Especificaciones y análisis del Mazda Mazda6
Potencia
166CV
Par
207Nm
Consumo
8.7l/100
Emisiones
207g/km
0-100 km/h
8.9s
Vel. Máx.
214km/h
Peso
1430kg
Precio
27,500€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
FWD
5 / 4 puertas
501 L
64 L
122 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda 6 4p Sportive 2.3 16V · 166 CV (2005-2007)
Descripción general
El Mazda6 de 2005, en su versión Sportive 2.3 16V, se presentaba como una berlina que buscaba combinar la deportividad con la funcionalidad. Con un motor de gasolina de 166 CV y una caja de cambios manual de 6 velocidades, prometía una experiencia de conducción dinámica y emocionante para la época. Su diseño, aunque sobrio, escondía un espíritu más pasional de lo que a primera vista podría parecer, posicionándose como una alternativa interesante en el segmento de las berlinas medias.
Experiencia de conducción
Al volante del Mazda6 2.3 16V, las sensaciones eran de agilidad y respuesta. El motor de 166 CV, aunque no era un portento de potencia bruta, ofrecía una entrega lineal y suficiente para mover con soltura los 1430 kg del conjunto. La aceleración de 0 a 100 km/h en 8.9 segundos y una velocidad máxima de 214 km/h hablaban de un coche capaz de ofrecer momentos de disfrute. La suspensión, de paralelogramo deformable tanto delante como detrás, junto con las barras estabilizadoras, contribuía a un comportamiento dinámico equilibrado, con un buen agarre en curva y una dirección precisa que transmitía confianza. El consumo combinado de 8.7 l/100km era razonable para un motor de gasolina de esta cilindrada y potencia en su tiempo, aunque en ciudad se elevaba a 11.7 l/100km.
Diseño y estética
El diseño del Mazda6 de 2005 era elegante y atemporal, con líneas fluidas que le otorgaban una presencia distinguida sin caer en estridencias. La versión de 4 puertas Sportive acentuaba ligeramente su carácter deportivo con detalles sutiles. Las llantas de 17 pulgadas con neumáticos 215/45 R17 no solo mejoraban la estética, sino que también contribuían a su comportamiento dinámico. El interior, aunque no destacaba por lujos excesivos, ofrecía una ergonomía bien pensada y materiales de calidad que transmitían una sensación de solidez y durabilidad. La habitabilidad era buena para cinco ocupantes y el maletero de 501 litros resultaba muy práctico para el día a día y los viajes.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Mazda6 2.3 16V de 2005 incorporaba soluciones avanzadas para su época. Su motor de gasolina de 2261 cc con inyección indirecta y admisión variable, junto con una relación de compresión de 10.6, buscaba optimizar la eficiencia y el rendimiento. La transmisión manual de 6 velocidades permitía un mejor aprovechamiento de la potencia y contribuía a una conducción más placentera. En cuanto a seguridad, contaba con frenos de disco ventilados de 283 mm delante y discos de 280 mm detrás, garantizando una buena capacidad de frenado. Aunque no se especifican sistemas de asistencia a la conducción modernos, para su año, ofrecía un equipamiento completo en términos de seguridad activa y pasiva.
Competencia
En el competitivo segmento de las berlinas medias, el Mazda6 2.3 16V se enfrentaba a duros rivales como el Honda Accord, el Toyota Avensis, el Ford Mondeo o el Volkswagen Passat. Cada uno de ellos ofrecía sus propias virtudes, pero el Mazda6 se distinguía por su enfoque en la dinámica de conducción y un diseño que, sin ser rompedor, resultaba atractivo y bien proporcionado. Su motor de gasolina de 166 CV lo situaba en un punto intermedio, ofreciendo un buen equilibrio entre prestaciones y eficiencia frente a opciones más potentes o más modestas de la competencia.
Conclusión
El Mazda6 4 puertas Sportive 2.3 16V de 2005 fue una berlina que supo combinar con acierto la elegancia, la funcionalidad y un toque de deportividad. Su motor de gasolina ofrecía un rendimiento satisfactorio y su chasis proporcionaba una experiencia de conducción gratificante. Era un coche pensado para aquellos que buscaban algo más que un simple medio de transporte, valorando la calidad de construcción y un comportamiento dinámico ágil. A pesar de un consumo urbano algo elevado, su equilibrio general lo convertía en una opción muy recomendable en su segmento, dejando una huella de fiabilidad y placer al volante.




