ventilados delante) ofrecen una detención segura. Es un coche para disfrutar de la tranquilidad en cada trayecto.
Diseño y estética
El diseño del Nissan Almera Sedán de 2003 es funcional y discreto, sin estridencias. Sus líneas son clásicas y atemporales, buscando la practicidad por encima de la audacia estética. La carrocería sedán de cuatro puertas, con una longitud de 4436 mm y una anchura de 1695 mm, le confiere una presencia equilibrada en la carretera. Las llantas de 15 pulgadas con neumáticos 185/65 R15 complementan su imagen sobria. El interior, aunque no destaca por lujos, está diseñado para ser ergonómico y duradero, con materiales que resisten bien el paso del tiempo. Es un coche que no busca llamar la atención, sino ofrecer una estética agradable y funcional.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Nissan Almera Sedán 1.8 Acenta Aut. de 2003 incorpora las soluciones propias de su época, enfocadas en la fiabilidad y la eficiencia. Su motor de gasolina de 1.8 litros cuenta con inyección indirecta y admisión variable, tecnologías que optimizan la combustión y el rendimiento. La transmisión automática de 4 velocidades, aunque no es la más moderna, ofrece una conducción relajada. En cuanto a la seguridad, cuenta con frenos de disco en las cuatro ruedas, siendo ventilados los delanteros, lo que garantiza una buena capacidad de frenado. Aunque no dispone de las últimas ayudas a la conducción, su tecnología está orientada a ofrecer una experiencia de conducción segura y sin complicaciones, con un enfoque en la durabilidad de sus componentes.
Competencia
En su segmento, el Nissan Almera Sedán de 2003 se enfrentaba a competidores como el Toyota Corolla Sedán, el Honda Civic Sedán o el Ford Focus Sedán. Frente a ellos, el Almera ofrecía una propuesta de valor basada en la fiabilidad mecánica, un confort de marcha notable y un diseño discreto pero funcional. Si bien otros rivales podían destacar en aspectos como la deportividad o un diseño más vanguardista, el Almera se posicionaba como una opción sólida para aquellos que priorizaban la durabilidad y la economía de mantenimiento. Su motor de 116 CV y su transmisión automática lo hacían competitivo en prestaciones y comodidad frente a sus contemporáneos.
Conclusión
El Nissan Almera Sedán 1.8 Acenta Aut. de 2003 es un coche que, a pesar de los años, sigue siendo una opción interesante para quienes buscan un vehículo fiable, espacioso y económico de mantener. Su diseño atemporal, su motor suave y su transmisión automática lo convierten en un compañero ideal para la vida urbana y los viajes por carretera. No es un coche que busque la emoción, sino la practicidad y la durabilidad. Es un testimonio de la ingeniería japonesa, un coche que cumple con su cometido de transportar a sus ocupantes de forma segura y cómoda, sin grandes alardes, pero con una eficiencia probada. Un clásico moderno que aún tiene mucho que ofrecer.