Mercedes-Benz SLK 320 Aut. · 218 CV (2000-2004)

1997
Gasolina
RWD
Automático 5v
Mercedes-Benz Clase SLK - Vista 1
Mercedes-Benz Clase SLK - Vista 2
Mercedes-Benz Clase SLK - Vista 3
Mercedes-Benz Clase SLK - Vista 4

Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase SLK

Potencia

218CV

Par

310Nm

Consumo

10.4l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

6.9s

Vel. Máx.

242km/h

Peso

1405kg

Precio

49,002

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 5v

Tracción

RWD

Plazas

2 / 2 puertas

Maletero

348 L

Depósito

60 L

Potencia

160 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima218 CV / 160 kW
Par máximo310 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito60 L
Maletero348 L

Análisis detallado del Mercedes-Benz SLK 320 Aut. · 218 CV (2000-2004)

Descripción general

El Mercedes-Benz SLK 320 Aut. de 1997 es un roadster que encapsula la esencia del lujo y la deportividad de finales de los 90. Con su diseño atemporal y un motor V6 que promete emociones, este modelo se posiciona como una opción atractiva para quienes buscan un clásico moderno con el sello de calidad de Mercedes-Benz. Su capota rígida retráctil fue una innovación que lo distinguió de sus competidores, ofreciendo la versatilidad de un coupé y la libertad de un descapotable en un solo vehículo.

Experiencia de conducción

Al volante del SLK 320, la experiencia es puramente Mercedes-Benz: refinamiento y potencia. El motor V6 de 3.2 litros y 218 CV entrega una aceleración suave pero contundente, llevando el coche de 0 a 100 km/h en 6.9 segundos. La transmisión automática de 5 velocidades, aunque no es la más rápida de hoy, ofrece cambios fluidos que complementan el carácter GT del coche. La dirección de recirculación de bolas, aunque no tan directa como las modernas, proporciona una sensación de estabilidad y control. La suspensión, con paralelogramo deformable en ambos ejes, filtra bien las irregularidades, ofreciendo un equilibrio entre confort y dinamismo. Con la capota bajada, el viento en el pelo y el sonido del V6, cada viaje se convierte en una pequeña aventura.

Diseño y estética

El diseño del SLK de primera generación es un icono. Sus líneas compactas y elegantes, con un frontal distintivo y una zaga bien proporcionada, le otorgan una presencia inconfundible. La característica más revolucionaria fue, sin duda, su techo rígido retráctil, el 'Vario-Roof', que transformaba el coche de coupé a roadster en cuestión de segundos, sin comprometer la estética. Las llantas de 16 pulgadas, con neumáticos 205/55 R16 delante y 225/50 R16 detrás, le confieren una postura deportiva y equilibrada. En el interior, la calidad de los materiales y el diseño ergonómico reflejan el lujo discreto de la marca, con un salpicadero funcional y asientos cómodos que invitan a largos viajes.

Tecnología y características

Aunque es un coche de finales de los 90, el SLK 320 incorporaba tecnología avanzada para su época. El motor V6 de 3.2 litros, con inyección indirecta y admisión variable, ofrecía una combinación de potencia y eficiencia. La transmisión automática de 5 velocidades era un estándar de confort. En cuanto a seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros, y sistemas de asistencia a la conducción que, aunque básicos para los estándares actuales, eran punteros en su momento. La capota retráctil eléctrica fue una proeza de ingeniería que marcó un antes y un después en el segmento de los roadsters.

Competencia

En su momento, el Mercedes-Benz SLK 320 se enfrentó a duros competidores en el segmento de los roadsters premium. Sus principales rivales incluían al BMW Z3, que ofrecía una experiencia de conducción más purista y deportiva, y al Porsche Boxster, conocido por su excepcional manejo y equilibrio. Otros contendientes podrían ser el Audi TT Roadster, con su diseño vanguardista, o incluso el Alfa Romeo Spider, que apelaba a la pasión italiana. Sin embargo, el SLK se distinguía por su innovadora capota rígida y su enfoque en el confort y el lujo, ofreciendo una propuesta única en el mercado.

Conclusión

El Mercedes-Benz SLK 320 Aut. de 1997 es más que un coche; es una declaración de estilo y una pieza de ingeniería que sigue siendo relevante hoy en día. Su combinación de diseño elegante, un motor V6 potente y la versatilidad de su techo retráctil lo convierten en un clásico deseable. Es un coche para disfrutar, para sentir la carretera y para apreciar la artesanía de Mercedes-Benz. Un vehículo que, a pesar de los años, mantiene su encanto y su capacidad para emocionar a quien se pone a sus mandos.