Mercedes-Benz SL 500 · 387 CV (2010-2012)

2008
Gasolina
RWD
Automático 7v
Mercedes-Benz Clase SL - Vista 1
Mercedes-Benz Clase SL - Vista 2
Mercedes-Benz Clase SL - Vista 3
Mercedes-Benz Clase SL - Vista 4

Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase SL

Potencia

387CV

Par

530Nm

Consumo

11.6l/100

Emisiones

272g/km

0-100 km/h

5.4s

Vel. Máx.

250km/h

Peso

1910kg

Precio

129,450

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 7v

Tracción

RWD

Plazas

2 / 2 puertas

Maletero

339 L

Depósito

80 L

Potencia

285 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima387 CV / 285 kW
Par máximo530 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 7v

Capacidades

Depósito80 L
Maletero339 L

Análisis detallado del Mercedes-Benz SL 500 · 387 CV (2010-2012)

Descripción general

El Mercedes-Benz SL 500 de 2008 es un roadster que encarna la esencia del lujo y la deportividad. Con su motor V8 de 5.5 litros y 387 CV, este vehículo no solo promete un rendimiento excepcional, sino también una experiencia de conducción sofisticada y emocionante. Es un coche diseñado para aquellos que buscan distinción y potencia a partes iguales, un verdadero icono de la ingeniería alemana.

Experiencia de conducción

Conducir el SL 500 es una experiencia que despierta todos los sentidos. La aceleración de 0 a 100 km/h en solo 5.4 segundos te pega al asiento, mientras que el sonido gutural del motor V8 es una sinfonía para los amantes de la velocidad. La dirección asistida eléctrica y sensible a la velocidad ofrece una precisión asombrosa, permitiendo trazar curvas con una confianza inquebrantable. La suspensión, aunque confortable, mantiene el coche firme y estable, transmitiendo una sensación de seguridad y control absoluto. Es un coche que te invita a devorar kilómetros, ya sea en una carretera de montaña o en un crucero relajado por la costa.

Diseño y estética

El diseño del Mercedes-Benz SL 500 es atemporal y elegante. Sus líneas fluidas y su silueta baja y ancha le confieren una presencia imponente. El frontal, con la característica parrilla de Mercedes y los faros afilados, irradia deportividad. La capota retráctil, que se pliega con gracia, transforma el coupé en un descapotable en cuestión de segundos, acentuando su carácter de roadster de lujo. Cada detalle, desde las llantas de 18 pulgadas hasta los acabados interiores, está pensado para transmitir exclusividad y buen gusto.

Tecnología y características

A pesar de ser un modelo de 2008, el SL 500 incorpora tecnología avanzada para su época. Su motor V8 de 5.5 litros con inyección indirecta y admisión variable es una obra maestra de la ingeniería, ofreciendo una combinación óptima de potencia y eficiencia. La transmisión automática de 7 velocidades garantiza cambios suaves y rápidos, adaptándose a cualquier estilo de conducción. Los frenos de disco ventilados en ambos ejes proporcionan una capacidad de frenado excepcional, mientras que la dirección asistida eléctrica y sensible a la velocidad mejora la maniobrabilidad y la respuesta. Aunque no cuenta con las últimas ayudas a la conducción de hoy en día, su tecnología se centra en la experiencia de conducción pura y el confort de los ocupantes.

Competencia

En su segmento, el Mercedes-Benz SL 500 se enfrentaba a rivales de la talla del Porsche 911 Cabriolet, el BMW Serie 6 Cabrio y el Jaguar XK Convertible. Cada uno ofrecía su propia interpretación del lujo y la deportividad, pero el SL 500 destacaba por su equilibrio entre confort, prestaciones y la inconfundible elegancia de Mercedes-Benz. Su motor V8 y su capacidad para transformarse de coupé a roadster lo convertían en una opción muy atractiva para aquellos que buscaban versatilidad sin renunciar al rendimiento.

Conclusión

El Mercedes-Benz SL 500 de 2008 es más que un coche; es una declaración de intenciones. Combina la potencia de un deportivo con el lujo y la sofisticación de un gran turismo. Es un vehículo que te permite disfrutar de la conducción en su máxima expresión, ya sea en un viaje largo o en una escapada de fin de semana. Su diseño atemporal y su rendimiento excepcional lo convierten en un clásico moderno, un coche que sigue emocionando y cautivando a quienes tienen el privilegio de conducirlo.