Especificaciones y análisis del Mazda 323
Potencia
101CV
Par
230Nm
Consumo
5.9l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.2s
Vel. Máx.
189km/h
Peso
1240kg
Precio
17,920€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 4 puertas
416 L
55 L
74 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Mazda 323 Active 2.0 DVTD 16V 4p · 101 CV (2002-2004)
Descripción general
El Mazda 323 de 2002, en su versión Active 2.0 DVTD 16V de 4 puertas, se presenta como una opción sensata y equilibrada dentro del segmento de los compactos. Con un motor diésel de 101 CV, este modelo buscaba ofrecer una combinación de eficiencia y un rendimiento adecuado para el día a día, sin grandes pretensiones deportivas pero con la fiabilidad característica de la marca japonesa. Su precio de 17.920 € en su momento lo posicionaba como una alternativa competitiva para quienes buscaban un coche práctico y duradero.
Experiencia de conducción
Al volante del Mazda 323, la sensación predominante es de solidez y confort. El motor diésel de 101 CV, aunque no es un derroche de potencia, entrega sus 230 Nm de par a bajas revoluciones (1800 rpm), lo que se traduce en una respuesta ágil en ciudad y suficiente empuje para afrontar adelantamientos en carretera con confianza. La aceleración de 0 a 100 km/h en 12.2 segundos y una velocidad máxima de 189 km/h son cifras honestas para su categoría. La suspensión tipo McPherson en ambos ejes, junto con las barras estabilizadoras, proporciona un buen equilibrio entre comodidad y estabilidad, absorbiendo las irregularidades del terreno sin sacrificar la sensación de control. La dirección de cremallera, aunque carece de la asistencia variable de modelos más modernos, ofrece una conexión directa con la carretera. El consumo combinado de 5.9 l/100km es un punto fuerte, haciendo de este 323 un compañero económico para viajes largos.
Diseño y estética
El diseño del Mazda 323 de 2002 es funcional y discreto, reflejando la filosofía de la marca de la época. Sus líneas son limpias y atemporales, sin estridencias, lo que le permite envejecer con dignidad. La carrocería de 4 puertas, con una longitud de 4365 mm y una anchura de 1705 mm, ofrece un habitáculo espacioso para cinco ocupantes y un maletero de 416 litros, muy práctico para el uso familiar. Los neumáticos 195/55 R15, montados sobre llantas de 6x15, complementan una estética sobria y equilibrada. No busca ser un coche que gire cabezas, sino uno que cumpla su función con elegancia y sin artificios.
Tecnología y características
En el apartado tecnológico, el Mazda 323 de 2002 se enfoca en la funcionalidad y la durabilidad. Su motor 2.0 DVTD de 16 válvulas incorpora inyección directa, admisión variable y un turbo de geometría variable, tecnologías que en su momento eran avanzadas para optimizar la entrega de potencia y la eficiencia del combustible. La transmisión manual de 5 velocidades es precisa y robusta, contribuyendo a la fiabilidad general del conjunto. Aunque carece de las pantallas táctiles y los sistemas de asistencia a la conducción que hoy son comunes, su tecnología se centra en lo esencial: un motor eficiente, una dirección fiable y un sistema de frenos con discos ventilados delanteros y discos traseros que garantizan una detención segura. La ausencia de Stop&Start y de distintivo ambiental DGT son reflejo de su época, pero no restan valor a su ingeniería mecánica.
Competencia
En su segmento, el Mazda 323 competía con modelos consolidados como el Volkswagen Golf, el Ford Focus, el Opel Astra o el Toyota Corolla. Frente a ellos, el 323 ofrecía una alternativa con un enfoque en la fiabilidad y una relación calidad-precio atractiva. Si bien no destacaba por un diseño rompedor o unas prestaciones deportivas, su motor diésel eficiente y su habitabilidad lo convertían en un rival a tener en cuenta para aquellos compradores que valoraban la durabilidad y el bajo coste de mantenimiento por encima de la imagen o el dinamismo extremo. Su propuesta era la de un coche honesto y bien construido, capaz de cumplir con las expectativas de un público amplio.
Conclusión
El Mazda 323 Active 2.0 DVTD 16V de 2002 es un coche que, a pesar de los años, sigue siendo un testimonio de la ingeniería japonesa enfocada en la durabilidad y la eficiencia. Es un vehículo sin grandes lujos, pero con una mecánica robusta y un diseño atemporal que lo hacen una opción interesante en el mercado de segunda mano. Su consumo contenido y su fiabilidad mecánica son sus principales bazas, ofreciendo un transporte práctico y económico para el día a día. Es un coche que cumple con lo que promete, sin sorpresas, y que sigue siendo una elección inteligente para quienes buscan un compañero de viaje fiable y sin complicaciones.




