Especificaciones y análisis del Mercedes-Benz Clase C
Potencia
170CV
Par
370Nm
Consumo
6.9l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
8.9s
Vel. Máx.
230km/h
Peso
1600kg
Precio
37,850€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
RWD
5 / 4 puertas
455 L
70 L
125 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mercedes-Benz C 270 CDI Berlina · 170 CV (2000-2002)
Descripción general
El Mercedes-Benz C 270 CDI Berlina del año 2000 es una manifestación de la elegancia y la ingeniería alemana en su máxima expresión. Este modelo, parte de la icónica Clase C, se posicionó como una opción premium para aquellos que buscaban un equilibrio perfecto entre lujo, rendimiento y eficiencia. Con su motor diésel de 2.7 litros, prometía una experiencia de conducción refinada y potente, ideal tanto para el día a día como para largos viajes por carretera. Su presencia en el mercado marcó una época, consolidando la reputación de Mercedes-Benz en el segmento de las berlinas de gama alta.
Experiencia de conducción
Al volante del C 270 CDI, la sensación es de solidez y control absoluto. El motor diésel de 170 CV entrega su potencia de manera lineal y contundente, con un par motor de 370 Nm disponible desde bajas revoluciones, lo que se traduce en una respuesta inmediata y una capacidad de adelantamiento formidable. La caja de cambios manual de 6 velocidades permite exprimir al máximo cada marcha, ofreciendo una conexión directa con la mecánica. La suspensión, de tipo McPherson en el eje delantero y paralelogramo deformable en el trasero, filtra las irregularidades del asfalto con maestría, proporcionando un confort de marcha excepcional sin sacrificar la estabilidad. La dirección, precisa y comunicativa, inspira confianza en cada curva, mientras que los frenos de disco ventilados delanteros y macizos traseros garantizan una detención segura y eficaz. Es un coche que invita a devorar kilómetros con una sonrisa, sintiendo la carretera pero sin sufrir sus imperfecciones.
Diseño y estética
El diseño del Mercedes-Benz C 270 CDI Berlina es un testimonio de la atemporalidad y la sofisticación. Sus líneas fluidas y elegantes, con una silueta clásica de berlina, irradian una presencia imponente pero discreta. Los faros delanteros, con su característica forma, y la parrilla frontal con la estrella de tres puntas en el centro, son inconfundiblemente Mercedes. Cada detalle, desde los espejos retrovisores hasta las llantas de 16 pulgadas, está pensado para complementar la estética general del vehículo, creando una armonía visual que perdura a través del tiempo. En el interior, la calidad de los materiales y los acabados es palpable, con un salpicadero ergonómico y asientos que ofrecen un soporte excelente, invitando a disfrutar de cada trayecto con el máximo confort.
Tecnología y características
A pesar de ser un modelo del año 2000, el C 270 CDI incorporaba tecnología avanzada para su época. Su motor diésel de inyección directa por conducto común, turbo con geometría variable e intercooler, era un referente en eficiencia y rendimiento. La gestión electrónica del motor optimizaba el consumo de combustible, que se situaba en unos impresionantes 6.9 l/100km en ciclo combinado, y reducía las emisiones. En cuanto a la seguridad, contaba con sistemas de frenado avanzados y una estructura de carrocería diseñada para proteger a los ocupantes. Aunque no disponía de las pantallas táctiles y la conectividad de los coches actuales, su tecnología se centraba en la fiabilidad mecánica y en ofrecer una experiencia de conducción superior, con un enfoque en la durabilidad y el confort.
Competencia
En su segmento, el Mercedes-Benz C 270 CDI Berlina se enfrentaba a duros competidores como el BMW Serie 3 y el Audi A4. El BMW Serie 3 ofrecía una experiencia de conducción más deportiva y dinámica, mientras que el Audi A4 destacaba por su tracción quattro y su diseño sobrio. Sin embargo, el Mercedes-Benz se distinguía por su inigualable confort de marcha, la calidad de sus acabados y la robustez de su mecánica, ofreciendo una propuesta más orientada al lujo y la comodidad en largos viajes. Cada uno tenía su propio encanto, pero el C 270 CDI se posicionaba como la opción predilecta para aquellos que valoraban la distinción y la ingeniería clásica alemana.
Conclusión
El Mercedes-Benz C 270 CDI Berlina de 2000 es mucho más que un simple coche; es una declaración de intenciones. Representa la cúspide de la ingeniería automotriz de su tiempo, combinando un rendimiento formidable con un confort inigualable y una estética que desafía el paso del tiempo. Su motor diésel, potente y eficiente, junto con una suspensión que absorbe las imperfecciones de la carretera con elegancia, lo convierten en un compañero de viaje excepcional. Es un vehículo que, incluso hoy, sigue siendo un referente de calidad y fiabilidad, un verdadero clásico moderno que continúa ofreciendo una experiencia de conducción gratificante y lujosa. Un coche que te hace sentir especial cada vez que te pones al volante.