Especificaciones y análisis del Mazda MX-5
Potencia
110CV
Par
134Nm
Consumo
8.1l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
9.7s
Vel. Máx.
191km/h
Peso
1035kg
Precio
19,900€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
RWD
2 / 2 puertas
144 L
50 L
81 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda MX-5 Exclusive 1.6 16V · 110 CV (2000-2001)
Descripción general
El Mazda MX-5 de 2001, en su versión Exclusive 1.6 16V, es un roadster que encarna la esencia del placer de conducir. Con un precio de 19.900 euros en su lanzamiento, este modelo ofrecía una propuesta clara: diversión al volante sin grandes pretensiones de lujo o potencia desmedida. Su diseño atemporal y su configuración mecánica lo convertían en un coche accesible para aquellos que buscaban sensaciones puras en cada trayecto.
Experiencia de conducción
Conducir el MX-5 de 2001 es una experiencia que apela directamente a los sentidos. Su motor de gasolina de 1.6 litros y 110 CV, combinado con una caja de cambios manual de 5 velocidades y tracción trasera, ofrece una respuesta ágil y directa. La aceleración de 0 a 100 km/h en 9.7 segundos y una velocidad máxima de 191 km/h no son cifras de infarto, pero la verdadera magia reside en la conexión entre el conductor y la carretera. La dirección precisa, la suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes y el bajo peso de 1035 kg permiten sentir cada curva, cada cambio de apoyo, con una intensidad que pocos coches modernos pueden igualar. Es un coche que invita a la conducción activa, a disfrutar del viento en la cara y del sonido del motor, especialmente con la capota bajada.
Diseño y estética
El diseño del Mazda MX-5 de 2001 es un clásico instantáneo. Sus líneas suaves y redondeadas, su silueta compacta y sus faros escamoteables (en versiones anteriores, aunque este modelo ya los integraba de forma fija) le otorgan una personalidad inconfundible. Es un coche que irradia simpatía y deportividad a partes iguales. Con una longitud de 3975 mm, una anchura de 1680 mm y una altura de 1225 mm, sus proporciones son perfectas para un roadster biplaza. El interior, aunque sencillo, está diseñado para el conductor, con una ergonomía cuidada y los mandos al alcance de la mano. Es un diseño que prioriza la funcionalidad y la ligereza visual, sin artificios innecesarios.
Tecnología y características
En el Mazda MX-5 de 2001, la tecnología se centra en la mecánica y la dinámica de conducción, más que en los sistemas de infoentretenimiento o asistencia. Su motor de gasolina de 1.6 litros con inyección indirecta y culata de aluminio, junto con un bloque de hierro, es una muestra de ingeniería robusta y fiable. La suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes, con barras estabilizadoras, garantiza un comportamiento dinámico excepcional. Los frenos de disco ventilados delanteros (255 mm) y discos traseros (251 mm) ofrecen una capacidad de frenado adecuada para su peso y prestaciones. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, proporciona una retroalimentación constante de la carretera. Es una tecnología orientada a la pureza de la conducción.
Competencia
En su época, el Mazda MX-5 de 2001 se enfrentaba a rivales como el MG F, el Toyota MR2 o el BMW Z3. Sin embargo, el MX-5 siempre ha destacado por su equilibrio, su fiabilidad y su precio más contenido. Mientras que el MG F ofrecía un diseño más atrevido y el Toyota MR2 una configuración de motor central, el MX-5 se mantenía fiel a su fórmula de motor delantero longitudinal y tracción trasera, una combinación que muchos puristas consideran ideal para un deportivo. El BMW Z3, por su parte, se posicionaba en un segmento más premium, con motores más potentes y un mayor lujo interior. El MX-5 se consolidó como el roadster por excelencia para el gran público, ofreciendo una experiencia de conducción emocionante sin sacrificar la practicidad o la economía.
Conclusión
El Mazda MX-5 Exclusive 1.6 16V de 2001 es mucho más que un coche; es una declaración de intenciones. Representa la alegría de conducir en su forma más pura, un vehículo que prioriza las sensaciones y la conexión con la carretera por encima de todo. Su diseño atemporal, su mecánica sencilla pero efectiva y su comportamiento dinámico lo convierten en un clásico moderno y en una opción fantástica para aquellos que buscan un coche para disfrutar cada kilómetro. Es un coche que te hace sonreír, que te invita a salir a la carretera y a olvidarte de las preocupaciones. Un verdadero icono que sigue cautivando a los amantes del motor.




