Mazda 6 Active CRTD 2.0 16V 4p 120cv (2002-2005)

2002
Gasóleo
FWD
Manual 5v
Mazda Mazda6 - Vista 1
Mazda Mazda6 - Vista 2
Mazda Mazda6 - Vista 3
Mazda Mazda6 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Mazda Mazda6

Potencia

121CV

Par

310Nm

Consumo

6.5l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.8s

Vel. Máx.

198km/h

Peso

1485kg

Precio

23,800

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

501 L

Depósito

64 L

Potencia

89 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima121 CV / 89 kW
Par máximo310 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito64 L
Maletero501 L

Análisis detallado del Mazda 6 Active CRTD 2.0 16V 4p 120cv (2002-2005)

Descripción general

El Mazda 6 Active CRTD 2.0 16V de 120 CV, lanzado en 2002, representó una propuesta audaz y refrescante en el segmento de las berlinas medias. Con un precio de 23.800 €, este modelo buscaba conquistar a aquellos que anhelaban una alternativa a las opciones más tradicionales, ofreciendo un equilibrio entre deportividad, funcionalidad y un toque distintivo que solo Mazda sabía imprimir. Su llegada al mercado marcó un punto de inflexión para la marca, consolidando su imagen de fabricante de vehículos con alma y carácter.

Experiencia de conducción

Al volante, el Mazda 6 Active CRTD 2.0 16V de 120 CV ofrecía una experiencia de conducción gratificante y equilibrada. Su motor diésel de 121 CV, con un par motor de 310 Nm a 2000 rpm, proporcionaba una respuesta enérgica y una aceleración de 0 a 100 km/h en 10.8 segundos, lo que lo hacía ágil tanto en ciudad como en carretera. La dirección, precisa y comunicativa, junto con una suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes, garantizaba un comportamiento dinámico y una estabilidad encomiable. La velocidad máxima de 198 km/h confirmaba su capacidad para afrontar largos viajes con solvencia. El consumo combinado de 6.5 l/100km era un punto a favor para la economía de uso, sin sacrificar el placer de conducir. Era un coche que invitaba a disfrutar de cada trayecto, transmitiendo confianza y control al conductor.

Diseño y estética

El diseño del Mazda 6 de 2002 era una declaración de intenciones. Sus líneas fluidas y dinámicas, con una silueta elegante y deportiva, lo diferenciaban claramente de sus competidores. La versión de 4 puertas, con sus 4680 mm de longitud, 1780 mm de anchura y 1435 mm de altura, proyectaba una imagen de solidez y sofisticación. Los detalles bien cuidados, como los faros afilados y la parrilla distintiva, le otorgaban una personalidad única. En el interior, la funcionalidad se unía a una estética cuidada, con un habitáculo espacioso y un maletero de 501 litros que lo convertían en un compañero ideal para el día a día y las escapadas familiares. Era un coche que no pasaba desapercibido, atrayendo miradas por su estilo moderno y atemporal.

Tecnología y características

En el apartado tecnológico, el Mazda 6 Active CRTD 2.0 16V de 2002 incorporaba soluciones avanzadas para su época. Su motor diésel de inyección directa por conducto común, turbo con geometría variable e intercooler, era un ejemplo de eficiencia y rendimiento. La transmisión manual de 5 velocidades, precisa y suave, contribuía a una experiencia de conducción placentera. En cuanto a la seguridad, contaba con frenos de disco ventilados de 283 mm en el eje delantero y discos de 280 mm en el trasero, garantizando una frenada eficaz. Aunque no disponía de las últimas innovaciones en asistencia a la conducción que vemos hoy, su equipamiento era completo y funcional, enfocado en ofrecer una experiencia de usuario intuitiva y segura. La dirección de cremallera, aunque sin asistencia variable, ofrecía una buena conexión con la carretera.

Competencia

En el competitivo segmento de las berlinas medias, el Mazda 6 Active CRTD 2.0 16V de 2002 se enfrentaba a pesos pesados como el Volkswagen Passat, el Ford Mondeo, el Opel Vectra y el Toyota Avensis. Frente a ellos, el Mazda 6 se desmarcaba por su enfoque más dinámico y su diseño más atrevido. Mientras que algunos rivales apostaban por la sobriedad y la practicidad, el Mazda 6 ofrecía un toque de emoción y deportividad que lo hacía especialmente atractivo para aquellos que buscaban algo más que un simple medio de transporte. Su fiabilidad, unida a un comportamiento en carretera ágil y divertido, lo posicionaba como una alternativa muy interesante en un mercado saturado de opciones.

Conclusión

El Mazda 6 Active CRTD 2.0 16V de 2002 fue un coche que dejó huella. Su combinación de diseño atractivo, prestaciones equilibradas y un comportamiento dinámico lo convirtieron en una opción muy valorada en su segmento. Era un vehículo que transmitía pasión por la conducción, sin renunciar a la funcionalidad y la comodidad necesarias para el día a día. Su motor diésel, eficiente y potente, junto con una fiabilidad contrastada, lo hacían una compra inteligente para aquellos que buscaban una berlina con carácter y un toque distintivo. A pesar del paso del tiempo, su esencia perdura, recordándonos la capacidad de Mazda para crear automóviles que emocionan y satisfacen las expectativas de sus conductores.