Especificaciones y análisis del MG ZR
Potencia
103CV
Par
123Nm
Consumo
6.8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
11s
Vel. Máx.
179km/h
Peso
1135kg
Precio
13,250€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 3 puertas
304 L
50 L
76 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del MG ZR 1.4 Entry 3p · 103 CV (2002-2004)
Descripción general
El MG ZR 1.4 Entry de 2002 es un compacto de tres puertas que buscaba inyectar una dosis de deportividad y emoción en el segmento. Con un precio de 13.250 euros en su lanzamiento, se posicionaba como una opción atractiva para quienes buscaban un coche con carácter sin un desembolso excesivo. Su motor de gasolina de 1.4 litros y 103 CV, combinado con una caja de cambios manual de 5 velocidades, prometía una experiencia de conducción ágil y divertida, ideal para el día a día y alguna escapada.
Experiencia de conducción
Al volante del MG ZR 1.4, las sensaciones son de inmediatez y agilidad. La dirección, aunque no es la más comunicativa, responde con rapidez, y la suspensión, de tipo McPherson delante y rueda tirada con elemento torsional detrás, es firme, lo que se traduce en un paso por curva emocionante y una buena sujeción de la carrocería. El motor de 103 CV, con su bloque y culata de aluminio, sube de vueltas con alegría, entregando su par máximo de 123 Nm a 4500 rpm, lo que invita a jugar con el cambio. La aceleración de 0 a 100 km/h en 11 segundos y una velocidad máxima de 179 km/h no lo convierten en un bólido, pero sí en un coche capaz de ofrecer momentos de disfrute. Los frenos de disco ventilados delanteros de 262 mm y los traseros de 239 mm cumplen su función con solvencia, aportando confianza en la conducción deportiva. Es un coche que te hace sentir conectado a la carretera, con un toque de rebeldía juvenil.
Diseño y estética
El diseño del MG ZR 1.4 Entry es inconfundiblemente deportivo y juvenil. Sus líneas afiladas y su carrocería de tres puertas le otorgan una presencia dinámica. Las llantas de 16 pulgadas con neumáticos 205/50 R16, tanto delante como detrás, no solo contribuyen a su estética agresiva, sino que también mejoran su agarre en carretera. Con una longitud de 4011 mm, una anchura de 1690 mm y una altura de 1400 mm, sus proporciones son compactas y musculosas. El diseño interior, aunque funcional, se centra en el conductor, con una instrumentación clara y unos asientos que ofrecen un buen soporte lateral. El maletero, con 304 litros, es suficiente para el uso diario, aunque no destaca por su amplitud. Es un coche que, a pesar de los años, sigue atrayendo miradas por su carácter.
Tecnología y características
En el MG ZR 1.4 Entry de 2002, la tecnología se centra en la mecánica y la experiencia de conducción. Su motor de gasolina de 1.4 litros con inyección indirecta y 16 válvulas (4 por cilindro) es un ejemplo de ingeniería robusta y probada. La transmisión manual de 5 velocidades es precisa y contribuye a la sensación de control. Aunque carece de las sofisticaciones electrónicas de los coches modernos, como el Start&Stop o sistemas avanzados de asistencia a la conducción, su tecnología se enfoca en ofrecer una conexión directa entre el conductor y la máquina. Los frenos de disco en ambos ejes y la dirección de cremallera son elementos clave para su comportamiento dinámico. Es un coche que valora la simplicidad y la eficacia mecánica por encima de la complejidad electrónica.
Competencia
En su época, el MG ZR 1.4 Entry competía con otros compactos deportivos de su segmento, como el Ford Fiesta ST, el Peugeot 206 GTi o el Renault Clio Sport. Frente a ellos, el ZR ofrecía una alternativa con un toque británico distintivo y una relación calidad-precio muy competitiva. Aunque quizás no alcanzaba la potencia bruta de algunos de sus rivales más prestacionales, su agilidad y su carácter lo convertían en una opción a considerar para aquellos que buscaban un coche divertido y con personalidad, sin caer en las opciones más obvias del mercado.
Conclusión
El MG ZR 1.4 Entry de 2002 es un coche que, a pesar de su edad, sigue siendo un ejemplo de cómo un compacto puede ofrecer una experiencia de conducción emocionante y gratificante. Su diseño deportivo, su motor enérgico y su chasis bien ajustado lo convierten en una opción interesante para los amantes de la conducción pura. Aunque su tecnología es la de su época y su fiabilidad puede ser un punto a considerar, su encanto reside en su capacidad para transmitir sensaciones y en su carácter inconfundible. Es un coche que te invita a disfrutar de cada trayecto, a sentir la carretera y a recordar que conducir puede ser algo más que un simple desplazamiento.




