Mercedes-Benz SL 600 · 394 CV (1998-2001)

1998
Gasolina
RWD
Automático 5v
Mercedes-Benz Clase SL - Vista 1
Mercedes-Benz Clase SL - Vista 2
Mercedes-Benz Clase SL - Vista 3
Mercedes-Benz Clase SL - Vista 4

Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase SL

Potencia

394CV

Par

570Nm

Consumo

15.5l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

6.1s

Vel. Máx.

250km/h

Peso

2050kg

Precio

132,900

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 5v

Tracción

RWD

Plazas

4 / 2 puertas

Maletero

265 L

Depósito

80 L

Potencia

290 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima394 CV / 290 kW
Par máximo570 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 5v

Capacidades

Depósito80 L
Maletero265 L

Análisis detallado del Mercedes-Benz SL 600 · 394 CV (1998-2001)

Descripción general

El Mercedes-Benz SL 600 de 1998 es una joya automotriz que encarna la elegancia y el poder de una era. Este descapotable de lujo, con su motor V12, no es solo un coche, es una declaración de intenciones, un símbolo de estatus y una máquina diseñada para deleitar los sentidos. Su presencia imponente y su pedigrí de ingeniería alemana lo convierten en un clásico instantáneo, un vehículo que sigue cautivando miradas y corazones.

Experiencia de conducción

Conducir el SL 600 es una experiencia sublime. El motor V12 de 5.987 cc, con sus 394 CV, ofrece una entrega de potencia suave pero contundente, capaz de catapultar este gran turismo de 0 a 100 km/h en solo 6.1 segundos. La velocidad máxima, limitada electrónicamente a 250 km/h, se alcanza con una facilidad asombrosa. La suspensión, aunque firme, filtra las imperfecciones de la carretera con maestría, proporcionando un confort excepcional. La dirección, de recirculación de bolas, transmite una sensación de control y precisión, mientras que los frenos de disco ventilados en ambos ejes garantizan una detención segura y eficaz. Es un coche que invita a devorar kilómetros con una sonrisa, sintiendo el viento en el cabello y el rugido melódico del V12 como banda sonora.

Diseño y estética

El diseño del Mercedes-Benz SL 600 es atemporal y sofisticado. Sus líneas fluidas y elegantes, con una silueta baja y ancha, irradian una presencia inconfundible. El frontal, con la icónica parrilla de Mercedes y los faros dobles, es distintivo y poderoso. La capota de lona, que se pliega con elegancia, transforma el coche de un coupé refinado a un descapotable seductor en cuestión de segundos. Cada detalle, desde las llantas de 17 pulgadas hasta los acabados cromados, está pensado para realzar su belleza y su estatus de gran turismo de lujo. Es un coche que, incluso hoy, sigue siendo un referente de estilo y buen gusto.

Tecnología y características

A pesar de ser un modelo de 1998, el SL 600 incorporaba tecnología avanzada para su época. Su motor V12 de aluminio, con inyección indirecta y cuatro válvulas por cilindro, era una obra maestra de la ingeniería. La transmisión automática de 5 velocidades, suave y precisa, optimizaba la entrega de potencia. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos ABS y un chasis robusto. Aunque carece de las pantallas táctiles y los sistemas de asistencia a la conducción modernos, su tecnología se centraba en la mecánica y la comodidad, ofreciendo una experiencia de conducción pura y sin distracciones innecesarias.

Competencia

En su época, el Mercedes-Benz SL 600 se enfrentaba a rivales de la talla del BMW Serie 8 (especialmente el 850i o 850Ci), el Jaguar XK8 y, en menor medida, el Porsche 911 Cabriolet. Cada uno ofrecía su propia interpretación del gran turismo de lujo, pero el SL 600 destacaba por su combinación única de confort, prestigio y la suavidad inigualable de su motor V12. Era el coche para aquellos que buscaban la máxima expresión de lujo y rendimiento en un descapotable.

Conclusión

El Mercedes-Benz SL 600 de 1998 es mucho más que un coche; es una leyenda sobre ruedas. Su combinación de diseño atemporal, un motor V12 glorioso y un confort excepcional lo convierten en un clásico deseado. Es un vehículo que evoca emociones, que invita a la aventura y que, con cada kilómetro, reafirma su estatus como uno de los grandes descapotables de la historia. Para el entusiasta, es una pieza de colección, una inversión en placer y una máquina que sigue ofreciendo una experiencia de conducción inigualable.