Especificaciones y análisis del Mitsubishi L200
Potencia
99CV
Par
240Nm
Consumo
-l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
-s
Vel. Máx.
142km/h
Peso
1735kg
Precio
19,821€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
AWD
5 / - puertas
- L
75 L
73 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mitsubishi L200 DC 4x4 GLX Plus · 99 CV (2000-2002)
Descripción general
El Mitsubishi L200 Doble Cabina de 1996, en su versión 2.5 Diésel con 99 CV, es un vehículo que evoca la robustez y la funcionalidad de una era donde la utilidad primaba. Este pick-up, con su tracción integral y cambio manual de 5 velocidades, se presentaba como una herramienta de trabajo fiable y capaz, ideal para aquellos que buscaban un compañero incansable tanto en el asfalto como fuera de él. Su diseño, aunque sin grandes alardes estéticos, transmitía una sensación de durabilidad y propósito, características que lo convirtieron en un referente en su segmento.
Experiencia de conducción
Conducir el L200 de 1996 es una experiencia que te conecta con la esencia de la conducción. Su motor diésel de 99 CV, aunque no es un derroche de potencia, ofrece un par motor de 240 Nm a 2000 rpm que se siente en cada aceleración, proporcionando la fuerza necesaria para superar obstáculos y transportar cargas. La suspensión, con paralelogramo deformable delante y eje rígido detrás, está diseñada para absorber las irregularidades del terreno, ofreciendo una marcha que, si bien no es la más refinada, es honesta y efectiva. La dirección, aunque carece de la precisión de los vehículos modernos, cumple su función, y la tracción AWD te infunde una confianza inquebrantable en cualquier superficie. Es un coche que te hace sentir el camino, un compañero leal que no te dejará tirado.
Diseño y estética
El diseño del Mitsubishi L200 Doble Cabina de 1996 es un reflejo de su propósito: ser un vehículo robusto y funcional. Sus líneas son sencillas y directas, sin ornamentos superfluos. La doble cabina ofrece espacio para cinco ocupantes, combinando la capacidad de transporte de personas con la versatilidad de una caja de carga. La altura de 1780 mm y su anchura de 1695 mm le confieren una presencia imponente, mientras que su longitud de 4935 mm subraya su capacidad de carga. Es un diseño que, a pesar de los años, sigue transmitiendo una imagen de fiabilidad y resistencia, un clásico atemporal en el mundo de los pick-ups.
Tecnología y características
En 1996, la tecnología del Mitsubishi L200 se centraba en la durabilidad y la eficacia mecánica. Su motor diésel de 2.477 cc, con inyección indirecta, turbo e intercooler, era una muestra de ingeniería robusta, diseñado para soportar las exigencias del trabajo duro. La tracción integral (AWD) y la caja de cambios manual de 5 velocidades garantizaban un control óptimo en diversas condiciones. Aunque carecía de las sofisticaciones electrónicas de los vehículos actuales, su tecnología era la justa y necesaria para ofrecer un rendimiento fiable y una capacidad todoterreno excepcional. Los frenos de disco ventilados delanteros y de tambor traseros, junto con una suspensión pensada para la carga, completaban un conjunto técnico enfocado en la funcionalidad.
Competencia
En su época, el Mitsubishi L200 Doble Cabina de 1996 se enfrentaba a competidores como el Toyota Hilux, el Nissan Navara y el Ford Ranger. Todos ellos buscaban ofrecer la mejor combinación de capacidad de carga, robustez y aptitudes todoterreno. El L200 se distinguía por su equilibrio entre fiabilidad mecánica y un diseño práctico, consolidándose como una opción muy valorada por profesionales y aventureros que necesitaban un vehículo polivalente y resistente.
Conclusión
El Mitsubishi L200 Doble Cabina de 1996 es más que un simple vehículo; es un testimonio de una época donde la ingeniería se centraba en la durabilidad y la funcionalidad. Con su motor diésel de 99 CV, tracción integral y un diseño sin pretensiones, este pick-up se ganó el respeto de quienes buscaban un compañero de trabajo incansable y un aventurero fiable. Aunque los años han pasado, su espíritu de resistencia y su capacidad para afrontar cualquier desafío permanecen intactos, convirtiéndolo en un clásico que sigue siendo apreciado por su honestidad y su inquebrantable fiabilidad.




