MG ZT 2.0 CDTi Aut. · 131 CV (2004-2005)

2004
Gasóleo
FWD
Automático 5v
MG ZT - Vista 1
MG ZT - Vista 2
MG ZT - Vista 3
MG ZT - Vista 4

Especificaciones y análisis del MG ZT

Potencia

131CV

Par

300Nm

Consumo

-l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

-s

Vel. Máx.

-km/h

Peso

-kg

Precio

31,873

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Automático 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

432 L

Depósito

65 L

Potencia

96 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima131 CV / 96 kW
Par máximo300 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito65 L
Maletero432 L

Análisis detallado del MG ZT 2.0 CDTi Aut. · 131 CV (2004-2005)

Descripción general

El MG ZT 2.0 CDTi Aut. de 2004 es una berlina que, a primera vista, destila una elegancia británica con un toque deportivo. Con su motor diésel de 131 CV y transmisión automática de 5 velocidades, prometía un equilibrio entre rendimiento y confort para la época. Su precio de 31.873 € lo posicionaba en un segmento competitivo, buscando atraer a aquellos que valoraban la distinción y una experiencia de conducción refinada.

Experiencia de conducción

Al volante del MG ZT 2.0 CDTi, la sensación es de solidez y aplomo. El motor diésel, aunque no es un derroche de potencia, entrega sus 131 CV de forma lineal, apoyado por un par motor de 300 Nm a 1900 rpm que facilita los adelantamientos y recuperaciones. La transmisión automática de 5 velocidades, si bien no es la más rápida, ofrece transiciones suaves, contribuyendo a un viaje relajado. La suspensión, con McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, junto a las barras estabilizadoras, proporciona un buen compromiso entre confort y estabilidad, permitiendo disfrutar de la carretera sin excesivos balanceos. Los frenos de disco ventilados delanteros y macizos traseros ofrecen una capacidad de detención adecuada para su peso y prestaciones.

Diseño y estética

El diseño del MG ZT es inconfundiblemente británico, con líneas clásicas y una presencia robusta. Sus 4747 mm de largo, 1778 mm de ancho y 1424 mm de alto le otorgan una silueta imponente. Las llantas de 18 pulgadas con neumáticos 225/45 R18, tanto delante como detrás, no solo realzan su estética deportiva, sino que también contribuyen a su agarre en carretera. El interior, aunque no se detalla, se esperaba que siguiera la línea de sobriedad y calidad de los MG de la época, con un enfoque en la ergonomía y la comodidad para sus cinco ocupantes. El maletero de 432 litros ofrece una capacidad razonable para el equipaje de una familia.

Tecnología y características

En el corazón del MG ZT 2.0 CDTi encontramos un motor diésel de 1951 cc con inyección directa por conducto común, turbo e intercooler, una configuración avanzada para su tiempo que buscaba optimizar el rendimiento y la eficiencia. La culata de aluminio y el bloque de hierro son indicativos de una construcción robusta. La transmisión automática de 5 velocidades era una comodidad valorada, especialmente en el tráfico urbano. Aunque no se especifican detalles sobre sistemas de infoentretenimiento o ayudas a la conducción, es de esperar que contara con las características estándar de seguridad y confort de una berlina premium de 2004.

Competencia

En su segmento, el MG ZT 2.0 CDTi se enfrentaba a competidores de peso como el BMW Serie 3, el Audi A4 o el Mercedes-Benz Clase C, así como al Ford Mondeo o el Opel Vectra. Su propuesta de valor residía en una combinación de diseño distintivo, un toque deportivo y un precio competitivo, buscando diferenciarse de las opciones más convencionales y premium del mercado europeo.

Conclusión

El MG ZT 2.0 CDTi Aut. de 2004 es una berlina que, a pesar de su discreta presencia en el mercado actual, representó una opción interesante para quienes buscaban un coche con carácter y un toque de exclusividad. Su motor diésel cumplidor, su transmisión automática y su chasis bien puesto a punto ofrecían una experiencia de conducción equilibrada. Aunque no destacaba por prestaciones puras, su diseño y su confort lo convertían en un compañero de viaje agradable y distinguido. Un coche que, sin duda, dejó su huella en la historia de la marca MG.