Maserati GranSport · 401 CV (2005-2008)

2005
Gasolina
RWD
Automático 6v
Maserati GranSport - Vista 1
Maserati GranSport - Vista 2
Maserati GranSport - Vista 3
Maserati GranSport - Vista 4

Especificaciones y análisis del Maserati GranSport

Potencia

401CV

Par

452Nm

Consumo

18.6l/100

Emisiones

435g/km

0-100 km/h

4.85s

Vel. Máx.

290km/h

Peso

1755kg

Precio

116,743

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 6v

Tracción

RWD

Plazas

4 / 2 puertas

Maletero

315 L

Depósito

88 L

Potencia

295 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima401 CV / 295 kW
Par máximo452 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 6v

Capacidades

Depósito88 L
Maletero315 L

Análisis detallado del Maserati GranSport · 401 CV (2005-2008)

Descripción general

El Maserati GranSport no es un coupé cualquiera; es la máxima expresión de la deportividad y la pasión italiana de principios de los 2000. Nacido como una evolución más radical del ya elegante Maserati Coupé, el GranSport fue concebido para emocionar, para conectar al conductor con el asfalto a través de un glorioso motor V8 atmosférico y un linaje que grita competición.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del GranSport es una sobrecarga sensorial. El corazón de la experiencia es su V8 de 4.2 litros y 401 caballos, una obra de arte de origen Ferrari que ruge con una furia melódica que eriza la piel. Cada aceleración es un evento, un empuje visceral que te pega al asiento mientras la aguja de las revoluciones se dispara hacia las 7000 rpm. La caja de cambios 'Cambiocorsa' es ruda, mecánica y exigente, ofreciendo cambios que se sienten, que te hacen partícipe de la conducción de una forma que las transmisiones modernas han olvidado. Con su tracción trasera y un chasis afinado para la agilidad, es un coche que te habla, que te exige y que te recompensa con una conexión pura y sin filtros.

Diseño y estética

Diseñado por Giugiaro, el GranSport es la personificación de la elegancia atlética. Sus líneas fluidas y musculosas se ven acentuadas por detalles exclusivos: paragolpes más agresivos, una parrilla cromada con el tridente en rojo y unas espectaculares llantas de 19 pulgadas. No es un diseño que grita, sino que seduce con proporciones perfectas y una presencia imponente. Por dentro, el lujo se encuentra con la competición, con asientos de cuero que abrazan el cuerpo y la opción de inserciones en fibra de carbono que nos recuerdan su propósito. Es un Gran Turismo atemporal que sigue girando cabezas.

Tecnología y características

La tecnología del GranSport se centra en la experiencia de conducción, no en las pantallas. Su mayor proeza era el sistema de suspensión adaptativa 'Skyhook', que ajustaba la dureza de los amortiguadores en tiempo real para ofrecer un equilibrio sublime entre confort y deportividad. El otro pilar tecnológico era su transmisión Cambiocorsa, derivada directamente de la competición, que permitía cambios fulgurantes para la época. Más allá de eso, la tecnología era la de un coche de su tiempo, donde el verdadero protagonista era el hardware mecánico y la ingeniería del chasis.

Competencia

En su época, el GranSport se medía con la élite de los deportivos GT. Su rival más directo era el Porsche 911 Carrera S (997), el referente en eficacia y precisión alemana. También se enfrentaba al carácter británico del Aston Martin V8 Vantage y la potencia del Jaguar XKR. Frente a ellos, el Maserati no siempre era el más rápido en un circuito, pero sin duda era el que ofrecía una mayor dosis de drama, sonido y alma italiana, una alternativa pasional para quien buscaba algo más que la perfección clínica.

Conclusión

El Maserati GranSport es una carta de amor a una era pasada de la automoción. Es un coche que se siente, se oye y se vive con intensidad. Representa la belleza de lo imperfecto, el encanto de un motor atmosférico de altas revoluciones y el placer de una conducción analógica y exigente. No es un simple medio de transporte, es una fuente de emociones, un futuro clásico que captura la esencia del 'gran turismo' italiano. Poseerlo es custodiar una pieza de historia automotriz que ruge con el corazón.