Especificaciones y análisis del Mazda Mazda6
Potencia
155CV
Par
193Nm
Consumo
7l/100
Emisiones
161g/km
0-100 km/h
10.4s
Vel. Máx.
211km/h
Peso
1465kg
Precio
30,010€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
FWD
5 / 5 puertas
519 L
64 L
114 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda 6 Wagon Iruka 2.0 155 CV (2012)
Descripción general
El Mazda6 Wagon Iruka 2.0 de 155 CV, lanzado en 2012, es una propuesta familiar que combina la funcionalidad de una carrocería familiar con el dinamismo y la calidad que caracterizan a Mazda. Este modelo se posiciona como una opción atractiva para quienes buscan un vehículo espacioso y bien equipado, sin renunciar a una experiencia de conducción gratificante. Su motor de gasolina de 2.0 litros ofrece una potencia adecuada para el día a día y viajes largos, manteniendo un equilibrio entre rendimiento y eficiencia.
Experiencia de conducción
Al volante del Mazda6 Wagon Iruka, la sensación es de control y agilidad. La dirección asistida eléctrica es precisa y comunicativa, permitiendo sentir la carretera con claridad. La suspensión, de paralelogramo deformable tanto delante como detrás, filtra eficazmente las irregularidades del asfalto sin sacrificar la estabilidad en curvas. El motor de 155 CV, aunque no es un derroche de potencia, responde con suavidad y progresividad, ofreciendo una aceleración de 0 a 100 km/h en 10.4 segundos y una velocidad máxima de 211 km/h. La caja de cambios manual de 6 velocidades es un placer de usar, con recorridos cortos y precisos que invitan a una conducción más activa. En general, el coche transmite una sensación de solidez y confianza, ideal para viajes largos en familia.
Diseño y estética
El diseño del Mazda6 Wagon Iruka es elegante y atemporal. Sus líneas fluidas y su silueta alargada le confieren una presencia distinguida en la carretera. Los faros delanteros afilados y la parrilla característica de Mazda le otorgan una mirada decidida. La versión Wagon, con sus 4785 mm de longitud, ofrece un maletero generoso de 519 litros, ideal para las necesidades de una familia. El interior, aunque sobrio, está bien rematado con materiales de calidad y un diseño ergonómico que facilita el acceso a los controles. La atención al detalle es evidente, creando un ambiente acogedor y funcional.
Tecnología y características
En cuanto a tecnología, el Mazda6 Wagon Iruka de 2012 incorpora elementos que, para su época, eran bastante completos. El motor de gasolina de 2.0 litros con inyección directa y admisión variable optimiza la combustión para un mejor rendimiento y eficiencia. Aunque no cuenta con las últimas innovaciones en conectividad o asistentes a la conducción que vemos hoy en día, sí ofrece un equipamiento de serie que incluye elementos como el control de estabilidad, múltiples airbags y un sistema de sonido de calidad. La dirección asistida eléctrica contribuye a una conducción más cómoda y eficiente. Su etiqueta DGT 'C' refleja su cumplimiento con las normativas de emisiones Euro 5.
Competencia
En el segmento de los familiares de tamaño medio, el Mazda6 Wagon Iruka competía con modelos consolidados como el Ford Mondeo Wagon, el Volkswagen Passat Variant, el Opel Insignia Sports Tourer y el Toyota Avensis Cross Sport. Frente a ellos, el Mazda6 destacaba por su diseño más emocional, su tacto de conducción más deportivo y una fiabilidad mecánica reconocida. Si bien algunos rivales podían ofrecer motores diésel más potentes o un mayor abanico de opciones de equipamiento, el Mazda6 se posicionaba como una alternativa equilibrada y con un fuerte atractivo estético y dinámico.
Conclusión
El Mazda6 Wagon Iruka 2.0 de 155 CV es un coche familiar que no solo cumple con las expectativas de espacio y practicidad, sino que también ofrece una experiencia de conducción gratificante. Su diseño elegante, su motor suave y su chasis bien ajustado lo convierten en una opción muy recomendable para aquellos que buscan un vehículo versátil y con un toque de distinción. Es un coche que invita a disfrutar de cada viaje, ya sea en el día a día o en escapadas familiares, demostrando que la funcionalidad no está reñida con el placer de conducir.
