Especificaciones y análisis del Mitsubishi Lancer
Potencia
140CV
Par
310Nm
Consumo
5.9l/100
Emisiones
157g/km
0-100 km/h
9.6s
Vel. Máx.
207km/h
Peso
1500kg
Precio
22,800€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
FWD
5 / 4 puertas
400 L
59 L
103 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mitsubishi Lancer Invite 2.0 DI-D 140 CV (2008-2009)
Descripción general
El Mitsubishi Lancer de 2008, en su versión Invite 2.0 DI-D de 140 CV, se presenta como una berlina de cuatro puertas que busca combinar la funcionalidad diaria con un toque de deportividad. Con un precio de 22.800 euros en su lanzamiento, este modelo se posicionaba como una opción interesante para quienes buscaban un vehículo diésel con buenas prestaciones y un diseño distintivo.
Experiencia de conducción
Al volante del Lancer, la sensación es de solidez y control. Su motor diésel de 140 CV, con un par motor de 310 Nm a 1750 rpm, ofrece una respuesta enérgica y una aceleración de 0 a 100 km/h en 9.6 segundos, lo que permite adelantamientos seguros y una conducción ágil. La suspensión, tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, junto con los estabilizadores en ambos ejes, proporciona un buen equilibrio entre confort y estabilidad, absorbiendo las irregularidades del camino sin sacrificar la sensación de agarre. La dirección de cremallera contribuye a una experiencia de conducción precisa, aunque la asistencia no especificada podría dejar a algunos deseando un tacto más directo. El consumo combinado de 5.9 l/100km es un punto a favor para viajes largos, haciendo de este Lancer un compañero eficiente y agradable.
Diseño y estética
El diseño del Mitsubishi Lancer de 2008 es inconfundible, con líneas afiladas y una parrilla frontal que le otorga una presencia agresiva y deportiva, inspirada en sus hermanos de rally. Sus 4570 mm de longitud, 1760 mm de anchura y 1490 mm de altura le confieren una silueta elegante y proporcionada. Las llantas de 16 pulgadas con neumáticos 205/60 R16 complementan su estética, aportando un equilibrio visual. El interior, aunque funcional, se centra en la ergonomía y la durabilidad, con un maletero de 400 litros que ofrece una capacidad adecuada para el uso diario y escapadas. Es un coche que, a pesar de los años, mantiene una estética que no pasa desapercibida.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Lancer Invite 2.0 DI-D de 2008 incorpora un motor diésel de 1968 cc con inyección directa por bomba inyector, turbo de geometría variable e intercooler, lo que optimiza la entrega de potencia y la eficiencia. La transmisión manual de 6 velocidades permite un control preciso sobre el rendimiento del motor. Aunque no cuenta con las últimas innovaciones de conectividad o asistentes a la conducción que vemos hoy, su tecnología mecánica está bien probada y es robusta. Los frenos de disco ventilados delanteros de 276 mm y los discos traseros de 262 mm aseguran una capacidad de frenado eficaz, mientras que la suspensión independiente en ambos ejes contribuye a una dinámica de conducción segura y predecible.
Competencia
En su segmento, el Mitsubishi Lancer de 2008 competía con modelos como el Ford Focus, el Opel Astra o el Volkswagen Jetta. Frente a ellos, el Lancer ofrecía un diseño más atrevido y una personalidad distintiva, especialmente para aquellos que valoraban la herencia deportiva de la marca. Su motor diésel de 140 CV lo situaba en una posición competitiva en términos de prestaciones y eficiencia, aunque algunos rivales podrían haber ofrecido interiores con acabados percibidos como de mayor calidad o una gama más amplia de equipamiento tecnológico en sus versiones tope de gama. Sin embargo, el Lancer se destacaba por su fiabilidad y su carácter un tanto más exclusivo.
Conclusión
El Mitsubishi Lancer Invite 2.0 DI-D de 2008 es un coche que, a pesar de los años, sigue siendo una opción interesante para quienes buscan una berlina diésel con un toque deportivo y una fiabilidad contrastada. Su diseño audaz, su motor eficiente y su comportamiento dinámico lo convierten en un vehículo versátil, apto tanto para el día a día como para viajes largos. Es un coche que, sin ser el más lujoso o el más tecnológico de su época, ofrece una experiencia de conducción satisfactoria y un carácter propio que lo diferencia de la competencia.




