Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase CLK
Potencia
170CV
Par
400Nm
Consumo
6.9l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
9.4s
Vel. Máx.
228km/h
Peso
1645kg
Precio
47,477€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 5v
RWD
4 / 2 puertas
435 L
70 L
125 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mercedes-Benz CLK 270 CDI Coupé Aut. · 170 CV (2002-2005)
Descripción general
El Mercedes-Benz CLK 270 CDI Coupé Aut. de 2002 es una joya de la ingeniería alemana, un coupé que combina la elegancia atemporal con un rendimiento diésel sorprendente. Este modelo, con su motor de 2.7 litros y 170 CV, promete una experiencia de conducción refinada y potente, ideal para quienes buscan distinción y eficiencia en un mismo paquete. Su silueta coupé, característica de la marca, lo convierte en un vehículo que no pasa desapercibido, evocando una sensación de lujo y deportividad.
Experiencia de conducción
Al volante del CLK 270 CDI, la sensación es de solidez y aplomo. El motor diésel de cinco cilindros, con sus 170 CV y un par motor de 400 Nm, empuja con contundencia desde bajas revoluciones, ofreciendo una aceleración suave pero decidida. La caja de cambios automática de 5 velocidades gestiona la potencia con maestría, proporcionando transiciones casi imperceptibles que contribuyen a un viaje relajado y confortable. La suspensión, de tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, filtra las irregularidades del asfalto con elegancia, manteniendo la carrocería bien controlada incluso en curvas. La dirección, precisa y comunicativa, permite sentir la carretera, mientras que los frenos de disco ventilados en el eje delantero y macizos en el trasero garantizan una detención segura y eficaz. Es un coche que invita a devorar kilómetros con una sonrisa, disfrutando de cada trayecto con una sensación de seguridad y bienestar.
Diseño y estética
El diseño del Mercedes-Benz CLK 270 CDI Coupé es un ejercicio de elegancia y proporción. Sus líneas fluidas y su perfil bajo le otorgan una presencia imponente y sofisticada. Los faros dobles, característicos de la época, le confieren una mirada distintiva, mientras que la parrilla frontal con la estrella de Mercedes-Benz preside con orgullo. La ausencia de pilar B, una característica de los coupés de la marca, crea una sensación de amplitud y luminosidad en el habitáculo cuando las ventanillas están bajadas. Las llantas de 16 pulgadas, con neumáticos de diferente medida en cada eje (205/55 R16 delante y 225/50 R16 detrás), no solo contribuyen a la estética deportiva, sino que también mejoran el agarre y la estabilidad. Es un diseño que ha envejecido con gracia, manteniendo su atractivo a lo largo de los años.
Tecnología y características
Aunque es un modelo de 2002, el CLK 270 CDI Coupé incorporaba tecnología avanzada para su época. Su motor diésel de inyección directa por conducto común, turbo con geometría variable e intercooler, era un referente en eficiencia y rendimiento. La transmisión automática de 5 velocidades con convertidor de par ofrecía una suavidad de marcha excepcional. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos ABS, control de tracción y estabilidad, elementos que garantizaban una conducción segura. El interior, aunque no tan digitalizado como los modelos actuales, ofrecía un cuadro de instrumentos claro y legible, y un sistema de infoentretenimiento funcional para la época. La suspensión independiente en ambos ejes, con estabilizadoras, aseguraba un comportamiento dinámico equilibrado y un confort de marcha superior.
Competencia
En su segmento, el Mercedes-Benz CLK 270 CDI Coupé se enfrentaba a duros competidores como el BMW Serie 3 Coupé (E46) y el Audi A4 Coupé (aunque este último no existía como tal en 2002, el A4 berlina era un rival indirecto). El BMW ofrecía una experiencia de conducción más deportiva y directa, mientras que el Audi destacaba por su tracción quattro y su calidad de acabados. Sin embargo, el CLK se distinguía por su mayor confort, su motor diésel potente y refinado, y esa inconfundible elegancia que solo Mercedes-Benz sabe imprimir a sus vehículos. Era la opción ideal para quienes buscaban un coupé de lujo con un toque de distinción y una conducción más relajada pero igualmente gratificante.
Conclusión
El Mercedes-Benz CLK 270 CDI Coupé Aut. de 2002 es un coche que, a pesar de los años, sigue siendo una opción muy atractiva. Su combinación de diseño elegante, motor diésel potente y eficiente, y un confort de marcha excepcional lo convierten en un clásico moderno. Es un vehículo que invita a disfrutar de la carretera, a viajar con estilo y a sentir la calidad de la ingeniería alemana en cada kilómetro. Si buscas un coupé con carácter, distinción y una fiabilidad contrastada, este CLK es una elección que no te defraudará, ofreciendo una experiencia de conducción que perdura en el tiempo.




