Mercedes-Benz G 500 Cabrio · 387 CV (2011-2012)

2008
Gasolina
AWD
Automático 7v
Mercedes-Benz Clase G - Vista 1
Mercedes-Benz Clase G - Vista 2
Mercedes-Benz Clase G - Vista 3
Mercedes-Benz Clase G - Vista 4

Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase G

Potencia

387CV

Par

530Nm

Consumo

14.9l/100

Emisiones

348g/km

0-100 km/h

5.9s

Vel. Máx.

210km/h

Peso

2335kg

Precio

113,000

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 7v

Tracción

AWD

Plazas

4 / 3 puertas

Maletero

250 L

Depósito

96 L

Potencia

285 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima387 CV / 285 kW
Par máximo530 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 7v

Capacidades

Depósito96 L
Maletero250 L

Análisis detallado del Mercedes-Benz G 500 Cabrio · 387 CV (2011-2012)

Descripción general

El Mercedes-Benz Clase G Cabrio de 2008, en su versión G 500, es una declaración de intenciones. Un todoterreno descapotable que combina la robustez legendaria del Clase G con el placer de conducir a cielo abierto. No es un coche para pasar desapercibido, sino para aquellos que buscan una experiencia única y sin concesiones, un vehículo que desafía las convenciones y se erige como un icono de lujo y aventura.

Experiencia de conducción

Conducir el G 500 Cabrio es una experiencia visceral. El potente motor V8 de 387 CV ruge con autoridad, ofreciendo una aceleración contundente que te pega al asiento. La dirección, aunque asistida, transmite una conexión genuina con el terreno, y la suspensión, diseñada para afrontar los desafíos más duros, absorbe las irregularidades con una solvencia sorprendente. Pero la verdadera magia ocurre cuando se baja la capota. El viento en el cabello, el sonido del motor y la sensación de libertad se combinan para crear una experiencia de conducción inolvidable, ya sea en una carretera de montaña o explorando caminos sin asfaltar. Es un coche que te hace sentir vivo, que te invita a la aventura y a disfrutar de cada kilómetro.

Diseño y estética

El diseño del Mercedes-Benz Clase G Cabrio es inconfundible y atemporal. Sus líneas rectas y angulosas, herencia de su origen militar, le confieren una presencia imponente y robusta. La versión cabrio añade un toque de exclusividad y sofisticación, transformando un todoterreno puro en un vehículo de ocio de lujo. Los detalles cromados, las grandes llantas de 18 pulgadas y la parrilla frontal característica de Mercedes-Benz completan un conjunto que irradia fuerza y elegancia. Es un diseño que no sigue modas, sino que las crea, manteniéndose relevante y deseado a lo largo del tiempo.

Tecnología y características

A pesar de su apariencia clásica, el G 500 Cabrio incorpora tecnología avanzada para su época. El motor V8 de 5.5 litros, con inyección indirecta y admisión variable, ofrece un rendimiento excepcional. La transmisión automática de 7 velocidades, con embrague multidisco bañado en aceite, garantiza cambios suaves y precisos. Su sistema de tracción integral permanente (AWD) con bloqueo de diferencial, junto con una suspensión de eje rígido en ambos trenes, le otorgan unas capacidades todoterreno sobresalientes. Los frenos de disco ventilados en el eje delantero y los discos en el trasero aseguran una frenada potente y segura. Aunque no cuenta con las últimas ayudas a la conducción de los modelos actuales, su tecnología se centra en la robustez y la eficacia en cualquier terreno.

Competencia

En su segmento, el Mercedes-Benz Clase G Cabrio G 500 se enfrentaba a pocos rivales directos que pudieran igualar su combinación de lujo, capacidad todoterreno y exclusividad descapotable. Podríamos considerar al Jeep Wrangler Rubicon, aunque con un enfoque más puramente off-road y menos lujoso. Otros todoterrenos de lujo como el Range Rover o el Porsche Cayenne ofrecían prestaciones y confort, pero carecían de la opción descapotable y del carácter tan marcado del Clase G. Su verdadero rival era él mismo, un icono que se ha mantenido fiel a su esencia a lo largo de las décadas.

Conclusión

El Mercedes-Benz Clase G Cabrio G 500 de 2008 es mucho más que un coche; es una declaración de estilo y una filosofía de vida. Combina la legendaria capacidad todoterreno del Clase G con el placer inigualable de conducir a cielo abierto, todo ello envuelto en un aura de lujo y exclusividad. Es un vehículo para aquellos que buscan la aventura sin renunciar al confort, para quienes valoran la autenticidad y la distinción. Su precio de 113.000 euros en su momento reflejaba su posición en la cúspide del mercado, un capricho para unos pocos afortunados que deseaban un coche con alma y carácter.