Mazda MX-5 Touring 1.8 16V Aut. · 145 CV (2001-2002)

2001
Gasolina
RWD
Automático 4v
Mazda MX-5 - Vista 1
Mazda MX-5 - Vista 2
Mazda MX-5 - Vista 3
Mazda MX-5 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Mazda MX-5

Potencia

145CV

Par

168Nm

Consumo

9.5l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

11s

Vel. Máx.

190km/h

Peso

1080kg

Precio

24,950

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 4v

Tracción

RWD

Plazas

2 / 2 puertas

Maletero

144 L

Depósito

50 L

Potencia

107 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima145 CV / 107 kW
Par máximo168 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 4v

Capacidades

Depósito50 L
Maletero144 L

Análisis detallado del Mazda MX-5 Touring 1.8 16V Aut. · 145 CV (2001-2002)

Descripción general

El Mazda MX-5 de 2001, en su versión Touring 1.8 16V Automático, es un roadster que encarna la esencia pura del placer de conducir. Con un precio de 24.950 €, este modelo se presenta como una opción atractiva para quienes buscan un coche divertido y con carácter, sin pretensiones de lujo excesivo, pero con una calidad de construcción sólida y un diseño atemporal que sigue cautivando miradas.

Experiencia de conducción

Conducir el MX-5 es una experiencia que va más allá del simple desplazamiento. Su motor de gasolina de 1.8 litros y 145 CV, acoplado a una transmisión automática de 4 velocidades, ofrece una respuesta ágil y un sonido embriagador que invita a exprimir cada curva. La tracción trasera y su bajo peso de 1080 kg garantizan una agilidad excepcional y una conexión directa con la carretera. La aceleración de 0 a 100 km/h en 11 segundos y una velocidad máxima de 190 km/h, aunque no son cifras de superdeportivo, son más que suficientes para disfrutar de una conducción emocionante y divertida, especialmente con el viento en la cara. La suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes, junto con los frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros, aseguran un comportamiento dinámico y seguro.

Diseño y estética

El diseño del Mazda MX-5 de 2001 es un clásico instantáneo. Sus líneas fluidas y compactas, con una silueta baja y ancha, evocan la deportividad de los roadsters británicos de antaño, pero con un toque japonés de fiabilidad y precisión. Los faros delanteros, aunque no son escamoteables como en generaciones anteriores, mantienen una expresión amigable y característica. El interior, aunque sencillo, está diseñado para el conductor, con una ergonomía impecable y materiales de buena calidad que resisten bien el paso del tiempo. Es un coche que, a pesar de los años, sigue siendo estéticamente atractivo y reconocible al instante.

Tecnología y características

En 2001, la tecnología del MX-5 se centraba en la mecánica y la experiencia de conducción pura. Su motor de inyección indirecta de 1.8 litros, con culata de aluminio y bloque de hierro, es un ejemplo de ingeniería robusta y fiable. La transmisión automática de 4 velocidades, aunque no es la más moderna, cumple su función con suavidad. En cuanto a la seguridad, cuenta con frenos de disco en las cuatro ruedas y una dirección de cremallera que ofrece una excelente retroalimentación. No esperes grandes pantallas táctiles o asistentes de conducción avanzados, ya que este coche se enfoca en lo esencial: la conexión entre el conductor y la máquina.

Competencia

En su segmento, el Mazda MX-5 de 2001 competía con otros roadsters como el BMW Z3, el Mercedes-Benz SLK o el Toyota MR2. Sin embargo, el MX-5 siempre se ha distinguido por su filosofía de coche deportivo asequible y divertido, ofreciendo una experiencia de conducción pura y sin filtros que pocos rivales podían igualar por su precio. Su ligereza, agilidad y fiabilidad lo convertían en una opción muy atractiva frente a modelos más potentes o lujosos, pero a menudo menos comunicativos.

Conclusión

El Mazda MX-5 Touring 1.8 16V Automático de 2001 es un coche que enamora. Es la prueba de que no se necesita una potencia desorbitada para disfrutar al volante. Su diseño atemporal, su comportamiento dinámico y su fiabilidad mecánica lo convierten en un clásico moderno y una excelente opción para aquellos que buscan un roadster auténtico y divertido. Es un coche para disfrutar cada kilómetro, sentir el viento y conectar con la carretera de una manera que pocos vehículos actuales pueden ofrecer. Una joya para los amantes de la conducción pura.