Especificaciones y análisis del Mazda CX-5
Potencia
150CV
Par
380Nm
Consumo
5.3l/100
Emisiones
139g/km
0-100 km/h
10s
Vel. Máx.
198km/h
Peso
1555kg
Precio
29,720€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
5 / 5 puertas
463 L
56 L
110 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda CX-5 2.2 D 150 CV 2WD Style Aut. (2012-2015)
Descripción general
El Mazda CX-5 2.2 D 150 CV 2WD Style Aut. de 2012 es un SUV que marcó un antes y un después para la marca japonesa. Fue el primer modelo en incorporar la filosofía de diseño 'Kodo - Alma del Movimiento' y la tecnología 'Skyactiv' de Mazda, prometiendo una experiencia de conducción eficiente y emocionante. Con su motor diésel de 150 CV y tracción delantera, este CX-5 se posiciona como una opción atractiva para quienes buscan un equilibrio entre rendimiento, consumo y practicidad en un formato SUV.
Experiencia de conducción
Al volante del CX-5, la sensación es de agilidad y control. El motor diésel de 150 CV, aunque no es el más potente de la gama, ofrece una respuesta enérgica y un par motor de 380 Nm que se siente desde bajas revoluciones, ideal para adelantamientos y recuperaciones. La transmisión automática de 6 velocidades trabaja con suavidad y precisión, contribuyendo a una conducción relajada en ciudad y eficiente en carretera. La suspensión, bien equilibrada, filtra las irregularidades del terreno sin sacrificar la estabilidad en curvas, transmitiendo confianza al conductor. Es un coche que invita a disfrutar de cada trayecto, con una dirección precisa que comunica bien lo que sucede bajo las ruedas.
Diseño y estética
El diseño del Mazda CX-5 de 2012 es, sin duda, uno de sus puntos fuertes. La filosofía 'Kodo' se manifiesta en líneas fluidas y dinámicas que le otorgan una presencia robusta y elegante a la vez. Su frontal, con la característica parrilla de Mazda y los faros afilados, le confiere una mirada decidida. Los pasos de rueda marcados y la línea de cintura ascendente le dan un aspecto atlético, mientras que la zaga, con sus pilotos horizontales, completa un conjunto armonioso y moderno que ha envejecido sorprendentemente bien. El interior, aunque sobrio, es funcional y está bien rematado, con materiales de buena calidad y una ergonomía pensada para el conductor.
Tecnología y características
La tecnología Skyactiv de Mazda es el corazón de este CX-5. No se trata solo de un motor eficiente, sino de un enfoque integral que optimiza cada componente del vehículo: desde el chasis y la carrocería, más ligeros y rígidos, hasta la transmisión y el motor. El motor diésel de 2.2 litros destaca por su baja relación de compresión, lo que mejora la combustión y reduce el consumo y las emisiones. Además, cuenta con inyección directa y turbo de geometría variable. El sistema i-stop (Start-Stop) contribuye a la eficiencia en entornos urbanos. En cuanto a infoentretenimiento, para su época, ofrecía lo necesario, aunque sin las pantallas táctiles y conectividad avanzada de modelos más recientes.
Competencia
En el competitivo segmento de los SUV compactos, el Mazda CX-5 de 2012 se enfrentaba a duros rivales como el Nissan Qashqai, el Volkswagen Tiguan, el Ford Kuga y el Honda CR-V. Frente a ellos, el CX-5 destacaba por su diseño más atrevido, su tecnología Skyactiv que prometía una eficiencia superior y un comportamiento dinámico más deportivo. Mientras que algunos rivales ofrecían mayor espacio interior o una gama de motores más amplia, el CX-5 se diferenciaba por su enfoque en la experiencia de conducción y la calidad de sus acabados.
Conclusión
El Mazda CX-5 2.2 D 150 CV 2WD Style Aut. de 2012 es un SUV que sigue siendo una opción muy interesante en el mercado de segunda mano. Ofrece un diseño atemporal, un motor diésel eficiente y con buen rendimiento, y una dinámica de conducción que lo sitúa por encima de la media de su segmento. Su tecnología Skyactiv le permite mantener unos consumos ajustados y un comportamiento ágil. Es un coche ideal para quienes buscan un SUV práctico, con un toque de deportividad y una calidad de construcción sólida, sin renunciar a la eficiencia.