Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase SLK
Potencia
197CV
Par
280Nm
Consumo
9.8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
7.2s
Vel. Máx.
240km/h
Peso
1385kg
Precio
41,500€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
RWD
2 / 2 puertas
348 L
60 L
145 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mercedes-Benz SLK 230 K · 197 CV (1997-2004)
Descripción general
El Mercedes-Benz SLK 230 K de 1997 es un roadster que marcó una época, combinando la elegancia clásica de Mercedes con un toque de deportividad y la innovación de su techo retráctil. Este modelo, con su motor de 2.3 litros sobrealimentado, ofrecía una experiencia de conducción emocionante y un estilo inconfundible que lo convirtió en un objeto de deseo para muchos.
Experiencia de conducción
Conducir el SLK 230 K es una experiencia que evoca emociones. Su motor de 197 CV, acoplado a una transmisión manual de 6 velocidades, entrega una potencia lineal y una aceleración de 0 a 100 km/h en 7.2 segundos que te pegará al asiento. La tracción trasera y una suspensión bien equilibrada proporcionan una agilidad sorprendente, mientras que la dirección de recirculación de bolas, aunque no es la más directa, ofrece una sensación de control. El sonido del compresor es una banda sonora adictiva que acompaña cada aceleración, y la posibilidad de descapotar el techo en cuestión de segundos transforma cada viaje en una aventura al aire libre, permitiendo que el viento y el sol sean parte de la experiencia.
Diseño y estética
El diseño del SLK 230 K es atemporal y distintivo. Sus líneas fluidas y compactas, con un frontal agresivo y una zaga elegante, lo hacen inconfundible. La característica más revolucionaria es su techo rígido retráctil, que lo convierte de un coupé en un roadster con solo pulsar un botón, una innovación que en su momento fue un verdadero hito. El interior, aunque sobrio, está construido con materiales de calidad y un diseño ergonómico que pone al conductor en el centro de la acción. Los asientos deportivos y la instrumentación clara refuerzan su carácter dinámico.
Tecnología y características
En 1997, el SLK 230 K destacaba por su tecnología. El motor de 2.3 litros con compresor volumétrico (Kompressor) era una muestra de ingeniería avanzada, ofreciendo una potencia considerable para su tamaño y una respuesta inmediata. La inyección indirecta y el intercooler contribuían a su eficiencia y rendimiento. El techo retráctil Vario-Roof fue una proeza tecnológica que combinaba la seguridad y el aislamiento de un techo rígido con la libertad de un descapotable. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros, y una suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes que garantizaba un buen agarre y estabilidad.
Competencia
En su lanzamiento, el Mercedes-Benz SLK 230 K se enfrentó a rivales de peso en el segmento de los roadsters premium. Sus principales competidores incluían al BMW Z3, que ofrecía una experiencia de conducción más purista, y al Porsche Boxster, con su motor central y un enfoque más deportivo. Otros contendientes como el Audi TT Roadster, aunque llegó un poco más tarde, también se posicionaron como alternativas. Sin embargo, el SLK se distinguió por su innovador techo rígido retráctil y su combinación única de lujo, confort y deportividad, lo que le permitió labrarse un lugar propio en el mercado.
Conclusión
El Mercedes-Benz SLK 230 K de 1997 es más que un coche; es una declaración de estilo y una experiencia de conducción. Su diseño icónico, la emoción de su motor sobrealimentado y la versatilidad de su techo retráctil lo convierten en un clásico moderno. Es un vehículo que te invita a disfrutar de cada trayecto, a sentir el viento y a deleitarte con su rendimiento. Un coche que, incluso hoy, sigue girando cabezas y ofreciendo una conexión pura con la carretera.




