Especificaciones y análisis del Mazda Mazda5
Potencia
116CV
Par
285Nm
Consumo
5.2l/100
Emisiones
138g/km
0-100 km/h
13.7s
Vel. Máx.
180km/h
Peso
1490kg
Precio
20,500€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
FWD
7 / 5 puertas
426 L
60 L
85 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda 5 Pulse 1.6 CRTD 115 CV (2012)
Descripción general
El Mazda Mazda5 5p 1,6 Diésel de 116 CV, en su versión Pulse, es un monovolumen que se presentó en 2011, ofreciendo una opción práctica y eficiente para las familias. Con un precio de 20.500 euros en su lanzamiento, este vehículo buscaba combinar la versatilidad de un monovolumen con la reconocida fiabilidad y el toque distintivo de Mazda. Su motor diésel de 1.6 litros y 116 CV, acoplado a una transmisión manual de 6 velocidades, prometía un equilibrio entre rendimiento y consumo, ideal para el día a día y los viajes largos.
Experiencia de conducción
Al volante del Mazda5, la sensación es de control y confort. La dirección electrohidráulica ofrece una respuesta precisa, aunque sin la inmediatez de un deportivo, lo cual es esperable en un vehículo familiar. La suspensión, de tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, filtra eficazmente las irregularidades del asfalto, proporcionando un viaje suave para todos los ocupantes. El motor diésel, con sus 116 CV y 285 Nm de par, empuja con solvencia desde bajas revoluciones, haciendo que los adelantamientos sean seguros y la conducción en carretera, relajada. Sin embargo, su aceleración de 0 a 100 km/h en 13.7 segundos revela que no es un coche para prisas, sino para disfrutar del trayecto con tranquilidad. El consumo combinado de 5.2 l/100km es un punto fuerte, invitando a recorrer kilómetros sin preocuparse excesivamente por el repostaje.
Diseño y estética
El diseño del Mazda5 de 2011 se caracteriza por sus líneas fluidas y dinámicas, que Mazda denominó 'Nagare'. Aunque es un monovolumen, evita la estética de 'caja' que a menudo se asocia a este tipo de vehículos. Sus puertas traseras deslizantes son un elemento práctico y distintivo, facilitando el acceso a las plazas traseras en espacios reducidos. El frontal presenta una parrilla prominente y faros alargados que le confieren una mirada decidida. En el interior, la disposición de los 7 asientos es flexible, permitiendo configurar el espacio según las necesidades, ya sea para transportar pasajeros o para maximizar la capacidad de carga. Los materiales utilizados, aunque no son de lujo, transmiten una sensación de solidez y durabilidad, con un diseño funcional y ergonómico.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Mazda5 Pulse de 2011 ofrecía lo esencial para la época. Su motor diésel de 1.6 litros incorpora inyección directa por conducto común, turbo de geometría variable e intercooler, tecnologías que optimizan la eficiencia y el rendimiento. Cumple con la normativa Euro 5, lo que refleja un compromiso con la reducción de emisiones. Aunque carece de sistemas avanzados de asistencia a la conducción que son comunes hoy en día, su equipamiento se centra en la seguridad pasiva y el confort básico. La dirección asistida electrohidráulica es un buen ejemplo de cómo Mazda buscaba un equilibrio entre la asistencia y la sensación de la carretera. No cuenta con sistema Stop&Start, lo que podría haber mejorado aún más su eficiencia en entornos urbanos.
Competencia
En el segmento de los monovolúmenes compactos de 7 plazas, el Mazda5 se enfrentaba a competidores como el Renault Grand Scénic, el Citroën Grand C4 Picasso, el Opel Zafira y el Volkswagen Touran. Cada uno de ellos ofrecía sus propias virtudes, ya fuera en diseño, modularidad interior o equipamiento tecnológico. El Mazda5 se distinguía por su diseño más dinámico, sus puertas deslizantes y la reputación de fiabilidad de la marca. Frente a sus rivales, su motor diésel de 116 CV se situaba en un punto intermedio en cuanto a potencia, pero su eficiencia de consumo era competitiva. Su precio de 20.500 euros lo posicionaba como una opción atractiva dentro del segmento, ofreciendo una buena relación calidad-precio para las familias que buscaban un vehículo versátil y duradero.
Conclusión
El Mazda Mazda5 5p 1,6 Diésel de 116 CV es un monovolumen que cumple con creces su propósito: ofrecer espacio, versatilidad y eficiencia para las familias. Su diseño, aunque no rompedor, es agradable y funcional, destacando las prácticas puertas deslizantes. El motor diésel es un compañero fiable y económico para el día a día y los viajes, y el confort de marcha es adecuado para largos trayectos. Si bien no es un coche que destaque por sus prestaciones deportivas o por una tecnología de vanguardia para los estándares actuales, su propuesta se centra en la practicidad y la fiabilidad. Es una opción sensata y emocionalmente satisfactoria para quienes buscan un vehículo familiar que no renuncie a un toque de estilo y a la reconocida calidad de Mazda.