Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz SLC
Potencia
184CV
Par
300Nm
Consumo
5.9l/100
Emisiones
137g/km
0-100 km/h
6.9s
Vel. Máx.
237km/h
Peso
1480kg
Precio
48,098€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 9v
RWD
2 / 2 puertas
335 L
60 L
135 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mercedes-Benz SLC 200 9G-TRONIC · 184 CV (2016-2018)
Descripción general
El Mercedes-Benz SLC 200 9G-TRONIC de 2016 es un roadster que encarna la esencia del placer de conducir a cielo abierto. Con su motor de gasolina de 184 CV y una sofisticada transmisión automática de 9 velocidades, este modelo promete una experiencia dinámica y refinada, ideal para quienes buscan combinar elegancia, rendimiento y la libertad de un descapotable. Es la evolución de un concepto que Mercedes-Benz ha perfeccionado a lo largo de los años, ofreciendo un equilibrio entre deportividad y confort.
Experiencia de conducción
Al volante del SLC 200, la sensación es de agilidad y control. El motor de 184 CV, aunque no es el más potente de la gama, ofrece una respuesta enérgica y progresiva, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6.9 segundos. La transmisión 9G-TRONIC es una maravilla de suavidad y rapidez, permitiendo cambios de marcha casi imperceptibles que contribuyen a una experiencia de conducción fluida y emocionante. La dirección es precisa y la suspensión, aunque firme, filtra bien las irregularidades, proporcionando un confort sorprendente para un coche de sus características. Con el techo plegado, el viento en el cabello y el sonido del motor, cada viaje se convierte en una aventura.
Diseño y estética
El diseño del Mercedes-Benz SLC 200 es una declaración de intenciones. Sus líneas son elegantes y deportivas, con una silueta compacta y proporciones equilibradas que le otorgan una presencia inconfundible. El frontal, con la parrilla de diamante y los faros LED, le confiere una mirada agresiva pero sofisticada. La capota rígida retráctil se integra a la perfección en la carrocería, transformando el coche de coupé a roadster en cuestión de segundos, sin comprometer la estética. El interior, aunque clásico en su disposición, está revestido con materiales de alta calidad y un acabado impecable, creando un ambiente lujoso y acogedor.
Tecnología y características
A pesar de su enfoque en la experiencia de conducción, el SLC 200 no escatima en tecnología. Incorpora un motor de gasolina de 1991 cc con inyección directa y turbo, que optimiza el rendimiento y la eficiencia. La transmisión automática 9G-TRONIC es un ejemplo de ingeniería avanzada, ofreciendo una amplia gama de relaciones para adaptarse a cualquier situación de conducción. En cuanto a la seguridad, cuenta con frenos de disco ventilados delanteros y un sistema de suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes que garantiza una excelente estabilidad. Aunque no es un coche de última generación en cuanto a infoentretenimiento, sus sistemas cumplen con creces para ofrecer una experiencia conectada y segura.
Competencia
El Mercedes-Benz SLC 200 compite en un segmento muy exclusivo, donde sus principales rivales son el Audi TT Roadster, el BMW Z4 y el Porsche Boxster. Frente a ellos, el SLC se posiciona como una opción que equilibra el lujo y el confort de Mercedes-Benz con un toque deportivo. Mientras que el Boxster puede ofrecer una experiencia de conducción más purista y el Z4 un diseño más atrevido, el SLC destaca por su elegancia atemporal y la suavidad de su mecánica, ofreciendo una alternativa muy atractiva para quienes buscan un roadster con un toque de distinción.
Conclusión
El Mercedes-Benz SLC 200 9G-TRONIC de 2016 es un coche que enamora. Es la elección perfecta para aquellos que buscan un roadster que combine la emoción de la conducción a cielo abierto con el lujo y la sofisticación de Mercedes-Benz. Su diseño atemporal, su motor enérgico y su transmisión suave lo convierten en un compañero ideal tanto para el día a día como para escapadas de fin de semana. Es un coche que no solo te lleva de un punto A a un punto B, sino que te hace disfrutar de cada kilómetro, convirtiendo cada trayecto en una experiencia memorable.