Mercedes-Benz SL 65 AMG · 612 CV (2008-2010)

2008
Gasolina
RWD
Automático 5v
Mercedes-Benz Clase SL - Vista 1
Mercedes-Benz Clase SL - Vista 2
Mercedes-Benz Clase SL - Vista 3
Mercedes-Benz Clase SL - Vista 4

Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase SL

Potencia

612CV

Par

1Nm

Consumo

14l/100

Emisiones

333g/km

0-100 km/h

4.2s

Vel. Máx.

250km/h

Peso

2120kg

Precio

251,500

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 5v

Tracción

RWD

Plazas

2 / 2 puertas

Maletero

339 L

Depósito

80 L

Potencia

450 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima612 CV / 450 kW
Par máximo1 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito80 L
Maletero339 L

Análisis detallado del Mercedes-Benz SL 65 AMG · 612 CV (2008-2010)

Descripción general

El Mercedes-Benz SL 65 AMG de 2008 es una obra maestra de la ingeniería automotriz, un descapotable de lujo que combina la elegancia atemporal con un rendimiento brutal. Este modelo, parte de la icónica Clase SL, representa la cúspide de la deportividad y el refinamiento que Mercedes-Benz y AMG pueden ofrecer. Con un precio de 251.500 euros en su lanzamiento, no era solo un coche, sino una declaración de intenciones, un símbolo de estatus y pasión por la velocidad.

Experiencia de conducción

Conducir el SL 65 AMG es una experiencia visceral. El motor V12 biturbo de 6.0 litros, con sus 612 CV y un par motor de 1000 Nm, te catapulta de 0 a 100 km/h en apenas 4.2 segundos. La aceleración es implacable, pegándote al asiento con una fuerza que pocos vehículos pueden igualar. El sonido del motor es una sinfonía, un rugido profundo y gutural que te envuelve y te hace sentir cada explosión de potencia. A pesar de su peso de 2120 kg, la suspensión adaptativa y la dirección precisa ofrecen un control sorprendente, permitiendo trazar curvas con una confianza que desafía su tamaño. Es un coche que te hace sentir vivo, que te exige respeto y te recompensa con una descarga de adrenalina pura.

Diseño y estética

El diseño del Mercedes-Benz SL 65 AMG es una fusión perfecta de elegancia y agresividad. Sus líneas fluidas y su silueta baja y ancha le confieren una presencia imponente. El frontal, con la parrilla distintiva de Mercedes y los faros bi-xenón, irradia sofisticación. Los detalles AMG, como las llantas de 19 pulgadas con neumáticos 255/35 R19 delante y 285/30 R19 detrás, los faldones laterales y el difusor trasero, acentúan su carácter deportivo sin caer en la ostentación. El techo retráctil, que se pliega elegantemente en el maletero, transforma el coupé en un roadster en cuestión de segundos, ofreciendo lo mejor de ambos mundos. El interior es un santuario de lujo, con materiales de alta calidad, asientos deportivos de cuero y una ergonomía impecable, todo diseñado para el máximo confort y disfrute.

Tecnología y características

El SL 65 AMG de 2008 estaba repleto de tecnología avanzada para su época. Su motor V12 biturbo, con inyección indirecta e intercooler, era una maravilla de la ingeniería, capaz de entregar una potencia descomunal con una suavidad sorprendente. La transmisión automática de 5 velocidades, aunque no tan rápida como las modernas de doble embrague, gestionaba el inmenso par motor con eficacia. La suspensión activa ABC (Active Body Control) controlaba los movimientos de la carrocería, minimizando el balanceo y el cabeceo, lo que contribuía a una estabilidad excepcional tanto en línea recta como en curvas. Los frenos de disco ventilados en ambos ejes garantizaban una capacidad de detención formidable, esencial para un coche de estas prestaciones. Aunque carecía de algunas de las ayudas a la conducción actuales, su tecnología se centraba en maximizar el rendimiento y la seguridad activa.

Competencia

En su segmento, el Mercedes-Benz SL 65 AMG se enfrentaba a rivales de la talla del Aston Martin DBS Volante, el Ferrari 599 GTB Fiorano (aunque este último era un coupé puro) y el Bentley Continental GTC. Cada uno ofrecía su propia interpretación del lujo y el rendimiento, pero el SL 65 AMG destacaba por su combinación única de un motor V12 biturbo, su capacidad de descapotable y la reputación de ingeniería alemana. Mientras que el Aston Martin ofrecía una elegancia más clásica y el Ferrari una deportividad más radical, el Mercedes-Benz se posicionaba como un gran turismo de altas prestaciones, capaz de devorar kilómetros con una comodidad y una velocidad impresionantes.

Conclusión

El Mercedes-Benz SL 65 AMG de 2008 es un coche que trasciende el tiempo. Es un testimonio de la ambición de Mercedes-Benz y AMG por crear vehículos sin compromisos, donde el lujo, la potencia y la tecnología se unen para ofrecer una experiencia de conducción inolvidable. Su motor V12 es una joya mecánica, su diseño sigue siendo cautivador y su capacidad para emocionar al conductor es innegable. Aunque su consumo de 14 l/100km combinado y sus emisiones de 333 g/km de CO2 reflejan una era diferente, sigue siendo un icono, un coche para aquellos que buscan lo extraordinario y que aprecian la ingeniería de alto nivel. Es un clásico moderno que seguirá siendo deseado por muchos años.