Especificaciones y análisis del Mazda MX-5
Potencia
126CV
Par
167Nm
Consumo
7l/100
Emisiones
167g/km
0-100 km/h
9.9s
Vel. Máx.
194km/h
Peso
1150kg
Precio
24,550€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
RWD
2 / 2 puertas
150 L
50 L
93 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda MX-5 1.8 Style Soft Top · 126 CV (2012-2013)
Descripción general
El Mazda MX-5 de 2009, en su versión Soft Top 1.8 Style, es un roadster que encarna la esencia pura de la conducción. Con 126 CV y una caja manual de 5 velocidades, este coche no busca la velocidad extrema, sino la conexión entre el conductor y la carretera. Es un vehículo que te invita a disfrutar de cada curva, cada cambio de marcha y cada rayo de sol que se cuela en el habitáculo. Su diseño atemporal y su ligereza lo convierten en un clásico instantáneo, un coche para los que valoran las sensaciones por encima de las cifras.
Experiencia de conducción
Conducir el MX-5 es una experiencia visceral. La dirección hidráulica, precisa y comunicativa, te permite sentir cada imperfección del asfalto, cada cambio de peso del coche. El motor de 1.8 litros, aunque no es un derroche de potencia, entrega sus 126 CV de forma lineal y progresiva, invitándote a estirarlo hasta las 6500 rpm para exprimir todo su jugo. La caja de cambios manual de 5 velocidades es una delicia, con recorridos cortos y precisos que hacen que cada cambio sea un placer. La suspensión, de paralelogramo deformable en ambos ejes, ofrece un equilibrio perfecto entre confort y deportividad, permitiendo que el coche se incline lo justo en las curvas para transmitir confianza sin llegar a ser incómodo. La ausencia de un techo rígido te conecta directamente con el entorno, amplificando el sonido del motor y el viento, creando una atmósfera de libertad inigualable. Es un coche que te hace sonreír, que te recuerda por qué amas conducir.
Diseño y estética
El diseño del Mazda MX-5 de 2009 es una oda a la simplicidad y la elegancia. Sus líneas fluidas y proporciones clásicas de roadster, con un largo capó y una zaga corta, le otorgan una presencia atemporal. La capota de lona, fácil de accionar, se integra perfectamente en la silueta del coche, manteniendo su atractivo tanto abierta como cerrada. Los faros, con un toque de agresividad, y la parrilla distintiva de Mazda, le confieren una personalidad única. Es un coche que no necesita artificios para llamar la atención, su belleza reside en su pureza de formas y su inconfundible silueta de deportivo clásico.
Tecnología y características
En un coche como el MX-5, la tecnología se centra en mejorar la experiencia de conducción, no en distraer de ella. Aunque no cuenta con las últimas innovaciones en infoentretenimiento, su tecnología mecánica es lo que realmente importa. El motor de 1.8 litros con inyección indirecta y admisión variable, junto con su bloque y culata de aluminio, demuestran una ingeniería enfocada en la eficiencia y la ligereza. La dirección asistida hidráulicamente, en lugar de eléctrica, es una elección deliberada para ofrecer una mayor conexión con la carretera. Los frenos de disco ventilados delanteros y macizos traseros garantizan una frenada eficaz y segura. Es una tecnología que sirve a la conducción, no que la domina.
Competencia
En su segmento, el Mazda MX-5 de 2009 se enfrentaba a rivales como el BMW Z4, el Audi TT Roadster o el Mercedes-Benz SLK. Sin embargo, el MX-5 siempre ha tenido una filosofía diferente. Mientras que sus competidores apostaban por la potencia y el lujo, el MX-5 se centraba en la ligereza, la agilidad y la pureza de la conducción. Su precio más accesible lo convertía en una opción atractiva para aquellos que buscaban un deportivo descapotable sin sacrificar la diversión al volante. Es un coche que compite en sensaciones, no solo en cifras.
Conclusión
El Mazda MX-5 1.8 Style Soft Top de 2009 es más que un coche; es una declaración de intenciones. Es un vehículo que te invita a redescubrir el placer de conducir, a sentir el viento en el pelo y a disfrutar de cada kilómetro. Su diseño atemporal, sus sensaciones puras y su fiabilidad lo convierten en una opción excepcional para los amantes de los roadsters. No es el más potente ni el más lujoso, pero es, sin duda, uno de los más divertidos y gratificantes de conducir. Un coche que te roba el corazón y te hace querer salir a la carretera una y otra vez.




